‘Pájaros enjaulados’: vis a vis en la Suiza de los años ochenta

Pájaros enjaulados se mueve entre el drama carcelario y una historia de amor imposible y trágica. Sus dos personajes principales, dos espíritus tan torturados como anárquicos, están inspirados en el delincuente común suizo Walter Stürm, un preso que llegó a ser muy conocido por sus constantes fugas de la cárcel y por ser la oveja negra de una familia adinerada, y la abogada y activista que defendió hasta la obsesión su causa, Barbara Hug.

Con la Suiza de los años ochenta como telón de fondo y el contexto histórico de la reforma de sus leyes penitenciarias, en ...

Pájaros enjaulados se mueve entre el drama carcelario y una historia de amor imposible y trágica. Sus dos personajes principales, dos espíritus tan torturados como anárquicos, están inspirados en el delincuente común suizo Walter Stürm, un preso que llegó a ser muy conocido por sus constantes fugas de la cárcel y por ser la oveja negra de una familia adinerada, y la abogada y activista que defendió hasta la obsesión su causa, Barbara Hug.

Con la Suiza de los años ochenta como telón de fondo y el contexto histórico de la reforma de sus leyes penitenciarias, en Pájaros enjaulados se habla una y otra vez de libertad mientras su protagonista, la letrada que encarna con tanta contención como desgarro la fabulosa actriz alemana Marie Leuenberger, se mueve con dificultad sobre una muleta. Su cuerpo roto por un riñón defectuoso sólo encuentra consuelo en el tabaco, la morfina y la lucha contra el sistema. Su encuentro con Stürm vertebra este filme sobre los límites de la libertad cuya intensidad se dispara gracias al trabajo de Leuenberger y al del actor suizo Joel Basman.

“Walter Stürm es nuestro Che”, le dice la abogada a sus compañeros de despacho cuando intenta justificar el empeño de su causa a favor de un preso que entre 1974 y 1995 se fugó hasta ocho veces de la cárcel. Con el aspecto de un duende loco y suicida, Joel Basman compone un personaje escurridizo, un inadaptado absoluto que mezcla sus reflexiones sobre qué es la libertad con el ímpetu de un ácrata sin rumbo.

Situada en pleno hervidero punk y en el entorno de los colectivos que lucharon contra el obsoleto sistema penitenciario de su país, el filme de Oliver Rihs funciona sobre todo gracias a las capas de un personaje femenino complejo, fascinante y autodestructivo, una mujer que se enamora de un delincuente que encierra las preguntas y paradojas sobre qué significa ser libre. Sin dejarse llevar por lo más obvio, la película funciona en su intento de acercarse al alma de esta pareja marginal y rebelde que busca su destino a uno y otro lado de la ley y de la cárcel.