Omnipresentes

De la recurrente frase de Alfonso Guerra, "el que se mueva no sale en la foto", a unos líderes a los que no les falta ninguna foto: las tienen todas o las tendrán en los próximos 26 días, hasta las próximas elecciones. El martes fue la de Albert Rivera en El hormiguero (Antena 3) y el miércoles, Pedro Sánchez con Bertín Osborne (La 1). Rivera estuvo correcto, sin rehuir ninguna pregunta de un programa que se caracteriza por su ja, ja, je, je, es decir, simpático y familiar.

Que Ciudadanos es el partido con mayor éxito en sus planteamientos lo demuestran las últimas elecciones autonómicas y las encuestas de las próximas generales y, suponemos, que su participación en El hormiguero consolidará sus expectativas. Alguna puya a sus rivales ("yo no me escondo ni de los debates ni de las entrevistas", en alusión al pánico enfermizo del presidente del Gobierno, o "comparar Irak con Siria, es no tener ni idea", en respuesta a la frase de Pablo Iglesias en la que le identificaba con el Aznar de las Azores), y una ventaja: su falta de experiencia como gobernante, argumento utilizado por Rajoy en contra de los nuevos partidos, lo reconvierte en un motivo de orgullo: "es verdad que no tengo experiencia ni en corrupción, ni en sobresueldos...".

Insistió en que con un 21% de paro no se puede sostener casi nada, ni la Educación, ni la Sanidad. Anunció que tras las elecciones generales habrá que hacer recortes por unos 10.000 millones de euros, calificó de "chapuza" los apresurados Presupuestos Generales aprobados en agosto y se ratificó en que no apoyaría ni a Rajoy ni a Pedro Sánchez: si no gana, sería oposición con acuerdos puntuales en las cuestiones importantes, en los temas de Estado.

Planteamientos sensatos a los que sólo les falta aplicarlos en la práctica, es decir, a los que les falta todo.