Trump amenaza a Colombia
La gravedad de las declaraciones del estadounidense implican concentración total del Gobierno colombiano para desescalar una amenaza sin precedentes


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Buenos días,
Bienvenidos a otras horas de vértigo que ojalá en un rato sean solo una ola que pasó sin estragos. La verdad es que ya no se puede hablar de días o semanas, el ritmo actual de los acontecimientos se define por los pocos minutos que pasan entre un tuit del presidente Gustavo Petro y otro o por los mensajes cada vez más intimidantes de Donald Trump. Es el último diciembre del Gobierno de Petro y comenzó, como siempre, agitado pero con una amenaza de agresión sin precedentes de boca de un personaje impredecible como Trump.
Vamos a los hechos. En medio de la presión sobre Nicolás Maduro, desde la Casa Blanca, el presidente estadounidense suele lanzar amenazas, improperios o justificaciones de 80 muertos en ataques extrajudiciales en aguas del Caribe. Había anunciado hace días el cierre del espacio aéreo venezolano y ataques por tierra. Y este martes, extendió sus amenazas a Colombia. Dijo que el país también puede ser blanco de “ataques en tierra”. “He oído que Colombia produce cocaína. Tienen plantas de fabricación. Y luego nos venden cocaína. Cualquiera que haga eso y la venda a nuestro país está sujeto a ataques, no necesariamente solo Venezuela”.
La respuesta de Petro tardó unos minutos nada más. El colombiano le dijo que no amenace nuestra soberanía porque eso equivale a declarar la guerra y “despertará al jaguar”. También lo invitó a destruir juntos los laboratorios de cocaína. “Venga señor Trump a Colombia, lo invito, para que participe en la destrucción de los 9 laboratorios diarios que hacemos para que no llegue cocaína a EEUU”. Petro, en alusión a los ataques extrajudiciales contra lanchas en el Caribe, le dijo a Trump que él sin misiles ha destruido 18.400 laboratorios en lo que va de su gobierno. Finalmente, lo conminó a que no dañe “dos siglos de relaciones diplomáticas”.
La amenaza no ha suscitado una ola de apoyo nacional. Es más, el candidato presidencial Juan Manuel Galán difundió un mensaje en X en el que no criticaba la agresión, sino que justificaba las declaraciones de Trump. Ante las críticas, lo borró. Mientras se da un agravio así, que en un momento normal implicaría todo el trabajo diplomático para desescalar, Petro ocupa tiempo en X criticando al periodista Ricardo Calderón (que no tiene redes) por la investigación sobre los presuntos vínculos de un militar y un miembro de la Dirección Nacional de Inteligencia con las disidencias de alias Calarcá.
El presidente ha hecho su propia indagación y “autorizó” al general y al funcionario de inteligencia a demandar al reportero. El mismo que durante años ha denunciado la corrupción de los militares. Días atrás, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) le dijo al Gobierno que debe frenar la narrativa de estigmatización en contra del periodismo y respetar las denuncias de alto interés público. Sin embargo, ha doblado la apuesta. “El mismo periodista Ricardo Calderón aparece grabado en las cámaras de seguridad de la cárcel Sijin yendo a conversar con el preso, autorizado por la fiscal del caso”, escribió Petro sobre un hecho que no representa ningún delito: cientos de presos dan entrevistas en todo tipo de casos.
Finalmente, un tema que no puedo dejar pasar. Ante las denuncias de violencia machista que hizo Karen Santos, exesposa del empresario Ricardo Leyva, el presidente nos dejó claro a todas las colombianas que él, como cabeza del Estado, no haría nada para protegernos en un caso de feminicidio. Los videos que muestran a Leyva pegándole brutalmente a Santos y la denuncia de ella sobre otros hechos como golpes y amenazas con cuchillo son estremecedores. Pero solo valieron una frase corta, una burla de Petro, el mismo que en campaña se puso el pañuelo feminista. “Yo no me meto en esas peleas. De ahí solo se sale aruñado por todas partes”, dijo el presidente que se autodenomina progresista.
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