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Las primeras reuniones del acuerdo nacional despejan el camino para las reformas sociales de Petro en el Congreso

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se reunió esta semana con senadores del Partido de la U y representantes a la Cámara de los partidos Liberal y Conservador para discutir las reformas laboral, a la Salud y la ley de Jurisdicción Agraria

Senadores asisten a un debate en el Congreso en Bogotá (Colombia). El 20 de junio 2024.
Senadores asisten a un debate en el Congreso en Bogotá (Colombia). El 20 de junio 2024.Carlos Ortega (EFE)
Juan Miguel Hernández Bonilla

El Gobierno de Gustavo Petro ha cambiado en pocos meses la estrategia para sacar adelante sus grandes reformas sociales en el Congreso de la República. En los primeros días de la legislatura que inició el pasado 20 de julio, el Ejecutivo ha dejado de lado la confrontación directa con los parlamentarios en pos de construir una relación más tranquila con las bancadas. Solo en esta semana, el nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se ha reunido por separado con senadores del partido de La U y con representantes a la Cámara de los partidos Liberal y Conservador, todas colectividades con parte de los votos inciertos que definen las mayorías. Estos primeros encuentros empiezan a despejar el camino para que las reformas laboral y a la salud, y la que crea la jurisdicción agraria, encaren los debates legislativos con menos oposición previa y más concertación.

El representante a la Cámara por el partido Conservador, Juan Carlos Wills, asistió al encuentro con los ministros. “Fue una reunión exitosa porque el Gobierno ya no tiene la intención de presentar sus reformas de manera obstinada y solo con su ideología”, resume el congresista por Bogotá en diálogo con EL PAÍS. “Ahora, el Ejecutivo quiere que las reformas sean consensuadas, que los diferentes partidos y corrientes políticas, incluso de la independencia y de la oposición, participen en la construcción de los proyectos y se logre un acuerdo”.

Este cambio de método empezó hace unas semanas liderado por el mismo presidente Petro, que ha abandonado los ataques directos a los congresistas en su cuenta de X, y que ha dejado de hablar de la criticada asamblea constituyente para sacar adelante los cambios que propone. Al contrario, en sus discursos del 20 de julio y el 7 de agosto ha insistido en la idea de llegar a un “acuerdo nacional” con los partidos políticos, los empresarios y las organizaciones sociales en torno a sus promesas de campaña. Se trata de una propuesta que ha aparecido y desaparecido de sus iniciativas políticas a lo largo de estos dos años, pero que algunos de sus alfiles, como el senador Iván Cepeda, han enarbolado de manera permanente como camino para lograr mejoras en el país.

Esa actitud conciliadora contrasta con las veces en que el presidente criticó fuertemente al legislativo por hundir sus proyectos de ley. Hace apenas unos meses, el primer mandatario de izquierda en la historia reciente de Colombia acusaba a los senadores que votaron en contra de su reforma a la salud de ser “parlamentarios financiados por unos extranjeros”, y decía de quienes no apoyaban su reforma pensional que “salen a las calles a defender banqueros y no a defender a nuestros abuelos”. Ahora, en cambio, ha reconocido la independencia y el valor de los congresistas para consolidar las reformas prometidas en campaña.

Para ello ha sido clave su nuevo encargado de las relaciones políticas, el ministro Cristo. Hace un mes, el veterano político de origen liberal dijo en entrevista con este medio que uno de sus principales objetivos al frente de la cartera es ayudar a “bajar el tono de la discusión pública”. Si se cambia el tono de agresión mutua por uno de respeto, cree Cristo, las probabilidades de éxito de las reformas se multiplican. Justamente con esa finalidad ha liderado los encuentros, que hasta el momento son unos primeros acercamientos en los que no se ha llegado a ningún acuerdo concreto para que los partidos apoyen con votos las reformas.

El senador cordobés Julio Elías Chagüí, del partido de La U, fue uno de los miembros de su bancada (que tiene 11 senadores) que aceptaron la reunión con Cristo. Cuenta que fue un espacio de diálogo en el que cinco ministros les presentaron sus proyectos. Además de Cristo, en ese encuentro participaron también el encargado de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo; y las ministras de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, Justicia, Ángela María Buitrago, y Agricultura, Martha Carvajalino. “Nos explicaron los puntos principales de las reformas y aclararon algunas dudas personales que teníamos. No era una reunión para llegar a acuerdos o definir los votos”, insiste Chagüí.

El representante Wills y el senador Chagüí hacen parte de dos partidos bisagra, que tienen los votos para definir el futuro de los proyectos de ley. Coinciden en que el éxito de las reformas dependerá de qué tanto esté dispuesto el Ejecutivo a incluir los cambios que propondrán los partidos, y reconocen que estas reuniones son un primer paso para mejorar la deteriorada relación de Petro con el Congreso. “El Gobierno está haciendo su tarea de escucharnos. Vamos a apoyar las reformas en tanto tengan en cuenta nuestras sugerencias”, resume el senador de La U. El representante conservador lo complementa: “Se ha llamado a un gran acuerdo nacional, nosotros queremos participar y seguir adelante siempre y cuando el gobierno atienda los requerimientos y el sello de cada colectividad”. Representantes a la Cámara del Partido Liberal también reconocen la nueva actitud del Gobierno. El representante por Putumayo Carlos Ardila lo celebró así en declaraciones a medios de comunicación: “Este es el verdadero acuerdo nacional: hablar de las reformas que se discuten en el Congreso. Hemos tenido oportunidad de escuchar a los ministros, construir con ellos las iniciativas”.

En un comunicado del Ministerio del Interior, publicado después de las tres reuniones, el ministro Cristo insiste en que está cumpliendo “con la misión encomendada por el presidente Gustavo Petro de no presentar proyectos ante el Congreso, sin antes socializarlos y escuchar diferentes opiniones”. Resalta que es apenas el primer paso para llegar a un gran acuerdo nacional. “La tarea del Ministerio del Interior, que estamos trabajando con todo el gabinete ministerial, es generar un clima de consensos en el país que nos permita que el Congreso de la República pueda asumir el compromiso de avanzar en las reformas que le sirvan al país”, ha dicho. Y añade: “Necesitamos, además, avanzar en la construcción de consensos dentro de la institucionalidad y estamos trabajando con las diversas bancadas en la construcción de un Acuerdo Nacional que vaya más allá de la agenda legislativa”. Los otros puntos que planea incluir son el cumplimiento de los acuerdos de paz ya firmados, y un pacto por la autonomía territorial que reduzca el centralismo.

Tras estas reuniones vendrá la presentación formal de los proyectos en el Congreso. En la tarde de este miércoles, congresistas cercanos al Gobierno radicaron la ponencia de reforma laboral para su segundo debate en la Cámara de Representantes. El texto, que fue aprobado en la Comisión Séptima en junio, mantiene el espíritu de consenso que logró la ministra Ramírez. Para que los congresistas pasaran la reforma, la sindicalista de larga trayectoria cedió en los apartados relativos a los derechos colectivos y sindicales, pero logró salvar los avances en las reglas individuales de los trabajadores, principalmente en condiciones más beneficiosas en las horas extra y el recargo dominical. El plan del Gobierno es discutir el texto con todos los partidos durante las próximas dos semanas, para avanzar en acuerdos antes de que inicié un debate que se prevé difícil, en la plenaria de la Cámara.

El camino de la nueva versión de la reforma a la salud, mucho más corta que la muy debatida propuesta anterior, es similar. Se espera que la próxima semana el Gobierno radique el texto de 49 artículos que ya ha acordado con varias de las EPS, las entidades aseguradoras cuya existencia suscitó una agria polémica y terminó con el fracaso de la propuesta. La idea es que las sugerencias de los partidos sean tenidas en cuenta en el texto y que el trámite inicie en la Comisión Primera del Senado, que tiene como presidente a Ariel Ávila, del partido verde y viejo aliado del Gobierno.

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Sobre la firma

Juan Miguel Hernández Bonilla
Periodista de EL PAÍS en Colombia. Ha trabajado en Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS, en Madrid, y en la Unidad Investigativa de El Espectador, en Bogotá. En 2020 fue ganador del Premio Simón Bolívar por mejor reportaje. Estudió periodismo y literatura en la Universidad Javeriana.
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