“No estamos haciendo una verdadera vigilancia de las variantes del virus”
La viróloga Inmaculada Casas coordina una nueva red de laboratorios para buscar posibles versiones del coronavirus más contagiosas, más virulentas o resistentes a las vacunas
La aparición de nuevas variantes del coronavirus —más contagiosas, más virulentas o incluso capaces de escapar parcialmente de las vacunas— tiene en alerta a las autoridades sanitarias en todo el mundo. Sin embargo, como advirtió la Comisión Europea hace un mes, casi todos los países de la UE están analizando las secuencias genóm...
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La aparición de nuevas variantes del coronavirus —más contagiosas, más virulentas o incluso capaces de escapar parcialmente de las vacunas— tiene en alerta a las autoridades sanitarias en todo el mundo. Sin embargo, como advirtió la Comisión Europea hace un mes, casi todos los países de la UE están analizando las secuencias genómicas del coronavirus en un porcentaje irrisorio de los casos de covid, un ritmo totalmente insuficiente para identificar la progresión de las variantes inquietantes o para detectar las que surjan. El informe de la Comisión señalaba que España estaba secuenciando y publicando apenas el 0,078% de los casos, un porcentaje mayor que el de Alemania (0,061%), pero muy inferior al de Dinamarca (15%). La institución europea ha urgido a los países miembros a obtener la información genética del coronavirus en al menos el 5% de los casos de covid y, preferiblemente, en el 10%.
La viróloga Inmaculada Casas, nacida en Madrid hace 56 años, es la encargada de coordinar la nueva red nacional de laboratorios que se está poniendo en marcha en España para acelerar el ritmo de secuenciación del coronavirus. Casas es la jefa de la Unidad de Virus Respiratorios y Gripe del Centro Nacional de Microbiología, en la localidad madrileña de Majadahonda. El año pasado no tuvo vacaciones. La viróloga fue uno de los seis miembros del comité científico que asesoraba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la primera ola de la pandemia. Este año es optimista y sueña con poder viajar a Islandia.
Pregunta. La Comisión Europea urge a los países de la UE a secuenciar, preferiblemente, el 10% de los casos de covid. ¿Cómo es posible que España solo secuencie y publique el 0,078%?
Respuesta. El secuenciar un 0,078%, o llegar a un 1%, posiciona a España como el tercer, cuarto o quinto país de la UE que más secuencia. Nosotros hemos tenido una incidencia altísima, sobre todo en la tercera ola, con lo cual necesitamos secuenciar muchísimos más casos para llegar a ese porcentaje recomendado. El consumo de recursos necesario para llegar a ese 10% es enorme. Las comunidades autónomas tienen que enfrentarse a un enorme gasto para montar este sistema, no se hace de un día para otro. Si baja el número de personas que están infectadas y se incrementan las secuenciaciones, en algún momento sí vamos a llegar a un valor muy parecido al que nos están recomendando.
P. Secuenciando solo el 0,078% de los casos, ¿es posible saber cuál es la incidencia real de las variantes del virus en España?
R. Para hablar de incidencia se necesita tener una población vigilada, pero lo que se está haciendo ahora no es exactamente vigilancia epidemiológica, es averiguar si un caso sospechoso que viene de Inglaterra, de Sudáfrica o de Brasil presenta las mutaciones que son compatibles con una variante del virus correspondiente a esas zonas geográficas. No es una verdadera vigilancia epidemiológica, es simplemente una confirmación de casos sospechosos.
“Yo creo que las vacunas van a funcionar con las nuevas variantes que estamos viendo hasta ahora”
P. El Ministerio de Sanidad publica el número de casos de cada variante confirmados, pero esto no refleja su prevalencia en España. No sabemos si es el 3% o el 15%.
R. La única manera de saber si es el 3%, el 5% o el 15% es tener un mínimo de población vigilada tomada al azar y ver si ahí está la variante británica, por ejemplo. Si solo analizamos a los que vienen del Reino Unido, por supuesto que tendrán la variante británica.
P. Ahora mismo, por lo tanto, no sabemos qué porcentaje hay de cada variante en España, porque no se está vigilando.
R. Se está poniendo en marcha un sistema de vigilancia, lo que pasa es que todavía hay pocas comunidades autónomas que puedan participar en él. Los virus secuenciados en esa población vigilada —con una serie de personas al azar elegidas por criterios epidemiológicos— sí que van a ser representativos de lo que está circulando. Nosotros teníamos montado el sistema de vigilancia para la gripe. Ahora lo que se está intentando hacer desde el Centro Nacional de Epidemiología y desde el Centro Nacional de Microbiología es montar un sistema de vigilancia de infecciones respiratorias agudas y graves, basado en cómo era el sistema centinela de la gripe, pero en hospitales. Un paciente ingresado con una infección respiratoria grave en un hospital puede ser seleccionado y se le va a hacer un análisis del virus respiratorio que tenga, sea SARS-CoV-2, gripe u otro. Eso nos va a dar una visión de las variantes del SARS-CoV-2 que están realmente circulando y de si hay gripe u otros virus respiratorios circulando a la vez. Este sistema se está empezando a montar y de aquí a un tiempo es el que nos va a dar verdadera información de vigilancia.
P. Si ese sistema con centinelas no se ha puesto en marcha en todas las comunidades autónomas, todavía no sabemos la situación real en España.
R. En las comunidades autónomas que han empezado a hacerlo tenemos una idea de las variantes del virus que están circulando y de cómo afectan a la población: por grupos de edad, por gravedad de la infección, etcétera. De cara a cumplir los requerimientos de la Organización Mundial de la Salud y del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, lo que ahora mismo interesa —además de esa vigilancia que tenemos que montar— es secuenciar virus para conocer qué ocurre con las mutaciones y con esa evolución que es normal en cualquier virus respiratorio.
“El nuevo coronavirus va a ser otro virus respiratorio más”
P. Si hace un mes apareció una variante preocupante en España, más transmisible o un poco más virulenta, ¿nos habríamos dado cuenta ya o es posible que exista desde hace un mes y haya pasado desapercibida porque estamos secuenciando poco?
R. Es que estamos secuenciando mucho, así que teóricamente sí que nos damos cuenta. Cuando en un hospital hay una tasa de mortalidad ligeramente superior, lo primero que hacen es enviarnos las muestras, porque los médicos están muy acostumbrados a que cuando ven algo raro lo envían a un centro de referencia. En el Centro Nacional de Microbiología rápidamente podemos saber si ocurre algo raro. Yo creo que, con ese tanto por ciento que se está secuenciando, podemos detectar si hay algún problema e intentar solucionarlo. Otra pregunta diferente es si conocemos la tasa de los linajes [el porcentaje de cada variante del virus]: cómo circulan y cómo han ido cambiando. La respuesta es no, porque eso no lo podemos saber.
P. Ya son cinco las vacunas menos eficaces frente a la variante detectada en Sudáfrica. El ensayo de la vacuna de la empresa Novavax sugirió además una mayor facilidad para la reinfección con esta variante. ¿A usted le preocupan estas variantes?
R. Ahora mismo, en mi opinión, no existen estudios con una casuística que pueda demostrar estadísticamente esos escapes vacunales. Quizá haya una proporción de casos que puedan escapar, pero se tienen que producir muchos cambios en la proteína de la espícula del virus, a la que van dirigidos los anticuerpos, para que la vacuna falle. Quizá esos escapes vacunales son debidos a otros motivos, como que el sistema inmune de alguna persona no haya sido suficientemente eficaz. A nivel poblacional, yo creo que las vacunas van a funcionar con las nuevas variantes que estamos viendo hasta ahora. Otra cosa es que, dentro de una semana, aparezca un virus rarísimo, lleno de mutaciones y que escape a todo.
P. La vacuna de Johnson & Johnson, por ejemplo, alcanzó una eficacia del 72% en EE UU, pero de solo el 57% en Sudáfrica. La de Novavax tuvo un 89% de eficacia en un ensayo en el Reino Unido, pero apenas un 60% en Sudáfrica.
R. Los ensayos clínicos se están haciendo a una velocidad tremendamente rápida. Siempre que se hace un ensayo de estas características está la Agencia Europea de Medicamentos y otras agencias para refrendar los resultados que se obtienen. Ahora mismo todo es tan rápido que la gente lo que hace son publicaciones científicas, que están muy bien y nos dan una visión de lo que puede ocurrir, pero no es la realidad al 100%.
“La pandemia no se va a acabar este verano”
P. O sea que usted, con lo que se sabe hasta ahora, no está preocupada por las nuevas variantes.
R. Yo no estoy preocupada.
P. ¿Cómo se imagina este verano?
R. Yo creo que las vacunas van a hacer que las medidas de control posibles no se reduzcan al confinamiento y a estar en casa sin salir, cerrando la hostelería. Cada vez más personas vamos a tener anticuerpos contra el virus gracias a las vacunas. La pandemia no se va a acabar este verano, por supuesto, porque una pandemia no se acaba en un año. Por mucho que queramos, va a ser una cuestión de años, pero este verano mucha gente va a estar protegida y eso va a cambiar un poco esa manera de apreciar la pandemia, con estas medidas tan drásticas de confinamientos y de aislamientos domiciliarios.
P. Si los grupos de riesgo van a ser vacunados antes de verano, la mortalidad caerá y en algún momento habrá que decidir quitarse las mascarillas. ¿Cuándo cree que será posible caminar por la calle sin mascarilla?
R. El coronavirus es un virus que juega a la ruleta rusa: no por no pertenecer a un grupo de riesgo estás exento de ser hospitalizado con una neumonía grave e incluso fallecer. Según va evolucionando la pandemia, cada vez más personas conocidas de mi edad han caído enfermas y han sido hospitalizadas. No por tener vacunados a los grupos vulnerables ya nos podemos quitar la mascarilla. Hasta que no tengamos la seguridad de que las personas o nos hemos infectado, con lo cual ya tenemos anticuerpos, o nos han vacunado, hay que tener un control con las medidas que hasta ahora se han implementado y que no se van a poder eliminar tan fácilmente. No se puede decir que a partir del 1 de junio, por ejemplo, ya nadie lleve mascarilla. Esas medidas van a seguir prorrogadas en el tiempo.
P. ¿Hasta cuándo?
R. Tiene que haber una incidencia bajísima. Yo creo que el virus SARS-CoV-2 va a ser otro virus respiratorio más. Si tiene una circulación estacional, nos visitará como la gripe, a finales del otoño y principios del invierno. Si circula durante todo el año, las medidas serán otras distintas.
“No sabemos cómo puede evolucionar el virus a lo largo del tiempo”
P. Salvador Illa dijo cuando era ministro de Sanidad que antes del verano estaría vacunado el 70% de la población. Si eso se cumple, ¿no deberíamos tener una cierta normalidad?
R. Lo que pasa es que falta muchísimo por estudiar. Hay un factor muy importante del SARS-CoV-2 que es que no sabemos muy bien si puede reinfectar o no. ¿Las personas que se han vacunado se van a poder infectar al cabo de un tiempo? ¿O la vacuna va a ser para toda la vida, como la del sarampión? Todavía estamos estudiando muchísimas cosas, no conocemos muchos aspectos del virus y no sabemos cómo puede evolucionar a lo largo del tiempo. Si hay un 70% de la población vacunada, todo el mundo tiene unos niveles de anticuerpos neutralizantes adecuados y no hay escapes vacunales, pues entonces ese sería un escenario. Si vemos que hay población que se ha vacunado y que se sigue infectando, ese es otro escenario. Y si vemos que no se llega al 70% de vacunados, ese es otro escenario. En función de cada escenario habrá que tomar las medidas adecuadas.
P. Un escenario probable es que algunas personas vacunadas podrán infectarse y transmitir el virus, pero no tendrán una enfermedad grave, con lo cual se eliminarían las hospitalizaciones y los muertos, aunque la gente tenga un resfriado. Así sí se podría vivir perfectamente con el virus circulando, ¿no?
R. Claro, exactamente. Cuando empieza a circular la gripe ocurre eso. El exceso de mortalidad asociado a gripe se sitúa generalmente en personas de grupos de riesgo que, por el motivo que sea, no se han vacunado. Cuando un grupo de riesgo cumple la pauta de vacunación, quizá el virus de la gripe puede seguir infectando, pero los efectos de la infección son mínimos. Yo creo que con el SARS-CoV-2 va a ocurrir lo mismo: en un principio nos vamos a vacunar casi un 80%, que es un éxito, y luego según vaya pasando el tiempo será un virus respiratorio más. A nadie le sorprende que empiece la campaña de vacunación frente a la gripe y que todo el mundo esté yendo al centro de salud a que le pongan la vacuna. Creo que con el SARS-CoV-2 va a ocurrir exactamente lo mismo.
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