Luis Mateo Díez recibe el Premio Cervantes: “Nada me interesa menos que yo mismo”

El escritor leonés, de 82 años, ha forjado una amplía carrera novelística en la que ha sido dueño de un territorio propio, Celama y las Ciudades de Sombra. “A mis personajes vivo entregado, ya que son ellos quienes me salvan a mí”, dijo

Luis Mateo Diez recibe los aplausos de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras recibir el Premio Cervantes 2023, durante una ceremonia celebrada este martes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.Foto: BALLESTEROS (EFE) | Vídeo: EPV

Luis Mateo Díez se define como un “octogenario de salud razonable”; y, desde luego, llegó este martes con mejor salud al Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) que muchos de los últimos premiados. Allí recibió el premio Cervantes 2023, otorgado por el Ministerio de Cultura, galardón cumbre de la literatura en español. Así que, con voz firme y profunda, casi radiofónica, hizo un repaso de su vida, de su carrera literaria, en un discurso puramente libresco sin...

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Luis Mateo Díez se define como un “octogenario de salud razonable”; y, desde luego, llegó este martes con mejor salud al Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) que muchos de los últimos premiados. Allí recibió el premio Cervantes 2023, otorgado por el Ministerio de Cultura, galardón cumbre de la literatura en español. Así que, con voz firme y profunda, casi radiofónica, hizo un repaso de su vida, de su carrera literaria, en un discurso puramente libresco sin alusiones a la actualidad. Como cada año, los Reyes presidieron la sobria ceremonia y Felipe VI hizo entrega del premio, colocando la medalla dorada alrededor del cuello del premiado, con todo el Paraninfo en pie en un aplauso sostenido. Un evento al que asistieron otras personalidades como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Tras subir lentamente los escalones hasta la tribuna, el escritor habló largo, y comenzó con el relato de su infancia de posguerra (en estos tiempos, nos dicen, de preguerra), una infancia que “puede destilar un apego de tristeza y desolación, lo que tantas pérdidas suponen entre las familias y los vecindarios”, aunque, siendo niño, la tragedia no llegaba a enturbiar su mundo del todo, “porque la suerte de los afectos se sobreponía a la desgracia de tantas desdichas”. Desde su más profunda niñez quiso Díez, “aunque suene un poco exagerado”, ser escritor, y en la biblioteca de su padre, Florentino, halló a los clásicos, los grecolatinos y los del Siglo de Oro español, que, además de la tradición oral, forma parte del poso de su literatura.

El escritor español Luis Mateo Díez, antes de la entrega del Premio Cervantes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.Antonio Gutiérrez (Europa Press)
Desde la izquierda, Ernest Urtasun, ministro de Cultura; Pedro Sánchez, presidente del Gobierno; los reyes Felipe VI y Letizia; Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid; Judith Piquet, alcaldesa de Alcalá de Henares, y José Vicente Saz, rector de la Universidad de Alcalá de Henares.Samuel Sanchez
Los Reyes, acompañados del presidente del Gobierno, el ministro de Cultura y la presidenta de la Comunidad de Madrid, en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares antes del acto. Samuel Sanchez
Los Reyes, acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (a la derecha), conversan con el escritor español galardonado Luis Mateo Díez (a la izquierda).Ballesteros (EFE)
El escritor español galardonado Luis Mateo Díez (a la derecha) sentado junto a varias autoridades incluido el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero (tercero por la izquierda), y el presidente de la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio (a la izquierda), entre otros, durante la ceremonia.Ballesteros (EFE)
La reina Letizia y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al inicio de la ceremonia.Ballesteros (EFE)
El rey Felipe VI da un discurso mientras preside la ceremonia de entrega del Premio Cervantes 2023.Ballesteros (EFE)
El escritor español Luis Mateo Diez (en el centro) recibe los aplausos de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (a la izquierda), y de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (a la derecha), tras recibir el Premio Cervantes 2023 durante una ceremonia celebrada este martes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.Ballesteros (EFE)
Los Reyes, Felipe VI y Letizia, intercambian unas palabras mientras presiden la entrega el Premio Cervantes 2023. Ballesteros (EFE)
Luis Mateo Diez sostiene el galardón entre aplausos. Ballesteros (EFE)
El galardonado se dirige a pronunciar su discurso tras recibir el Premio Cervantes 2023.Ballesteros (EFE)
El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, sostiene un retrato del escritor español Luis Mateo Díez.Ballesteros (EFE)
Luis Mateo Díez pronuncia su discurso en el marco de la ceremonia en la que se le ha hecho entrega del Premio Cervantes 2023 este martes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. Ballesteros (EFE)
Luis Mateo Díez (a la izquierda) sonríe tras pronunciar el discurso de aceptación del galardón.Ballesteros (EFE)
La reina Letizia ojea un folleto con la imagen del escritor español galardonado Luis Mateo Díez.Ballesteros (EFE)
Los Reyes conversan con el galardonado tras la ceremonia. Samuel Sánchez
Los reyes, Felipe y Letizia, conversan con el escritor Luis Mateo Díez tras la entrega del galardón.Samuel Sánchez
Los Reyes y escritor Luis Mateo Díez posan para una foto de familia junto con el resto de autoridades tras la ceremonia.Samuel Sánchez
Los Reyes observan la actuación de la tuna tras la ceremonia de entrega del Premio Cervantes 2023 al escritor español Luis Mateo Díezeste martes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. Samuel Sánchez

Hizo Díez la inevitable referencia al Quijote: pronto se dio cuenta de que el Caballero de la Triste Figura no era un héroe, sino un “antihéroe”, un “reincidente perdedor”: parte de esa aura quijotesca se transfirió a los personajes de sus novelas, muchos de ellos, precisamente, “héroes del fracaso”. La misma poética del fracaso a la que, un año antes, apelaba en este mismo lugar otro premiado, el poeta venezolano Rafael Cadenas.

Díez, nacido en el pueblo minero de Villablino, en el valle de Laciana, en el último norte de León, es autor de La fuente de la edad, La ruina del cielo, El reino de Celama, Los ancianos siderales, Laciana: cielo y sueño, entre otras muchas obras, forma parte de la Real Academia de la Lengua (RAE) desde 2000. En su haber tiene la particularidad de haber ganado dos veces el Premio de la Crítica y dos veces el Nacional de Narrativa (1986 y 2000), así como el Premio Nacional de las Letras en 2020, entre otros muchos. Con este premiado, el Cervantes, que no se puede ganar dos veces, vuelve a galardonar a un novelista, después de una inopinada racha de cinco poetas: Rafael Cadenas, Cristina Peri Rossi, Francisco Brines, Joan Margarit e Ida Vitale, que recibió el premio en 2018. Díez, incansable rellenador de cuadernos, dice que escribe para vivir, ahora más que nunca.

El rey Felipe VI entrega el Premio Cervantes 2023 al escritor Luis Mateo Díez en presencia de la reina Letizia, durante la ceremonia de entrega del galardón, este martes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. Ballesteros (EFE)

El premiado ha practicado todos los géneros, y la hibridez es uno de sus rasgos característicos, una hibridez hoy muy contemporánea, pero que Díez ha practicado de manera natural a través de su carrera. “No es de extrañar que la hibridez sea un rasgo sobresaliente a lo largo de su trayectoria: novelas construidas a base de cuentos, ensayos intercalados con relatos o viceversa, fábulas unificadas en un ciclo y narraciones autónomas que agrupadas constituyen un sugerente mosaico narrativo”, señaló Felipe VI en su discurso.

“Contar la vida era mi aspiración”, dijo Díez en su discurso. Sin embargo, no tanto la vida propia como otras vidas: “La verdad es que debiera reconocer una precaria incapacidad para escribir lo que me pasa, lo que en mi existencia sucede, lo que mi biografía propone, nada me interesa menos que yo mismo”. En la naturaleza de la ficción incidió Felipe VI: “La ficción se ha considerado siempre un viaje. Escribir es descubrir, viajar supone mirar y conocer, propone Díez en una de sus historias”. El arquetipo del viaje está fuertemente enraizado en el género de la novela. “Don Quijote viaja, sale al camino a desfacer entuertos en busca de aventuras y quimeras”, recordó el Rey que recuerda Díez.

Luis Mateo Díez, en un momento de la ceremonia. Ballesteros (EFE)

Escritor, pues, de la imaginación, con fama (y aspecto) de cervantino, de prolífico, de ambicioso, muy querido en el mundillo, hijo de la narración oral leonesa, concretamente de la tradición del filandón: “Escuchar y escribir unían lo que leer u contar tenían de aliciente y acicate”, dijo. Dueño también de un territorio propio, Celama y la Ciudades de Sombra, como el Macondo de García Márquez, como la Comala de Rulfo. Aunque de niño escribía novelitas, que publicaba su hermano Antón, su carrera literaria comienza con su participación en la revista literaria Claraboya, en los años 70. Luego vino esa torrencial producción tanto en novela, como en novela corta, como en relato: Las estaciones provinciales, Los frutos de la niebla, Las lecciones de las cosas, El expediente del náufrago, La cabeza en llamas o Vicisitudes.

Aunque el territorio de su obra se repita, no resulta repetitivo para el lector. “Paradójicamente, todo es nuevo, todo es original y abierto ante sus ojos, como un hogar que se amplía cada vez que se vuelve a él”, señalo el ministro Urtasun. La razón la da el mismo Urtasun: que bebe de un espacio geográfico real, muy familiar para el autor, pero que se lleva al terreno de lo simbólico. Un espacio donde se da “una alegoría del extravío humano, la soledad, el destierro y los sueños que quedan por cumplir”.

En esa vejez saludable, Díez continúa a pie del cañón de la literatura, todavía a la completa disposición de sus personajes. “A ellos vivo entregado, ya que son ellos quienes me salvan a mí”, concluyó Díez.

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