El periodista José Rubén Zamora saldrá de la cárcel y continuará bajo arresto domiciliario en Guatemala

El periodista guatemalteco José Rubén Zamora, exdirector y fundador de ‘elPeriódico’, obtuvo un fallo que le permitirá salir de prisión, volver a su casa y continuar bajo arresto domiciliario después de más de dos años encarcelado. Desde su detención el 29 de julio de 2022, Zamora se ha declarado preso político, perseguido por el Gobierno del expresidente Alejandro Giammattei (2020-2024), a quien investigó y criticó durante su getión, y por la fiscal general, Consuelo Porras, incluida en la lista Engel del Departamento de Estado de Estados Unidos, que registra a personas corruptas y antidemócratas.

El fallo considera que “por razones de derechos humanos el plazo de prisión ha excedido los límites”. “También hay que tomar en consideración que el señor Zamora Marroquín goza del arraigo correspondiente para que se pueda reflejar este tipo de beneficios”, es decir, el arresto domiciliario, dijo Erick García, el juez que celebró la audiencia. La decisión incluye también “la prohibición de salir del país sin autorización judicial”, agregó el magistrado.

Zamora estuvo aislado y durante los primeros 17 meses fue víctima de malos tratos calificados como tortura por distintos organismos en defensa de los derechos humanos. El diario que fundó en los noventa, elPeriódico, desapareció el año pasado a consecuencia de su detención y de los intentos de la Fiscalía por investigar a sus reporteros. El medio se caracterizó por sus reportajes de investigación y por desvelar la corrupción de los Gobiernos de turno. El periodista fue vinculado a dos casos por supuesto lavado de dinero, obstrucción de la justicia y otros delitos. En uno de esos procesos ya había obtenido el beneficio de arresto domiciliario en agosto. Sin embargo, tuvo que continuar en la cárcel porque tenía pendiente resolver esta segunda petición, la cual se retrasó debido a ausencias de la fiscalía y de los querellantes.

“Muy satisfecho. Valoro esto que está sucediendo”, dijo sonriente Zamora tras la audiencia, que terminó con un sonoro aplauso de los presentes. El traslado de Zamora a su casa podría concretarse este mismo sábado. “Todavía hay que procesar lo vivido, no solo ha sido la cárcel [...]. Hubo 200 personas que perdieron su empleo, mi hijo menor destruyó su carrera académica en la [Universidad] Del Valle. Hay mucho que procesar”, agregó Zamora, que tras salir de prisión acudirá a un hospital para un chequeo médico.

“Zamora vuelve a casa. La justicia comienza a llegar, el ciclo oscuro va a terminar”, escribió el presidente, Bernardo Arévalo, en la red social X. Sus palabras hacen referencia a la etapa de corrupción e impunidad promovida por un sector del poder judicial. Justo esta semana, las Cortes de justicia de Guatemala cambiaron su cúpula, pero la preocupación por la independencia de la justicia y la estabilidad democrática en el país centroamericano todavía persiste. La mayoría de los magistrados que integrarán la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y algunos de la Corte de Apelaciones figuraron en un famoso caso de corrupción, conocido como “comisiones paralelas”. Además, llegaron a los cargos juristas apadrinados por viejos operadores políticos, quienes estuvieron presos por amañar la elección de las Cortes en 2014 y 2019, o por diputados cuestionados.

De acuerdo con un informe de la organización Impunity Watch publicado el jueves, Erick García, el juez que liberó a Zamora, fue denunciado y “estigmatizado” en redes sociales en un intento de presionarlo para que fallara en contra del periodista. Al mismo tiempo, una decena de abogados y abogadas que asumieron la defensa del periodista abandonaron el caso por presiones externas o procesos penales que los llevaron a la cárcel. “La persecución penal en contra de José Rubén también atenta contra la libertad de expresión y busca acallar las voces críticas en el país”, denunció Impunity Watch en un comunicado apoyado por 18 organizaciones internacionales que exigían la libertad de Zamora.

Zamora permaneció encarcelado en las celdas del cuartel Mariscal Zavala, en Ciudad de Guatemala. Siempre sostuvo que los casos en su contra fueron un montaje. “Se me está juzgando por haber denunciado permanentemente la corrupción y defendido la libertad de expresión en el país. Y sigo siendo víctima de procesos judiciales sin garantías y al derecho de defensa”, denunció. “Siempre he sido consciente de que no me iba a dejar vencer”, manifestó en entrevista con EL PAÍS el pasado febrero desde la cárcel.

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