Ir al contenido
_
_
_
_

La mini reforma laboral de los liberales pone en riesgo el plan político de Petro

El proyecto para aumentar la jornada nocturna y el pago del trabajo en domingos y festivos es un obstáculo para que el Gobierno obtenga los votos que requiere la consulta popular en el Senado

Gustavo Petro en Bogotá, Colombia, el 18 de marzo de 2025.
Juan Miguel Hernández Bonilla

La propuesta del presidente Gustavo Petro de hacer una consulta popular para que la ciudadanía decida si quiere que se mejoren los derechos laborales en Colombia ha estado rodeada de incertidumbre desde que se lanzó. Pero ahora está en un riesgo mayor. El Gobierno solo puede convocarla con el visto bueno de la plenaria del Senado. Hasta hace dos semanas esa votación parecía solo un trámite porque ninguna fuerza política parecía estar dispuesta a negar que el pueblo, como dice Petro, expresara sus deseos en las urnas. Sin embargo, la radicación de una mini reforma laboral por el Partido Liberal ha cambiado ese escenario y tiene preocupado al Ejecutivo.

El proyecto de ley, firmado por más de 24 congresistas de la colectividad liderada por el expresidente César Gaviria propone ampliar la jornada nocturna y aumentar el pago extra por el trabajo en dominicales y festivos. Son, justamente, los dos asuntos más notorios de la fallida reforma laboral de Petro, y los que el presidente quiere incluir en su consulta, que anunció como respuesta al hundimiento de su reforma por una comisión del Senado. Apoyar el proyecto es la excusa perfecta para que muchos sectores políticos del Senado, que no han acompañado al Gobierno en las últimas votaciones, tampoco avalen la consulta. El argumento que tienen en mente varios parlamentarios es que el proyecto evitaría gastar tiempo y dinero en una consulta de resultados inciertos –para ser probada necesita 13 millones de votos, cuando el presidente fue elegido con menos de 12 millones – y lograría el mismo resultado en esos dos asuntos, y de forma más rápida. Una consulta triunfante no crearía una ley, sino que obligaría al Congreso a tramitarla en el futuro.

El caso más evidente del efecto que ha tenido la mini reforma es el del presidente del Senado, el conservador y opositor Efraín Cepeda. Aunque inicialmente se mostró dispuesto a aprobar la realización de la consulta, parece haber cambiado de opinión. Esta semana anunció que su partido estaría de acuerdo con el proyecto. “Podemos reunir un consenso en esa iniciativa, que es como la almendra de lo que hemos podido aprobar y que tenía el Partido Conservador. De manera que en eso podemos actuar muy rápidamente“, dijo frente a la reforma. Y ante la pregunta de si le parecía necesaria la consulta, añadió: “Yo creo que no, creo que son dos cosas distintas. Además, no sabemos ni cuáles son las preguntas, ni cómo son, ni a dónde va encaminada. Si tiene que ver solamente con lo laboral o si siguen haciendo política con los comités”.

La senadora Nadia Blel, presidenta de la Comisión donde se hundió la reforma laboral de Petro y conservadora, también cuestionó la necesidad de la consulta. Dijo a El Espectador que ni siqueira está segura de que el Gobierno la presente oficialmente. “Lo que más me duele de esa consulta es el tema de los recursos. No comparto que se utilicen esas plataformas para hacer campañas electorales (...) ¿Por qué si el Gobierno en realidad quiere mejorar las condiciones de los colombianos no utiliza esos recursos, que son más de $700.000 millones, para mejorar la inversión, la salud y las condiciones de vida?”, afirmó, retomando un argumento usual contra los mecanismos de participación democrática.

Las posiciones de las dos cabezas visibles del partido Conservador en el Senado hacen pensar que la mayoría de esa bancada votará a favor de la reforma y en contra de la consulta. En paralelo, en las últimas semanas ha habido reuniones de los conservadores, los liberales y el partido de La U –que respaldaron a Petro en los primeros meses del cuatrenio pero se han ido alejando del Gobierno– para unificar sus posturas frente a esta decisión y de cara a las elecciones de 2026. Si bien aún no han tomado decisiones oficiales, es muy probable que voten de la misma forma. El expresidente Gaviria y una de las copresidentes de La U, Clara Luz Roldán, han tenido posturas muy críticas con el Ejecutivo.

Se descuenta que van a votar contra la consulta las bancadas del Centro Democrático y Cambio Radical, declaradas de oposición. Hace unos días, el expresidente Álvaro Uribe dio a entender en su cuenta de X que así votaría el grupo que encabeza: “Nuestro partido ha hecho oposición a las reformas desde que se anunciaron. El partido ha sido firme en la oposición en el Congreso”. El director del Centro Democrático, Gabriel Jaime Vallejo, confirmó que no votarían en favor del mecanismo de participación ciudadana.

Cambio Radical, por su parte, fue la primera bancada en anunciar su rechazo a la idea. “Interpretando el sentir de millones de colombianos que no participaron en las manifestaciones de la reforma laboral, el partido ha decidido no apoyar en la plenaria de Senado la consulta popular que promueve el gobierno de Gustavo Petro”. Germán Vargas Lleras, líder de esa colectividad y precandidato presidencial, lo ha reiterado. “La consulta, la famosa consulta, en nada beneficiará a los trabajadores, tampoco generará un solo empleo, ni permitirá que millones de colombianos que se encuentran en la informalidad accedan a uno”, dijo el ex vicepresidente.

El Gobierno entonces solo tiene asegurados los votos del Pacto Histórico y del Partido Comunes. Ni siquiera la totalidad del Partido Verde tiende a apoyar al proyecto. Es probable que senadores como Jota Pe Hernández e Iván Name, fuertes opositores, voten en contra. Sumados a la oposción, a los cristianos, los liberales, los conservadores y La U, sumarían por lo menos los 59 votos que aseguran hundir la consulta en el Senado.

Por ahora, se espera que el Gobierno defina las 12 preguntas que conformarán la consulta. El ministro del Interior, Armando Benedetti, ha dicho que radicarán la propuesta en el Congreso después de Semana Santa. Mientras tanto, el Gobierno lanzó una plataforma virtual para que la ciudadanía proponga preguntas. En el Ejecutivo saben que si el Senado la niega, el Presidente tendrá que buscar caminos para implementar su fallida reforma y para mantener las banderas de los derechos laborales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Miguel Hernández Bonilla
Periodista de EL PAÍS en Colombia. Ha trabajado en Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS, en Madrid, y en la Unidad Investigativa de El Espectador, en Bogotá. En 2020 fue ganador del Premio Simón Bolívar por mejor reportaje. Estudió periodismo y literatura en la Universidad Javeriana.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_