11 fotosViolencia en el fútbol españolViolencia en el fútbol español 08 oct 2003 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceLas estrellas del balón, e incluso los clubs, han dado en ocasiones muestras de connivencia con los sectores más violentos. En la imagen, Raúl acompaña a Redondo hacia el fondo sur del Bernabéu tras el partido que supuso el retorno del argentino al coliseo blanco con la camiseta del Milán en marzo de 2003. El centrocampista recibió en el césped una placa honorífica de manos de José Luis Ochaíta, el líder de Ultras Sur a quien la Justicia prohibió la entrada en los estadios entre 1998 y 2001.MIGUEL GENERA un campo de fútbol no se puede acceder con alcohol ni con objetos contundentes. Aún así, es rara la jornada de Liga en la que un aficionado no arroja una botella, un mechero o una piedra al terreno de juego. En la imagen, el árbitro Carmona Méndez entrega una botella arrojada al césped durante el partido que enfrentó a la Real Sociedad con el Athletic de Bilbao en agosto de 2001.EFEA veces la euforia y las manifestaciones violentas se vuelven en contra. Una avalancha de aficionados del Villarreal tras un gol de su equipo acabó lesionando de gravedad al autor del tanto, el argentino Palermo. Un muro cedió ante el empuje de los hinchas destrozando la pierna del delantero en el partido de Copa que enfrentó al Levante con el Villarreal en noviembre de 2001.ASNo deja de ser habitual que los controles de seguridad fallen en los estadios. El partido que enfrentó al Sevilla con el Betis en octubre de 2002 fue todo un ejemplo de ello. Un grupo de adolescentes apaleó a un guardia de seguridad, las aficiones se enfrentaron y un hincha saltó al terreno de juego y agredió al portero bético, Prats.GARCÍA CORDEROLa simbología fascista o la que enaltece el terrorismo también está prohibida dentro de los campos de fútbol. En el fondo sur del estadio Santiago Bernabéu se ven constantemente banderas con el escudo franquista, mientras que en algunos campos del País Vasco aparecen habitualmente pancartas a favor de ETA.RICARDO GUTIERREZA un campo de fútbol no se puede acceder con bengalas ni con objetos contundentes. Aún así, los artefactos pirotécnicos siguen entrando todas las semanas a los estadios. En la imagen, los ultras del FC Barcelona, los Boixos Nois, encienden bengalas en el partido que enfrentó a su equipo contra el Real Madrid en abril de 2002.RAFA SEGUÍLa violencia no siempre se genera en las gradas. En ocasiones son los propios futbolistas quienes no se preocupan de dar ejemplo. Tras consumarse el último descenso del Zaragoza a Segunda División, el Toro Acuña agredió a patadas a un aficionado que había saltado tras el partido al césped del campo del VillarrealANGEL SÁNCHEZLa violencia no se ciñe a los enfrentamientos entre aficiones rivales o al lanzamiento de objetos al terreno de juego. Durante la semifinal de la Liga de Campeones que enfrentó al Real Madrid contra el Borussia de Dormunt, los ultras madridistas consiguieron arrancar una portería del Santiago Bernabéu.APEl 15 de marzo de 1992, Guillermo Alfonso, de 13 años, falleció en el estadio de Sarriá durante un partido entre el Espanyol y el Cádiz al recibir el impacto de una bengala lanzada desde la grada. En la imagen, un niño deposita una corona de flores en el lugar en el que se produjo la muerte de Guillermo.RAFA SEGUIAitor Zabaleta viajó desde San Sebastián hasta Madrid para ver el partido que enfrentaba a la Real Sociedad con el Atlético el nueve de diciembre de 1998. El aficionado donostiarra fue apuñalado por miembros del grupo ultra Bastión en las afueras del estadio Vicente Calderón. En la imagen, su novia, a la derecha, aplaude durante un homenaje celebrado en Anoeta.EFELa última víctima mortal de la violencia en el fútbol español es Manuel Ríos, un seguidor del Deportivo de La Coruña que fue agredido por un ultra de su propio equipo tras el partido de Copa del Rey contra el Compostela. Aunque la agresión se produjo fuera del estadio, dentro del campo los destrozos causados por los violentos fueron espectaculares.EFE