Génova hace guiños a González
Cospedal y Santamaría asisten a un foro del presidente de la Comunidad de Madrid El acto cuenta con la presencia de todas las familias del PP
Las familias, clanes y subclanes del Partido Popular, tanto a nivel nacional como autonómico, han escenificado hoy su respaldo a Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, como nunca antes lo habían hecho. En sus ocho meses de mandato desde que Esperanza Aguirre dimitió por sorpresa el pasado 17 de septiembre, el dirigente regional no se había visto tan arropado desde que preside el principal bastión y caladero de votos popular.
La presencia en el Foro ABC-Deloitte de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y de la secretaria general de la dirección nacional del PP, María Dolores de Cospedal, a la que González se ha referido como “una buena amiga”. La asistencia de las dos mujeres con mayor poder, una por su estatus en la Moncloa y la otra por su poder orgánico, ha restado importancia a que finalmente no se hayan dejado caer por el evento ninguno de la decena de ministros en la agenda: Alberto Ruiz-Gallardón (Justicia), Ana Mato (Sanidad), Luis de Guindos (Economía), Cristóbal Montoro (Hacienda) y Fátima Báñez (Empleo). "Las importantes importantes eran ellas", han resumido distintas voces de la formación.
El tándem Santamaría-Cospedal ha sido interpretado como un guiño de cordialidad de Génova a González y sus esfuerzos por establecer una relación estable frente al sector crítico que encabeza Esperanza Aguirre, también presente, frente a las políticas de Mariano Rajoy. En un nueva muestra de su distanciamiento del pensamiento único de Aguirre, González se ha desmarcado de la idea de su mentora de que el PP celebre primarias como plantea desde hace meses el PSOE: "Son un invento de Zapatero y su partido que ha provocado un caos tremendo en el Partido Socialista. Hablan de las primarias para resolver sus conflictos y ver quién manda".
Si las críticas de la presidenta del PP de Madrid a la política fiscal del Estado ensombreció hace dos semanas el primer Dos de Mayo de su delfín, hoy todo han sido sonrisas y buenas palabras, aunque siga sin aclararse quién será el candidato del PP para las elecciones autonómicas de 2015. “Hace año y medio España no tenia Gobierno ni futuro, crédito ni credibilidad. Estábamos a punto del rescate. Se han puesto en marcha reformas que deberían haberse hecho en dos legislaturas para ser una nación creíble. Estamos recuperando el prestigio perdido”, ha valorado González, tras menú con una vichyssoise de entrante, corvina con salteado de verduritas de primero y estofado de piña con espuma de yogur de segundo, todo ello regado con un vino Real Crianza 2008.
Lejos quedaba el clima de confrontación entre el PP nacional y el cañí a raíz de ese pulso y de otros como el del euro por receta, conflicto del que no han pasado cinco meses. Es lo que ha mostrado el cónclave en el centro de Madrid con una multitudinaria flora y fauna popular, incluidos pesos pesados del partido como Javier Arenas, Carlos Floriano, Esteban González Pons, Jesús Posada o la delegada del Gobierno en Madrid y futurible a la alcaldía de la capital Cristina Cifuentes en lugar de Ana Botella, también presente. Al acto también han asistido empresarios como Florentino Pérez —que ha tenido que soportar más de una chanza por la victoria del Atlético en la final de la Copa del Rey— y el secretario general de UGT Madrid, José Ricardo Martínez.
González ha aprovechado la cita para insistir ante las enviadas de Génova y del Gobierno en su oposición al déficit a la carta que estudia el Ministerio de Hacienda. El objetivo para este año es del 1,2% —frente al 0,7% previsto antes de que Bruselas levantara la mano—, y el presidente madrileño ha enfatizado en que sea “el mismo para todos”, con un discurso especialmente crítico con Cataluña.
“El Gobierno de la nación sabe que cuenta con nosotros, que el déficit es una cosa de todos. Todas las autonomías tienen que tener el mismo objetivo, si no se mandaría un mensaje que se podría malinterpretar. No vale cambiar déficit por independencia, soberanía o agravios, eso no tiene cabida en nuestra Constitución aunque no hubiera crisis económica”, ha afirmado. Madrid no se opone a que el Estado relaje el déficit “lo que considere” con las comunidades que quiera, pero “siempre que el margen salga del que tiene el Estado, no las autonomías”. La revisión del sistema de financiación, por el que Madrid no percibe mil millones de euros este ejercicio, ha sido su otro caballo de batalla.
González también ha barrido para casa trasladando “por qué” Madrid es el laboratorio de ensayo y campo de pruebas de las políticas liberales que el PP extiende a las administraciones que controla. “El camino todavía se hará largo, hay que interpretar la realidad con datos objetivos. La crisis no ha pasado ni pasará en unos meses. Madrid comenzó a hacer reformas estructurales cuando nadie las hacía, y eso nos ha permitido llevar la crisis mejor. Con nuestras señas de identidad: reducción de la presión fiscal, liberalización de la economía, eliminación de las trabas burocráticas, bajada de impuestos… Lo aplicamos no por dogmatismo, sino por realismo pragmático. Presentamos los mejores datos económicos de España, y no es por casualidad”, ha expresado.
Sobre la reforma local, que no gusta a ningún barón regional, sea del PP o del PSOE, González considera que “no es necesario drásticos cambios, sino definir las competencias y dotarlas de recursos; lo que hay que hacer es reformar el estado protector, sobredimensionado y caduco, aprovechando todos los recursos, públicos o privados, para que los servicios perduren en el tiempo”. También ha reconocido que no le importaría devolver a Moncloa las competencias en justicia: “Realmente no tenemos competencia en ella, salvo en la gestión de sus medios materiales”.
Pese al mes y medio de retraso que Las Vegas Sands lleva en las previsiones iniciales para presentar su proyecto definitivo de casinos y congresos, González se ha mostrado tranquilo. El presidente de la Comunidad ha restado importancia al tiempo trascurrido, y se ha mostrado muy confiado en que el Estado tenga en cuenta una de las grandes exigencias de Sheldon Adelson: que se pueda fumar en sus casinos. “No tenemos competencias en materia de tabaco, pero estoy convencido de que no se va a dejar perder un proyecto de semejante inversión. Creo que tendrá una rápida solución”, ha recalcado.
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