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Una muestra de todas las formas de amor

El Ballet Nacional de Cuba trae al Principal de Alicante 'Shakespeare y sus máscaras'

El Ballet Nacional de Cuba durante una representación.
El Ballet Nacional de Cuba durante una representación.

El Ballet Nacional de Cuba representa este miércoles (20.30 horas) en el teatro Principal de Alicante Shakespeare y sus máscaras, también conocida como Romeo y Julieta, una de las historias más interpretadas de la obra del dramaturgo inglés, que cuenta con la coreografía de la mítica bailarina cubana, Alicia Alonso, y con una década de vida a sus espaldas cosechando alabanzas.

De esta historia, el cine y el arte han dado sobrada cuenta. Por eso la mítica prima ballerina assoluta y directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, se fijó en el Romeo y Julieta del compositor Charles Gounod (1867), nunca antes rescatada. El lugar sigue siendo Verona; el tiempo, el siglo XIII ; las familias rivales, las mismas, Montescos contra Capuletos.Y el tema principal, el sempiterno amor imposible al tiempo que incontenible de dos jóvenes.

Shakespeare y sus Máscaras regresa a tierras valencianas diez años después de su estreno mundial en la Nave de Sagunto (Valencia). Es una obra con muchos kilómetros detrás, de la que se espera un alto nivel interpretativo y una cohesión entre los bailarines que conectará perfectamente con el público; especialmente con Romeo y Julieta, interpretados por Anette Delgado y Dani Hernández.

La obra comienza con un vendedor de máscaras, que no es otro que el propio William Shakespeare, mientras duda entre ponerse una careta u otra: ¿tragedia o comedia?, se pregunta. Con este dilema arranca Shakespeare y las máscaras, una muestra”de todas las formas de amor”, como expresó en su estreno en 2003 Alicia Alonso. La bailarina cubana quiso combinar el llanto con la risa en una historia que lleva al público a un desenlace trágico tras un camino no exento de alegría .“Porque para llorar siempre hay tiempo”, como dijo una vez la mítica bailarina cubana, clarísimo puntal de la historia del ballet iberoamericano.

Shakespeare y sus Máscaras tuvo un rotundo éxito allá por donde pasó. Despliega el respeto por la tradición clásica y romántica que ha definido la línea artística del Ballet Nacional de Cuba desde que Alonso lo fundó en 1948. Desde entonces, la compañía ha encontrado un espacio entre las grandes instituciones de su género a nivel internacional gracias al rigor artístico y técnico de unos bailarines inspirados a buscar caminos danzando entre su tradición nacional y la querencia por lo contemporáneo.

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