Paulo Londra reclama el trono del trap en el estudio de Bizarrap
Después de arreglar sus problemas legales, el rapero argentino vuelve con una confesión en el mismo estudio donde Residente increpó durante ocho minutos a J Balvin
El domingo por la noche, el productor argentino Bizarrap (Buenos Aires, Argentina, 23 años) pidió 23 millones de comentarios en una publicación de Instagram para dar a conocer su colaboración con su compatriota Paulo Londra (Córdoba, Argentina, 24 años). Cada una de las 49 sesiones que ha grabado Bizarrap en su estudio casero lleva como título un número. En marzo de 2020, cuando decidió saltarse el 23, los fanáticos entendieron el mensaje: el número que utilizaba Michael Jordan en los Chicago Bulls estaba reservado para Londra, fanático del baloncesto. Pero no se pudo grabar en su momento porq...
El domingo por la noche, el productor argentino Bizarrap (Buenos Aires, Argentina, 23 años) pidió 23 millones de comentarios en una publicación de Instagram para dar a conocer su colaboración con su compatriota Paulo Londra (Córdoba, Argentina, 24 años). Cada una de las 49 sesiones que ha grabado Bizarrap en su estudio casero lleva como título un número. En marzo de 2020, cuando decidió saltarse el 23, los fanáticos entendieron el mensaje: el número que utilizaba Michael Jordan en los Chicago Bulls estaba reservado para Londra, fanático del baloncesto. Pero no se pudo grabar en su momento porque Londra estaba litigando para liberarse de un contrato que él consideraba abusivo. Una vez solucionado el asunto legal, Londra regresa para ocupar el trono de la música urbana en español.
Los 23 millones de comentarios se produjeron (entre ellos incluso el del Paris Saint-Germain) y Bizarrap cumplió su promesa y dio a conocer su canción con el niño tímido del trap argentino. Junto a Bizarrap, el joven productor argentino que sin apenas salir de su casa en la periferia de Buenos Aires se ha convertido en el zar de la música urbana en español, Londra acaba de romper internet. Como cuando era adolescente, se desquitó frente al micrófono. “Porque siento que yo / alguna vez me perdí / y hoy que me levanté / creo que nunca me fui”, canta Londra en un estribillo sentido desde el estudio de Bizarrap. En el mismo cuarto donde Nathy Peluso cantó ese éxito sin título de “una perra, sorprendente, curvilínea y elocuente” un año antes de ganar su primer Grammy, y donde hace poco más de un mes Residente insultó durante casi ocho minutos a J Balvin, Londra contó al fin su versión. “Saben que soy un gordo avaro con un estilo muy caro / que se comió el panorama con un solo bocado / siempre lo han criticado porque siempre fui raro / nunca hice lo que hacen, por eso no me alcanzaron”, rapea en un tema que entre lo contagioso del éxito de Peluso y la furia de la diatriba de Residente, bien podría ser los dos.
La triunfante historia de Londra en la música se torció en los despachos. Acababa de cumplir 20 años y de lanzar su primer disco cuando un contrato le frenó en seco. A finales de 2019, Londra había dejado ya las batallas de improvisación para encabezar festivales internacionales, colaborar con cantantes como Ed Sheeran y llenar de millones de escuchas su perfil de Spotify. El chico tranquilo del hip-hop, que le cantaba a su amor por la siesta y a ignorar el teléfono móvil, empezaba a llenar estadios en Argentina con la música del Caribe en clave nacional. Londra era una mina de oro, y un par de productores lo habían olido primero.
Londra había preferido montar su propio negocio y huir de las disqueras. No era raro para un rapero de su generación. Con 19 años viajó a Colombia y empezó a grabar con el productor local Ovy On The Drums y el puertorriqueño Kristoman, dos músicos recomendados al rapero por un youtuber. Entre los tres bautizaron al proyecto como Big Ligas y Londra se convirtió en el músico más escuchado de su país. Después vino el silencio. “Hice música como un loco. Podía hacer hasta seis temas por día”, contó el cantante en mayo de 2020, en una carta en la que revelaba por qué había dejado de cantar en la cima. Los productores le habían hecho firmar un par de hojas mientras filmaban un vídeo, le presentaron a sus abogados por videollamada y regresó a Argentina sin su copia del contrato. Big Ligas se había quedado con los derechos de autor de cualquier pieza de Londra hasta diciembre de 2020, un acuerdo que se extendió hasta 2025 luego de que el argentino lanzara su primer disco con Warner Music ante la insistencia de sus productores. A finales del año pasado, un tribunal de Miami liberó a Londra del contrato y el cordobés volvió a firmar con Warner, esta vez por su cuenta.
Su regresó la firmó con la canción Plan A, que lleva cuatro semanas en el primer lugar de la lista de ventas en Argentina, y Chance, que se mantiene en el cuarto desde la semana pasada. Dos piezas de su clásico romanticismo que muestran la versatilidad intacta de Londra entre la balada, el hip-hop y las guitarras eléctricas. Suficiente para el grueso del público, pero los fanáticos y colegas que durante dos años pidieron su regreso con el clamor de #FreePaulo en redes sociales tuvieron su válvula de escape este lunes, cuando Bizarrap dio a conocer su pieza con Londra, donde recupera su trono.
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