Álvaro de Luna: “Apenas escucho el tipo de música que hago”

Álvaro de Luna se presentó en 2019 al concurso de televisión de ‘La Voz’ compinchado con sus compañeros de Sinsinati, el grupo que creó en 2017 y del que era vocalista. La idea era que, a través de él, les llegara el éxito. Aunque De Luna fue expulsado al tercer programa (tras pertenecer a los equipos de Pablo López y Luis Fonsi), los objetivos se quedaron cortos: todo el país acabó conociéndolos por temas como Indios y vaqueros en una fama tan inesperada que acabó en disolución después de que, durante el confinamiento, De Luna se sincerara consigo mismo: “No me sentía bien y no era honesto seguir con Sinsinati. Descubrí que yo iba a muerte con la música”, confiesa en esta entrevista a Joe Pérez-Orive, presentador de Ballantine’s Stay True Records, el proyecto dedicado a conocer el lado más auténtico de los artistas del momento.

Hoy, este sevillano de 29 años que, antes de la música, trabajó en una peluquería canina o en un bar de copas para pagarse los estudios como técnico de sonido en Reino Unido, ya tiene dos discos en solitario en el mercado, Levantaremos al sol (2022) y Uno (2023). Sus temas como Juramento eterno de sal o Todo contigo han ocupado los primeros puestos de las listas de éxitos durante semanas. Sobre sus gustos musicales, es claro: “Soy un chaval inquieto y nervioso. Todo me llama la atención”, comenta después de recordar que, de niño, escuchaba en su discman a UB40 o a los Beatles, y que ahora le encanta John Mayer porque como él mismo dice, apenas consume el tipo de música que hace.

La segunda invitada del programa, la actriz, modelo y cantante Dora Postigo, hija de Bimba Bosé y del director de cine Diego Postigo, cuenta que empezó a escribir sus primeros versos con 11 años. Sabe que sus padres, a los que define como “unos punkies”, la convirtieron en la melómana que es. Por eso, repasa junto a Pérez-Orive sus discos predilectos y el estilo que le encantaría producir: A Sky Without Stars de Eliza, In Rainbows de Radiohead, Aquemini de Outkast o Ziggy Stardust de David Bowie, que le enseñó su madre: “Cada vez que lo escucho me pongo a llorar”, admite.