‘El suelo bajo mis pies’: un drama psicológico sobre el techo de cristal

El film de Marie Kreutzer deriva casi en el terror, pero siempre se impone el retrato social de ciertas esferas de los negocios y del capitalismo salvaje

Imagen de 'El suelo bajo mis pies'. En el vídeo, tráiler de la película.

Se mueve por despachos, casas y hoteles impolutos. Con un trabajo impecable, una actitud intachable, un aspecto inmejorable y una personalidad arrolladora. Aún no ha cumplido los 30 años. “La nueva mujer”, dirán algunos, de las que por fin han roto el techo de cristal. Pero, ¿a cambio de qué? Su vida simplemente no existe al margen del éxito laboral, seguramente obligada por los resquemores, las pullas y los acosos de los que han mandado siempre y ahora se sienten intimidados ante tamaña perfección: los hombres. La muy interesante película austriaca El suelo bajo mis pies, estrenada dir...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Se mueve por despachos, casas y hoteles impolutos. Con un trabajo impecable, una actitud intachable, un aspecto inmejorable y una personalidad arrolladora. Aún no ha cumplido los 30 años. “La nueva mujer”, dirán algunos, de las que por fin han roto el techo de cristal. Pero, ¿a cambio de qué? Su vida simplemente no existe al margen del éxito laboral, seguramente obligada por los resquemores, las pullas y los acosos de los que han mandado siempre y ahora se sienten intimidados ante tamaña perfección: los hombres. La muy interesante película austriaca El suelo bajo mis pies, estrenada directamente en Movistar, nos habla de la ruptura de ese techo, siempre tan sólido, aunque a costa de la fractura del entarimado de la vida, a veces tan frágil, que se resquebraja por la presión de las circunstancias.

En su tercer largo, la guionista y directora Marie Kreutzer, inédita en los cines españoles, ha compuesto un drama psicológico que deriva casi en el terror, pero que siempre se impone por su retrato social de ciertas esferas de los negocios y del capitalismo salvaje. Su protagonista, interpretada por la magnífica Valerie Pachner, analista financiera de una firma que trabaja para la reestructuración de otras empresas (hablando en plata: de las que organizan y ejecutan despidos, como aquel George Clooney de Up in the air), es una triunfadora. Quizá también una adicta. Vidas rectas en edificios de líneas rectas. Así es El suelo bajo mis pies. También el gélido retrato de un devenir gélido. Colores fríos, gente fría. Preparadísima, ambiciosa y, llegado un límite, también exhausta.

Kreutzer, casi como un mcguffin que mueve a los personajes, articula su historia a partir de la locura de la hermana mayor de la protagonista, esquizofrénica paranoide. Un lastre, el del cuidado de la mujer de su sangre, que empieza a romper su suelo. Y la película, presentada en la Berlinale, se apunta a uno de los subtextos de moda en el cine de miedo: el legado de la locura.

Es posible que la parte final, carente de un desenlace espectacular, aunque sí consecuente con lo que se ha relatado, pueda decepcionar, pero su gran tema, expuesto con garra y estilo, se queda dentro: el precio de la ambición de la mujer en un mundo de hombres guarnecidos.

EL SUELO BAJO MIS PIES

Dirección: Marie Kreutzer.

Intérpretes: Valerie Pachner, Pia Hierzegger, Mavie Hörbiger, Marc Benjamin.

Plataforma: Movistar.

Género: drama. Austria, 2019.

Duración: 108 minutos.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Sobre la firma

Archivado En