‘La casa’, el emocionante fenómeno del cine español que impulsa el boca a boca

La película sobre tres hermanos ante la herencia paterna, que dirige Álex Montoya a partir de un cómic de Paco Roca, se sitúa entre las más vistas y valoradas por el público y la crítica

El director de cine Álex Montoya, esta semana, e el barrio de Benimaclet de Valencia, donde vive.Mònica Torres

Uno de los tres hermanos arrastra el cargo de conciencia de no haber estado apenas con el padre en sus últimos días porque se marchó fuera a vivir su vida; el mayor, el que acaba pareciéndose más al progenitor, mira con una mezcla de orgullo y resquemor al anterior; y la hermana, que aguanta hasta un límite, desarma con su naturalidad el artificio masculino de los demás. Los tres, y sus parejas, se reúnen en la casa de campo familiar para ultimar su venta tras la muerte del padre. Dejaron de ir c...

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Uno de los tres hermanos arrastra el cargo de conciencia de no haber estado apenas con el padre en sus últimos días porque se marchó fuera a vivir su vida; el mayor, el que acaba pareciéndose más al progenitor, mira con una mezcla de orgullo y resquemor al anterior; y la hermana, que aguanta hasta un límite, desarma con su naturalidad el artificio masculino de los demás. Los tres, y sus parejas, se reúnen en la casa de campo familiar para ultimar su venta tras la muerte del padre. Dejaron de ir cuando empezaron a salir de noche en la ciudad, pero los recuerdos de la infancia y de sus progenitores vinculados a ella son indelebles y afloran por cualquier motivo: un viejo sombrero de paja, un sacacorchos que nunca se encuentra ni ahora ni antes... Los tres protagonizan La casa, que se ha convertido en un fenómeno en el cine español, al situarse entre las más vistas y valoradas por el público (también por la crítica) desde su estreno el pasado 1 de mayo.

Más de 60.000 espectadores habían visto hasta el pasado jueves el filme dirigido por Álex Montoya, que adapta el premiado cómic del mismo titulo de Paco Roca de 2015. Empezó en 100 cines y en su tercera semana se proyecta en 144. Un comportamiento poco usual en una producción española entre mediana y pequeña, de temática íntima y con un presupuesto muy escaso para la promoción. El boca a boca la está impulsando.

La identificación con los personajes y la sensación de verdad que transmiten las situaciones narradas generan una intensa emoción en el público, como se puede comprobar observando el patio de butacas o leyendo los numerosos comentarios en las redes sociales. En este sentido, el largo ganó el Premio del Público del último festival de Málaga, además de las biznagas de plata al mejor guion y a la mejor música, así como la distinción de la crítica (Premio Feroz Puerta Oscura). La producción valenciana lleva varios días como la segunda mejor película de 2024 en la votación popular de la web especializada Filmaffinity con un 7,2 de valoración, tras Dune (Parte Dos).

“La verdad es que estamos sorprendidos, sobre todo por la gente joven que está conectando con ella”, comenta Montoya, director de largos como Lucas y Asamblea o el corto Cómo conocí a tu padre, distinguido en el festival de Sundance. Muy aficionado al cómic, este arquitecto de formación compró los derechos de la novela gráfica en 2017, pero hasta el pasado año no pudo rodar en la misma casa que el dibujante valenciano heredó de su padre en las estribaciones de la Serra Calderona, a unos 30 kilómetros de Valencia. En la elección de los actores, David Verdaguer, Óscar de la Fuente, Lorena López (como los hermanos) y Luis Callejo (el padre), en los principales papeles, se han tenido en cuenta en algún caso (como el de Verdaguer) incluso las similitudes físicas con el personaje del cómic.

El mismo cartel del filme es un dibujo de la novela gráfica, pero la película vuela sola y cambia algunos personajes y situaciones. La adolescente que interpreta María Romanillos es un hallazgo, con su mirada leal al padre hosco, cómplice con el tío guay. El director sugiere que la obra de Roca es más cercana al cine del director japonés Yasujirō Ozu y su película, rodada con muchos planos secuencia y una cuidada fotografía (de Guillem Oliver), es más deudora de su formación americana. No mostró el filme al dibujante hasta que no estuvo ya montado definitivamente. “Se emocionó también”, señala el cineasta, acompañado por su mujer y coproductora del filme con Raw (junto con Nakamura Films), Sofía López, en una cafetería del barrio valenciano de Benimaclet.

“Empecé a verla con miedo, no estuve muy al tanto del rodaje; a los cinco minutos me olvidé y estaba disfrutando de la película sin tener en cuenta que es una adaptación. Te mete en la historia, es fiel al espíritu del cómic. Hay muchas secuencias que son como las viñetas y otras cosas que son creación de Álex. Es complementario. Funciona muy bien”, apunta Roca, Premio Nacional de Cómic por otro de sus tebeos, Arrugas. Ha superado sus temores iniciales, porque no tenía muy claro que el lenguaje más literario de esa muy personal novela gráfica pudiera funcionar en el cine.

Montoya defiende un cine que “no es experimental”, pero procura ser “diferente”. “Busco la empatía con el personaje”, comenta, mientras merienda su hija Tosca, que interpreta a la niña de la película, robando planos a los profesionales. El director riojano, de 50 años, afincado en Valencia desde niño, reivindica hacer cine fuera del centro de la industria en Madrid y expresa su deseo de que la película contribuya a promover el audiovisual valenciano que cuenta con “excelentes profesionales”.

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