Certificación y fumigación: una semana crucial de la lucha antidrogas
Los caminos son tres: una certificación plena, una descertificación parcial o una total, este el peor de los escenarios. En el campo, hay expectativa por las declaraciones de Petro sobre el regreso de la aspersión aérea


[Esta es la versión digital del newsletter semanal de Colombia, que se envía todos los miércoles. Si quiere suscribirse, puede hacerlo a través de este enlace.]
Esta semana en el país político reina la palabra certificación; en el país real, especialmente en el campo, fumigación. Ambos confluyen en un mismo problema: el combate al narcotráfico. Y en los dos, se siente la incertidumbre.
En el primer caso, se está a la expectativa por la decisión del gobierno de Donald Trump sobre certificar; es decir, si el gobierno de Estados Unidos encontrará suficiente el compromiso colombiano en la lucha contra las drogas, para así mantener o no la ayuda económica y militar para esa guerra. Los caminos son tres: una certificación plena, una descertificación parcial o una total, el peor de los escenarios. Se trata de un instrumento de política exterior que Estados Unidos utiliza desde la década de los 80 y que marcó en particular al mandato de Ernesto Samper en 1996, en medio del proceso 8.000. En ese momento, el país fue descertificado y el entonces mandatario denunció que la certificación se usó como método coercitivo contra su Gobierno.
La descertificación ha rondado como un fantasma durante este año, en medio de las desavenencias entre el presidente Petro y el Gobierno de Trump, y más ahora, en el contexto del despliegue de buques norteamericanos en aguas del Caribe. El momento no podría ser más complejo: Trump caracteriza a los grupos narcos como terroristas y, bajo esa denominación lanzó un ataque- al parecer con un dron- que mató a las once personas que iban en una lancha supuestamente con drogas. Además, clasificó a Nicolás Maduro como jefe del cartel de los soles. De otro lado, Colombia llegó a las 253.000 hectáreas sembradas con coca en 2023, el dato más reciente y el mayor registrado en la historia.
Esto conecta con la otra palabra que marca el país en los últimos días, el amago de regreso de la fumigación aérea. En este caso, la realidad terminaría por imponerse o chocar con las intenciones del presidente Petro. El mandatario, que prometió no bombardear campamentos de grupos armados y luego cambió esa decisión ante la ofensiva de las disidencias de la guerrilla y del Clan del Golfo, ahora anuncia su deseo de dar vuelta atrás con la fumigación aérea de cultivos de uso ilícito. Tras la asonada y retención de militares número treinta en los últimos 8 meses, Petro planteó el regreso de esa estrategia tan criticada por él años atrás. “Dada la táctica mafiosa de oponer personal civil al Ejército, la Corte Constitucional debe reconsiderar su sentencia. Allí donde la ciudadanía ataque al Ejército habrá fumigación aérea”, dijo este lunes.
La fumigación aérea con glifosato está suspendida en Colombia desde 2017 bajo el principio de precaución por sus efectos nocivos en las personas y en el medio ambiente. Antes de ser presidente, Petro decía que en su gobierno no habría una gota del herbicida. Sin embargo, en meses pasados ya se había levantado polémica porque su Gobierno compró 22.000 litros de glifosato para fumigación terrestre.
En un mensaje cruzado, el ministro del Interior, Armando Benedetti, dijo en Blu Radio que “no se ha planteado el uso del glifosato para la aspersión”. Así las cosas, como señalan varios analistas, la declaración de Petro sería entonces un mensaje para el Gobierno de Estados Unidos de cara a la eventual certificación o descertificación y una advertencia a los grupos armados que instrumentalizan a la población civil para evitar la presencia del Ejército en sus territorios.
Otras historias
Esta es una breve selección de otras noticias recomendadas de EL PAÍS América Colombia:
El presidente de Colombia critica al Gobierno por mantener detenido a Enrique Márquez, un destacado opositor venezolano.
Las remesas de los colombianos superan el valor de las exportaciones petroleras
El dinero enviado desde el exterior se convierte en un ingreso vital para la economía del país sudamericano. Para final de año se acercarán al 3% del PIB.
Quibdó inaugura la primera casa de partería oficial
La capital del Chocó abre un espacio en el que las parteras tradicionales podrán atender mujeres gestantes, fortalecer sus conocimientos y enseñar a otras.
Juan Carlos Florián, el primer funcionario LGBTI en liderar la cartera, produce una ola de reproches al despedir a una reconocida activista trans.
La joven de 23 años no presentó el examen Saber Pro, requisito legal para graduarse en julio pasado ni cuenta con la experiencia necesaria para el cargo al que aspira.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
