Las salas de cine atraviesan un verano desértico
Con solo el 60% de los locales abiertos y a la mitad de su capacidad, la taquilla española se queda al 10% de sus cifras prepandemia
Depende de quién analice las cifras, la reapertura de las salas españolas está siendo un retorno doloroso o se cumple lo esperado. El pasado fin de semana, el segundo en que los cines levantaron los cierres, la taquilla superó los 526.000 euros gracias a los 90.300 espectadores. Lo que supone solo el 10% del último fin de semana previo al estado de alarma, el del 6 al 8 de marzo, cuando las salas recaudaron 5.879.000 euros por sus 914.000 visitantes. “Pero las cantidades actuales esconden una trampa”, advierte David Rodríguez, general manager para España y Portugal de Comscore, la empre...
Depende de quién analice las cifras, la reapertura de las salas españolas está siendo un retorno doloroso o se cumple lo esperado. El pasado fin de semana, el segundo en que los cines levantaron los cierres, la taquilla superó los 526.000 euros gracias a los 90.300 espectadores. Lo que supone solo el 10% del último fin de semana previo al estado de alarma, el del 6 al 8 de marzo, cuando las salas recaudaron 5.879.000 euros por sus 914.000 visitantes. “Pero las cantidades actuales esconden una trampa”, advierte David Rodríguez, general manager para España y Portugal de Comscore, la empresa que audita las taquillas de cine. “Solo hay abiertas un 60% de las salas y con menos sesiones y la capacidad de los patios de butacas reducidos a la mitad por motivos sanitarios”. E incide en que del primer fin de semana, el del viernes 26 de junio, al pasado ha aumentado un 46% la asistencia.
Sin embargo, el sector no está calmado. Durante la pandemia, en diversos encuentros virtuales organizados por Comscore a los que asistieron más de un centenar de profesionales de la distribución y la exhibición, se quiso enviar un mensaje de unidad: para la apertura habría blockbusters que engancharían a la audiencia, grandes campañas de promoción de vuelta a las salas, solidaridad entre los cines. En cambio, el 26 de junio se convirtió en un sálvese quien pueda. Un programador lo resume: “Hollywood los dejó tirado. Las majors hacen cálculos mundiales y España es un mercado pequeño”. Incluso las grandes cadenas, dependientes algunas de multinacionales, no han abierto por completo. Cinesa sigue con su goteo y el lunes reabrirán cinco multisalas más en Madrid, con lo que ya funcionan 17 de sus 40 complejos. El barcelonés grupo Balañá mantiene su cierre. Adolfo Blanco, de la distribuidora y productora A Contracorriente, que además gestiona la cadena Verdi, lo tiene claro: “Nosotros clausuramos el BCN Film Fest el pasado 26 y fue un éxito. La gente entendió que era un evento especial. Pero el resto es un sufrimiento. El viernes pasado estrenamos La lista de los deseos [segunda en taquilla con solo 57.000 euros], una comedia española que en un escenario normal hubiera recordado 10 veces más. El espectador no tiene prisa en volver, pero la industria sí. Nosotros estamos sacando nuestros mejores títulos, las majors no, porque calculan en función de EE UU”. Y propone: “Deberíamos plantearnos una Fiesta del Cine inmediata en verano. Jugar con promociones, no podemos quedarnos parados. La exhibición se mueve a ritmo de dinosaurios”. Miguel Morales, presidente de Adicine, que agrupa a los distribuidores independientes, subraya: “Lo hemos hecho mal en el sector, cada uno ha ido a su guerra y el resultado está aquí. El martes habrá una gran reunión de la industria para encarar el problema”.
El público español se está comportando como el resto del europeo, excepto el francés, que en pocas semanas recuperará el nivel habitual. Borja de Benito, portavoz de FECE, que agrupa a los grandes exhibidores españoles, explica: “¿Alguien esperaba otras cifras? En Francia el cine local tiene un tirón espectacular, y en España calculamos que empezaríamos con este 10% de demanda. La subida será progresiva y los grandes estrenos dependerán de la pandemia en China y en EE UU. El retraso nos afecta a nosotros y al resto del mercado mundial”. Películas como Tenet y Mulan ha visto tres veces pospuestos sus lanzamientos. “Estamos atentos al 17 de julio con la llegada de Scooby y Superagente Makey, y Santiago Segura estrena el 7 de agosto Padre no hay más que uno 2″, apunta De Benito. “El problema hoy no es el precio de las entradas sino la falta de producto. ¿Por qué no, cuando abran los cines en Reino Unido, se puede estrenar Tenet en Europa”.
Una apuesta por una gran campaña de publicidad
Para Estela Artacho, presidenta de Fedicine, que agrupa a los grandes distribuidores —entre ellos los estudios de Hollywood, las 'majors'—, sus socios están deseando estrenar: “Pero dependen de Estados Unidos, obviamente. El 16 de junio, tal vez pronto, lanzamos la campaña #yovoyalcine. Pero con tanta incertidumbre es difícil acertar. Nos gustaría que esa apuesta cogiera más vuelo”. Y por ello, en la reunión del próximo martes de la industria con el Ministerio de Cultura, pedirán “apoyo institucional a la campaña, con la ambición de la actual promoción del turismo o la de pasadas temporadas contra la piratería. Hemos estado confinados tres meses, necesitamos recuperar el hábito de ir a las salas”.