Un año antes de mandarlo a la guillotina, Robespierre le dijo a Danton: “Te quiero más que nunca y hasta la muerte”
La única carta conocida entre dos figuras claves de la Revolución Francesa, que acabaron enfrentadas, es vendida a un particular. Veinte historiadores piden su regreso al dominio público
En plena Revolución Francesa, en una época marcada por las turbulencias y los sobresaltos políticos, Maximilien Robespierre le escribió una carta a su amigo e incondicional compañero de lucha, Georges-Jacques Danton. “Te quiero más que nunca y hasta la muerte”, le dijo, un año antes de mandarlo a la guillotina. En la misiva, fechada en París el 15 de febrero de 1793, el líder r...
En plena Revolución Francesa, en una época marcada por las turbulencias y los sobresaltos políticos, Maximilien Robespierre le escribió una carta a su amigo e incondicional compañero de lucha, Georges-Jacques Danton. “Te quiero más que nunca y hasta la muerte”, le dijo, un año antes de mandarlo a la guillotina. En la misiva, fechada en París el 15 de febrero de 1793, el líder revolucionario quiso expresarle su apoyo tras la muerte de su esposa y de su hijo. Pero al mismo tiempo, le instaba a no abandonar el combate revolucionario. El escrito, el único de este tipo, ha sido subastado a un coleccionista privado por 218.750 euros. Un grupo de historiadores, escritores y políticos piden que regrese al dominio público.
La misiva contiene apenas unas líneas, pero ilustra la relación de amistad entre dos figuras emblemáticas de la Revolución Francesa, antes de que estallara su rivalidad. Apenas unas semanas antes, el monarca Luis XVI había sido ejecutado en el cadalso instalado en la plaza de la Revolución, la actual plaza de la Concordia. Francia había entrado en el periodo del terror revolucionario, que pretendía defender a la incipiente nación de cualquier enemigo exterior o interior. El país entero estaba sumido en grandes transformaciones políticas y sociales.
En su carta, Robespierre le dice a Danton: “Te quiero más que nunca y hasta la muerte. En ese momento soy tú mismo”. A inicios de 1793, su amigo y aliado se encuentra en Bélgica, donde recibe la noticia de la muerte de su esposa, Gabrielle, mientras daba a luz a su cuarto hijo, también fallecido. “Lloremos juntos nuestros amigos”, continúa el revolucionario, antes de añadir el fragmento siguiente: “(...) hagamos sentir pronto los efectos de nuestro profundo dolor sobre los tiranos que son autores de nuestras desgracias públicas y nuestras desgracias privadas”.
En esa época, Danton y Robespierre, dos abogados, habían sido elegidos como diputados por París de la Convención Nacional, la principal institución de la Primera República. Juegan un papel clave en el nuevo ordenamiento político. Su amistad, sin embargo, se fracturará y romperá poco después. En abril de 1794, Danton fue enviado por su amigo a la guillotina por oponerse a la política de Terror que él mismo contribuyó a establecer. Los hermanos de lucha se transformaron en enemigos. Y el emblemático dúo inspiró a numerosos autores a posteriori, como Victor Hugo o Alexandre Dumas en el siglo XIX.
Fragmento de la historia francesa
“La carta puede interpretarse como una prueba de la sensibilidad de Robespierre, que no era en absoluto un tirano y un monstruo frío, como se lo ha retratado”, analiza el historiador Loris Chavanette, quien escribió un artículo en el diario Le Figaro alertando sobre la venta de la misiva. “Pero al mismo tiempo, es la prueba de que el Terror empujaba al baño de sangre hasta el punto de eliminar a sus propios amigos”, explica por teléfono. Chavanette es autor de un libro sobre la historia de los dos líderes revolucionarios y de otros sobre la Revolución.
La carta de Robespierre fue adjudicada el día 12 en una casa de subastas en Versalles, la ciudad donde estalló la Revolución, y pertenece actualmente a un coleccionista privado. En su descripción, la casa de subastas recuerda que es la única escrita por el líder revolucionario a Danton que ha sido conservada. No existe ningún otro rastro epistolar entre ambos hombres, salvo otra misiva escrita por Danton en agosto de 1792.
Para Chavanette, el escrito merece estar expuesto en un museo o conservado en los Archivos Nacionales. De hecho, el documento formaba parte de la colección del Museo de Letras y Manuscritos de París hasta su cierre en 2015. Para intentar que regrese al dominio público, impulsó una columna en el diario Le Monde, firmada por más de 20 personalidades. “La preservación de la única carta de Robespierre a Danton es una causa nacional”, escriben. Y hacen hincapié en que la misiva tiene un “carácter histórico inestimable” y contiene un “fragmento de historia del nacimiento de la República”.
Entre los firmantes están el líder de la Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, pero también escritores como Erik Orsenna, miembro de la Academia francesa, o David Lisnard, el actual alcalde de Cannes, del partido de la derecha opositora. En la columna, lamentan que el Estado no haya ejercido su derecho preferente de compra para adquirir el manuscrito. Hay precedentes. En 2011, el Gobierno logró impedir que unos escritos de Robespierre fueran subastados en Sotheby’s, una venta que había provocado una oleada de indignación y el temor a que los documentos salieran del país. EL PAÍS ha solicitado una reacción al Ministerio de Cultura, pero no ha obtenido respuesta hasta ahora.
En Le Monde, los firmantes recuerdan que Robespierre, a pesar de ser considerado como una figura controvertida por una parte de la historiografía, fue uno de los promotores de la abolición de los privilegios y de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.
Para Chavanette, la carta no solo ilustra parte de la historia de la legendaria pareja, sino que invita a reflexionar y plantearse preguntas: “Filosóficamente y espiritualmente hablando, ¿es justo sacrificar a un amigo en nombre del interés general?”. La misiva refleja un conflicto entre las emociones privadas y el interés general. Pero su singularidad reside sobre todo en el hecho de que puede interpretarse tanto en defensa como en contra del que era apodado como el “incorruptible”, subrayan los firmantes de la columna.