Una egiptóloga española da con la clave de uno de los textos filosóficos más antiguos de la humanidad
Marina Escolano-Poveda descubre en el Museo Bíblico de Mallorca la parte que faltaba de un valioso pergamino que se conserva en Berlín
Esta es la historia de un escriba egipcio que creó un texto preguntándose si valía la pena vivir. Y es también la historia de una investigadora apasionada por el Antiguo Egipto ―a los 13 años empezó a aprender a leer jeroglíficos― que, 4.000 años después, consiguió unir y dar sentido a las distintas partes desperdigadas de ese escrito.
La egiptóloga española Marina Escolano-Poveda ha descubierto que unas pequeñas tiras de pergamino conservadas en el Museo Bíblico de Mallorca son en realidad el encabezamiento que faltaba a ...
Esta es la historia de un escriba egipcio que creó un texto preguntándose si valía la pena vivir. Y es también la historia de una investigadora apasionada por el Antiguo Egipto ―a los 13 años empezó a aprender a leer jeroglíficos― que, 4.000 años después, consiguió unir y dar sentido a las distintas partes desperdigadas de ese escrito.
La egiptóloga española Marina Escolano-Poveda ha descubierto que unas pequeñas tiras de pergamino conservadas en el Museo Bíblico de Mallorca son en realidad el encabezamiento que faltaba a Debate entre un Hombre y su Ba (su alma), uno de los primeros textos filosóficos que se conocen (de antes incluso de que se usara el término filosofía, procedente de la Antigua Grecia). Un documento de gran valor histórico, dado que Debate entre un Hombre y su Ba, custodiado en el Museo Egipcio de Berlín, es además uno de los papiros egipcios más importantes del mundo.
La investigadora alicantina busca financiación para juntar físicamente los pequeños fragmentos con el papiro original, garantizar su correcta conservación y completar su estudio para devolverlos después al Museo de Mallorca. “Significa cerrar un rompecabezas histórico. Es totalmente un puzle”, explica al teléfono.
El hallazgo de Escolano-Poveda, doctora en Egiptología por la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, ilumina un enigma encerrado entre jeroglíficos. Porque los fragmentos de Mallorca completan y dan sentido al escrito de Berlín, que ahora se ha descubierto que incluye una de esas preguntas que se hacen los humanos desde siempre, presente también en el “ser o no ser” de Hamlet o en la idea del suicidio de Camus: ¿qué es mejor, estar vivo o no existir?
En 2017, la alicantina (nacida en 1986) escribió los primeros resultados de su investigación en la revista alemana especializada Zeitschrift für Ägyptische Sprache und Altertumskunde. Su análisis fue recibido con mucho interés por grandes especialistas en literatura egipcia clásica como James Allen, de la Universidad de Brown, o Richard Parkinson, de Oxford. Porque la parte del rollo del papiro ―publicado por primera vez en 1896 por Adolf Erman, egiptólogo y lexicógrafo alemán, fundador de la Escuela de Egiptología de Berlín― había sido analizada por muchos expertos egipcios, británicos, estadounidenses y alemanes, pero no conseguían dar con su significado completo. “Faltaba la primera parte. Por eso no se entendía bien. No se sabía por qué se daba esa conversación. El fragmento de Mallorca, al explicar que se trata de un hombre moribundo, lo desvela”, afirma la investigadora.
Escuchando a Extremoduro
A Escolano-Poveda le encanta lo que hace, y recuerda aquella noche lejana en la que trabajó hasta tarde. Con música, como casi siempre. Sobre las tres de la madrugada, cuando ya iba a irse a la cama, decidió quedarse un poco más y seguir analizando y cotejando por ordenador los pequeños fragmentos con el pergamino del Museo de Berlín. Y en el preciso instante en que sonaba la canción Salir de Extremoduro ―esa que dice “para algunos vivir es galopar, un camino empedrado de horas”, y también “salir, beber, el rollo de siempre, meterme mil rayas y hablar con la gente”―, como un relámpago, la investigadora lo entendió: la disposición de los textos, las columnas, las imágenes, el significado: “¡Es el mismo escriba!”, pensó. Los retazos y el rollo de papiro completaban el mismo texto.
“Me quedé abrumada, contenta, y enseguida, a esas horas de la madrugada, escribí y envié fotos por correo electrónico a mis directores de tesis”, recuerda al teléfono desde Liverpool, en cuya universidad ejerce de profesora de Clásicas, Historia Antigua y Egiptología. El debate entre un hombre y su Ba es una conversación entre un hombre enfermo y su propia alma, una reflexión sobre su situación. “El peso del descubrimiento reside en que ofrece datos sobre la concepción de los egipcios sobre la muerte. Habla de emociones y miedos en tono íntimo, sobre si vale la pena vivir o no cuando estás en circunstancias adversas”, explica la experta. “Y es un texto raro, en el sentido de que es una composición literaria, y en aquella época había muy pocas”, detalla.
Otro misterio es cómo esos fragmentos llegaron a la isla de Mallorca. Se sospecha que los rollos de papiro, hallados en Egipto en la década de 1830, podrían haber sido subastados en Londres e incorporados a la colección de Berlín en 1843, pero no se sabe a ciencia cierta cómo ese trozo acabó en Palma. La mayor parte de la colección del Museo Bíblico se debe a Bartolomé Pascual Marroig, un obispo mallorquín apasionado del Antiguo Testamento que participó en excavaciones arqueológicas en Oriente Próximo. Este museo ―una entidad del Obispado, que desde 1913 reúne elementos históricos en torno a las Santas Escrituras― conserva la colección de papiros en hierático más antigua de España, que incluye partes del famoso Libro de los Muertos.
Papiros como el hojaldre
La historia del antiguo escriba y la investigadora alicantina empezó el 16 de enero de 2010, cuando Escolano-Poveda fue a Palma a dar una conferencia titulada Más allá de la piedra de Rosetta. El papel fundamental de la lengua copta en el desciframiento de la escritura jeroglífica. Aprovechando el viaje, fue a visitar el Museo Bíblico de la ciudad, donde le enseñaron más de sesenta pequeños fragmentos. “Nadie ha mirado nunca estos papiros”, le dijeron. Y se fijó en ellos. “Eran como de hojaldre, estaban muy secos”, recuerda.
Eran retazos de textos del Reino Medio, enmarcados en cristal, escritos en tinta negra, en lengua egipcia clásica y escritura hierática, con pequeñas rúbricas en tinta roja. Le llamaron la atención por su antigüedad, aunque en un principio pensó que quizás eran trozos de cartas. “No pensaba que fueran a ser tan importantes”, dice ahora.
Gerardo Jofré, gerente de la Comisión del Museo Bíblico de Mallorca, recuerda también las visitas de Escolano-Poveda. “Fue un proceso muy intenso, muy interesante”, afirma. La alicantina, que entonces aún cursaba sus estudios, no pudo dedicarse a investigar los fragmentos de Palma, pero no los olvidó. A partir de 2015 pudo empezar a estudiarlos en profundidad y visitó también el Museo de Berlín, donde analizó el rollo de papiro del Debate entre el hombre y su Ba gracias a la autorización de la doctora Verena Lepper, conservadora de esos papiros. Y siguió investigando hasta aquella noche insomne en la que descubrió que una misma mano había escrito los textos de Berlín y los de Palma.
Según Jofré, el hallazgo de Escolano-Poveda “es muy importante porque, entre otras cosas, nos recuerda que la civilización occidental viene también de Mesopotamia, del Antiguo Egipto, subrayando la importancia del componente cultural de Oriente en nuestra historia”. Sobre la futura unificación de los fragmentos de papiro en uno solo, desde el Museo de Mallorca apuntan: “El material debe tener una buena conservación, pero debemos analizar la posibilidad de que los papiros salgan de aquí, porque pertenecen a la Iglesia y al Estado Español. Todo depende de la financiación. A partir de ahí estudiaremos las propuestas”.