La Andalucía de la cultura
2018 es todavía el Año Europeo del Patrimonio Cultural, un año cuyo lema “Donde el pasado se encuentra con el futuro”, ha llevado hasta los ciudadanos iniciativas y eventos destinados a revelar el patrimonio cultural y a reforzar el sentimiento de pertenencia a un espacio común. Y Andalucía ha contribuido, con mucho, a su descubrimiento y disfrute
Una de las iniciativas destacadas de este 2018 ha sido y es el “Año Murillo”, un proyecto de la ciudad de Sevilla y una efeméride multidisciplinar (a finales de 2017 se cumplieron 400 años del nacimiento en esta ciudad del magnífico pintor del barroco) que ha implicado a distintas instituciones y ha proyectado una mirada innovadora sobre su obra. Andalucía ha puesto sus ojos en los rincones de Sevilla donde Murillo dejó su rastro; ha publicado catálogos y libros sobre su trabajo y su tiempo; organizado rutas literarias de la mano de Eva Díaz Pérez, autora de la novela sobre el maestro El color de los ángeles, y montado exposiciones que han llevado a Sevilla obras de juventud del pintor y otras de madurez como La multiplicación de los panes y los peces, de 1670.
2018 ha sido también el año de la consolidación del impresionante Museo Íbero de Jaén, el único del mundo dedicado al pueblo íbero, a su cultura y a sus señas de identidad. Inaugurado en diciembre de 2017, reúne más de 350 piezas, algunas de ellas procedentes de las necrópolis de Piquías, Castellones o Atalayuelas, del importante conjunto escultórico de Porcuna o del santuario del Pajarillo, en Huelma, que constituyen un excepcional catálogo de una cultura, todavía poco conocida, que alcanzó su máximo desarrollo durante el primer milenio a.C.
El Íbero es uno de los últimos museos inaugurados en Andalucía, pero ni mucho menos el único importante. Si hablamos del pasado hemos de sumar a los Museos Arqueológicos y los de Bellas Artes de Granada, Córdoba y Sevilla, los museos de Cádiz, Almería y Jaén y también el de la Alhambra, que conserva la mejor colección existente de arte hispanomusulmán y nazarí. Pero Andalucía rinde también homenaje a artistas que han hecho de la modernidad su bandera. Hay que acercarse hasta Málaga para comprender el genio de Picasso en el museo que lleva su nombre y visitar su casa natal, en la plaza de la Merced y, cómo no, recorrer también el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en la Cartuja sevillana de Santa María de las Cuevas, que reúne alguna de las mejores muestras de las últimas tendencias del arte.
Y si existe un ámbito en el que el pasado se encuentra con el futuro es la literatura. Nada mejor, para celebrar esta Andalucía de la cultura, que dejarse impregnar, en sus lugares de origen, por las páginas de escritores andaluces que ya son universales. Nada mejor que disfrutar de las callejuelas del colombino pueblo de Moguer, cuna de Juan Ramón Jiménez; de la Sevilla de Gustavo Adolfo Bécquer o de Antonio Machado; del granadino sol del Fuentevaqueros de Federico García Lorca; de la luz brillante del Puerto de Santa María, donde nació Rafael Alberti, o de las playas de esa Málaga donde creció María Zambrano. Literatura que es arte, historia y cultura en una Andalucía que hace de su pasado futuro y de su presente sensibilidad, intercambio y valoración de un patrimonio cultural, tan rico como impresionante, siempre a disposición de todos.
