Pitol vuelve a la calle

El premio Cervantes acude tres días seguidos a la Feria del Libro de Veracruz El gesto desmiente a quienes sostienen que está “secuestrado"

Sergio Pitol firma libros en la Feria de Veracruz.Sergio Hernández

El escritor Sergio Pitol, de 81 años, ha vuelto a la normalidad. Tras la grave hemorragia interna sufrida a principios de año y que estuvo a punto de costarle la vida, el premio Cervantes ha dejado atrás la zona de peligro e incluso acude a actos públicos. Así ocurrió este fin de semana cuando visitó la Feria Internacional del Libro Universitario, organizada por la Universidad Veracruzana, en Xalapa. Su llegada fue reci...

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El escritor Sergio Pitol, de 81 años, ha vuelto a la normalidad. Tras la grave hemorragia interna sufrida a principios de año y que estuvo a punto de costarle la vida, el premio Cervantes ha dejado atrás la zona de peligro e incluso acude a actos públicos. Así ocurrió este fin de semana cuando visitó la Feria Internacional del Libro Universitario, organizada por la Universidad Veracruzana, en Xalapa. Su llegada fue recibida con aplausos. En el recinto, Pitol firmó ejemplares de sus escritos.

El regreso a la calle de Pitol, quien se presentó tres días seguidos a la feria, supone un claro mensaje a quienes, abanderados por su primo, Luis Demeghi, han sostenido que ha perdido sus facultades mentales y que está “secuestrado por una camarilla”.

El escritor, con una salud precaria, no puede hablar debido a una afasia progresiva

El escritor, con una salud precaria, no puede hablar debido a una afasia progresiva. Sus amigos sostienen que, pese a este problema, mantiene intacta su voluntad y que es capaz de leer y de comunicarse mediante gestos. Las acusaciones de secuestro desencadenaron en febrero una ola de indignación en el mundo literario. Escritores como Elena Poniatowska, Margo Glantz, Juan Villoro o Mario Bellatin salieron a la palestra a defender públicamente su lucidez y a pedir respeto a su intimidad.

El conflicto tiene una trastienda judicial. Una parte de la familia presentó en octubre pasado una demanda de interdicción para hacerse con la tutela de Pitol. La juez, sin embargo, decidió otorgar la custodia a un organismo estatal y nombró como cuidadoras a dos profesoras de universidad muy amigas del autor. La decisión fue temporal. El litigio sobre la capacidad mental de Pitol sigue abierto y tendrá que dirimirse en los próximos meses.

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