Lucho Garzón regresa a la política para liderar la lista al Senado de la Alianza Verde y En Marcha
El sindicalista y exalcalde de Bogotá acepta la candidatura para buscar “un acuerdo nacional”. “El gran error de Gustavo Petro es que se convirtió en un disolvente”, dice


Lucho Garzón, el primer alcalde de izquierdas de Bogotá (2004-2007), regresará a la política para liderar la lista al Senado de la coalición entre Alianza Verde y En Marcha, gracias a la cabeza del segundo partido, el exministro y precandidato presidencial Juan Fernando Cristo. “Yo lo llamo Cristo redentor: sacó el acuerdo de paz de 2016 después de la pérdida del plebiscito y le mamó gallo a [Álvaro] Uribe”, declaró el lunes en la tarde en una reunión del aspirante presidencial con liberales que lo apoyan. “Su paciencia y capacidad para construir acuerdos son justamente lo que Colombia necesita”, añadió. Horas después, la centrista Alianza Verde le dio su visto bueno a Garzón para liderar una coalición legislativa que las dos colectividades integran junto a la Alianza Social Independiente (ASI), el Partido Demócrata Colombiano y Colombia Renaciente. El exalcalde será el nombre fuerte de una alianza enfocada en el Congreso, sin un candidato común a la Presidencia.
“La idea [de la coalición] es un acuerdo nacional sobre lo fundamental. Y yo trabajo por un acuerdo nacional, mi vida ha sido eso”, ha declarado Garzón este martes en Caracol Radio. Se ha mostrado en sintonía con el mensaje de unidad de Cristo, que promovió estos diálogos entre fuerzas políticas como ministro del Interior de Gustavo Petro entre julio de 2024 y febrero de este año. El flamante candidato al Senado, que tiene una larga vida política sin haber sido congresista, ha recordado que participó en administraciones de distinto signo político, como la de Juan Manuel Santos (2010-2018), y ha contrastado esta visión con la del presidente actual. “El gran error de Gustavo Petro es que se convirtió en un disolvente, más que en un aglutinante”, ha comentado sobre quien fuera su copartidario en el primer partido de unidad de izquierda de Colombia, el Polo Democrático. Aunque Garzón ha valorado la reforma laboral y la pensional del Gobierno, ha cuestionado la propuesta de una Asamblea Constituyente y la polarización que produjo.
En sus declaraciones radiales, el exalcalde se ha pronunciado sobre los distintos candidatos que aspiran a la Presidencia. Ha señalado que, como parte de En Marcha, respaldará a Cristo “si sigue ahí” en unos meses —el exministro apenas tiene un 0,2% de intención de voto en la última encuesta Invamer—. También ha comentado que apoyó al petrista Iván Cepeda en la consulta del Pacto Histórico y que algunos han sido “injustos” con él, pero ha matizado que no significa que lo vaya a votar el año que viene. Respecto al centro, espectro en el que se ha movido en los últimos años, ha definido a los principales aspirantes, Claudia López y Sergio Fajardo, como “puntos de referencia clarísimos”. Ha evitado opinar sobre a quién debería respaldar la Alianza Verde, que aún no define a su candidato presidencial.
El exalcalde enfatiza en una conversación teléfonica con este periódico que representará tanto a En Marcha como a la Alianza Verde, que pondrá el aval formal para la candidatura. “Tengo doble militancia sin ser militante: no soy militante de En Marcha aunque fui fundador y no soy militante del Verde aunque fui parte”, comenta. Asimismo, señala que el próximo cuatrienio legislativo será clave y que por eso dejó atrás su reticencia a ser legislador. “Prefiero un centímetro de Ejecutivo a 10 kilómetros de Legislativo, pero creo que el próximo Congreso va a ser demasiado importante para la legitimidad en Colombia. Se necesitan grandes reformas. Si no, vendrá la Constituyente”, apunta.
La crisis en la Alianza Verde
La designación de Garzón es una victoria para Cristo, que el lunes recibió el apoyo de congresistas y exministros liberales que se oponen al respaldo de otro sector del partido tradicional al ultraderechista Abelardo de la Espriella. La Alianza Verde, el partido más grande de la coalición para las elecciones legislativas, está profundamente dividida entre afines al Gobierno, otros más cercanos a la derecha del uribismo, y todo tipo de matices entre esos dos extremos. Allí Garzón derrotó al senador de derechas Jota Pe Hernández y la senadora de centro Angélica Lozano, dos de los legisladores más visibles del partido, pero parados en orillas muy distantes. Ese respaldo es clave, ante la incertidumbre jurídica en torno a En Marcha —la Corte Constitucional ordenó la semana pasada la inscripción del partido de manera provisoria ante un fallo del Consejo de Estado que anuló su personería jurídica en 2024—.
El partido que suma una veintena de congresistas aceptó entregar la cabeza de lista a un candidato de En Marcha que tiene corazón verde, pues ayudó a fundar el partido a finales de la primera década del 2000. Hernández, un youtuber ultraconservador que ha sido uno de los principales opositores al Gobierno de Petro, señaló en su mensaje de derrota que el partido valoró la trayectoria del antiguo líder sindical. “Los argumentos fueron que gran parte de sus 75 años se los dedicó al verde”, dijo en X.
Una figura de consenso
Aunque lleva años retirado de la primera línea política, Garzón es una figura bien valorada. Sus asesores nunca consiguieron convencerlo de usar corbata, ni siquiera cuando fue alcalde, y siempre pidió que lo siguieran llamando Lucho, como todos lo conocen con cariño. De origen humilde, fue miembro del Partido Comunista y se forjó en la lucha sindical. Después de una candidatura presidencial de izquierdas en las elecciones de 2002 —que ganó Álvaro Uribe—, se lanzó a la Alcaldía por el Polo Democrático. Bajo esa fuerza de unidad de la izquierda gobernó la capital colombiana entre 2004 y 2007.
El Polo se fracturó después de su administración. Garzón se salió del partido para encontrarse con otros dos exalcaldes de Bogotá, Antanas Mockus y Enrique Peñalosa, en el entonces pequeño Partido Verde, que lanzó a Mockus para las presidenciales de 2010. Fue la recordada ‘ola verde’, que perdió con Juan Manuel Santos en la segunda vuelta. Después hicieron parte de la coalición de Gobierno de Santos, y Garzón fue ministro de Trabajo en su segundo periodo. También coqueteó con la idea de volver a lanzarse a la Alcaldía en 2019, entonces por el partido En Marcha, pero al final declinó para apoyar a Claudia López.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma











































