Las artes marciales vuelven a la televisión
AMC estrena la serie ‘Into the Badlands’, ambientada en un futuro posapocalíptico
En un futuro lejano en el que no queda rastro de la sociedad tal como la conocemos ha emergido un nuevo orden feudal en el que el más fuerte se hace con la riqueza y el poder. Son los Badlands, una tierra gobernada por siete barones enfrentados entre sí y que se valen de sus ejércitos para tratar de imponerse sobre los oponentes. Sunny es uno de esos leales luchadores, con grandes conocimientos de artes marciales y hombre de confianza de uno de los barones.
Cuarenta años después de que terminara la mítica Kung Fu, AMC quiere ocupar el trono vacío de las artes marciales en televisión con la serie Into the Badlands, una gran producción que AMC España emite de forma simultánea a Estados Unidos en la madrugada del lunes y repite los miércoles a las 23.00.
"¿Que cómo describiría Into the Badlands? Es una pregunta complicada porque es una mezcla de todo. Por un lado, está la tradición de los dramas de artes marciales. También hay elementos de wéstern y luego el drama y las intrigas políticas. Es un mundo muy elaborado creativamente", explica Daniel Wu, protagonista y productor ejecutivo de la serie. Nacido en California hace 41 años de padres inmigrantes chinos, desde su debut en 1998 ha participado en más de 60 películas, la gran mayoría de ellas dentro del cine asiático.
Llegó a Into the Badlands como productor ejecutivo gracias a sus conocimientos en artes marciales. "Fuimos desarrollando el proyecto y cuando AMC dio luz verde llegó el momento de buscar actores que dieran vida a los personajes. La cadena quería que el protagonista fuera asiático, supiera artes marciales y fuera buen actor a la vez y que hablara bien inglés", explica Wu en conversación telefónica con EL PAÍS. No era fácil dar con alguien que reuniera todos los requisitos: "quien sabía actuar no sabía de artes marciales y al contrario. Al final, los productores me dijeron: Daniel, sabes que tú eres el perfecto para este personaje, tienes que hacerlo". Sin embargo, se lo pensó seriamente antes de aceptar. "Tengo un background de artes marciales, pero no había hecho películas de artes marciales en siete u ocho años. Además, para grabar una serie tenías que hacer escenas de peleas durante 12 horas al día siete días a la semana. Era muy duro y muy exigente físicamente".
Tras meditarlo, terminó aceptando hacerse cargo del papel de Sunny, para el que tuvo que prepararse a fondo. "Seis meses antes de empezar a grabar tuve que entrenar cada día con diferentes tipos de ejercicios para poner a punto mi cuerpo, que no me lesionara grabando y tuviera suficiente fuerza para aguantar. Después tuvimos un entrenamiento de seis semanas para todos los actores para preparar las peleas. Durante esas semanas tuve un entrenamiento especial con dos espadas, nunca antes había hecho peleas con dos espadas", explica el actor.
Pero aunque las peleas coreografiadas y el lado espiritual que hay detrás de las artes marciales son una parte esencial de Into the Badlands, en los seis capítulos que componen su primera temporada la serie busca llegar a todo tipo de espectadores. "Era una de las metas principales, que no sea solo un drama de artes marciales con acción, sino que también tenga una gran historia y grandes personajes", cuenta Wu. "Ha sido un trabajo muy, muy duro, pero merece la pena, ha sido muy divertido", explica el actor, que durante el rodaje tenía un apretado horario de trabajo que ocupaba seis días a la semana combinando escenas dialogadas y dramáticas con peleas y sin abandonar el entrenamiento físico diario. "Todo, desde el drama, las peleas, el vestuario, el mundo que hemos creado, es algo que no se ha visto antes en televisión. Hemos hecho algo muy fresco y creativo", concluye.
Cine asiático frente a tele estadounidense
La mayor parte de la carrera de Daniel Wu como actor, productor y director se ha desarrollado en el cine asiático, donde la forma de trabajar es muy diferente a la de una serie estadounidense como es Into the Badlands. "Hay muchas diferencias. En Asia, el director es el número uno en una producción siempre. En una serie en Estados Unidos quien decide es el showrunner porque los directores van cambiando", señala. Además, destaca las diferencias en el aspecto tecnológico. "En Estados Unidos se usan cámaras que no tenemos en Asia. Hemos grabado escenas de peleas con una cámara que se mueve como un personaje más, da la sensación de que está dentro de la pelea", añade.
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