Brasil dice que vetó a Venezuela en los BRICS porque abusó de su confianza tras las elecciones
Maduro considera el bloqueo brasileño “una agresión y un gesto hostil”, pero Brasilia no le perdona que prometiera difundir las actas electorales y nunca lo hiciera
Vladimir Putin telefoneó al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva el pasado martes, el día que recibía a los mandatarios participantes en la cumbre de los BRICS a la que el brasileño no pudo viajar por un accidente doméstico de última hora. Ambos conversaron durante 20 minutos. Como era de esperar, el ruso se interesó por el estado de salud de su colega, como detalló la Presidencia brasileña. Pero Putin ha revelado este jueves que también hablaron de Venezuela, a la que el veto brasileño ha impedido sumarse al club de países que reclama un mundo menos eurocéntrico y más multipolar. Brasil ha explicado que impedir a Caracas la incorporación a los BRICS obedece a que el presidente Nicolás Maduro abusó de la confianza de Lula tras las elecciones presidenciales al incumplir la promesa de presentar las actas oficiales de los resultados, según ha explicado a O Globo, Celso Amorim, asesor presidencial para asuntos internacionales.
El presidente Nicolás Maduro, que viajó a Kazán en uno de sus escasos desplazamientos fuera de Venezuela, tuvo que vivir en persona al bochorno de que, en presencia de Putin y del chino Xi Jinping, un Lula ausente lo dejara fuera de los BRICS. Maduro ha expresado su furia este jueves por la noche mediante una nota en la que califica el veto brasileño como “una acción que constituye una agresión a Venezuela y un gesto hostil” además de “inexplicable e inmoral”. La nota, que apunta su dedo acusador contra Itamaraty, la cancillería, y no contra el presidente Lula, presenta la posición de Brasil como una continuación del boicot que le hizo a Caracas el presidente Jair Bolsonaro, de extrema derecha.
Putin se ha referido a Lula y a la situación venezolana en su comparecencia ante los medios al concluir la cumbre. “Conocemos la posición de Brasil, no estamos de acuerdo, Venezuela está luchando por su supervivencia”, ha dicho el mandatario ruso, según Folha de S.Paulo. “Conozco al presidente Lula, un hombre muy decente y honesto. Estoy seguro de que abordará la situación a partir de ese punto. Me pidió que yo hablara con Maduro, espero que la situación se resuelva”.
El mandatario ruso, que junto a China es el principal sostén económico y diplomático de Maduro, era partidario de acoger a Venezuela en los BRICS+ pero Putin ha revelado que eso solo ocurrirá cuando haya consenso entre los socios del club.
Los BRICS+ es ya es un club de nueve miembros y ahora ha aceptado a 13 países más como asociados. Representa cuatro veces más población que el G7. Sus socios suman menos PIB que el club de las mayores economías (un 26% del total mundial frente a casi un 43%) pero lo supera si se calcula con paridad de poder adquisitivo (un 35% frente a casi el 30%), según datos del FMI.
El antiguo canciller brasileño Amorim ha expuesto la principal razón del veto a un país que hasta antes de las presidenciales marcadas por las fuertes sospechas de fraude era considerado amigo. “El problema con Venezuela [en los BRICS] no tiene que ver con la democracia, sino con un abuso de confianza. El abuso de confianza fue algo grave. Nos dijeron algo y no se hizo”, ha declarado. El presidente Lula envió a Amorim a Caracas para seguir sobre el terreno las elecciones presidenciales del 28 de julio. Al día siguiente de los comicios, el enviado brasileño acudió al palacio de Miraflores a reunirse con Maduro y este, según O Globo, se comprometió a hacer públicas las actas que supuestamente iban a confirmar su triunfo. Poco después, la oposición publicó copias digitalizadas de más del 80% de las actas del recuento, que indicaban una victoria arrolladora de Edmundo González. Durante semanas Brasil reclamó a Maduro, junto a Colombia, México y Estados Unidos, la documentación, pero este no la ha presentado.
En Brasil se da por descontado que el 10 de enero Maduro tomará posesión para un tercer mandato y que la relación bilateral quedará congelada. Brasilia descarta la ruptura de relaciones diplomáticas. No es su estilo. Lejos queda la cumbre de presidentes sudamericanos que Lula organizó en Brasilia en 2023, al inicio de su mandato, en un intento de romper el aislamiento internacional de Maduro y el chavismo.
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