El condenado exsenador Musa Besaile acepta cargos por defraudar el sistema de salud
El ‘cartel de la hemofilia’ robó más de 50.000 millones de pesos entre 2013 y 2016
El exsenador del departamento de Córdoba Musa Besaile, ya condenado por nexos con grupos paramilitares e investigado por el caso Odebrecht, se ha declarado culpable este martes de otra corruptela más. En esta ocasión, se trata de un entramado criminal conocido como el cartel de la hemofilia. De acuerdo con la Corte Suprema de Justicia, Besaile y otros políticos crearon un registro fraudulento de pacientes inventados que supuestamente tenían hemofilia, un trastorno poco frecuente en el que la sangre no coagula de la forma habitual. El objetivo era cobrar los servicios al sistema de salud, del cual robaron más de 50.000 millones de pesos (unos 13 millones de dólares) entre 2013 y 2016.
El exrepresentante del Partido de la U aceptó cargos ante la Sala Especial de Instrucción en Bogotá por los delitos de concierto para delinquir agravado, peculado por apropiación agravado y contrato sin cumplimiento de requisitos legales. Se acogerá a sentencia anticipada y el proceso pasará a la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema.
Besaile, que se quedó con 2.350 millones de pesos (unos 700.000 dólares) por el entramado, no era el único político cordobés involucrado en la trama. Según el acta de formulación de cargos, el exsenador armó la operación criminal junto con Alejandro Lyons, gobernador del departamento entre 2012 y 2015. La Fiscalía también ha acusado a Edwin Besaile, el hermano de Musa y quien reemplazó a Lyons en el cargo y gobernó en Córdoba de 2016 a 2019, de estar involucrado en el cartel. Ninguno de los dos exgobernadores ha sido condenado por este caso.
Besaile y Lyons ya se encuentran presos por otra corruptela, conocida como el cartel de la Toga. En ese escándalo, estos políticos cordobeses pagaron a magistrados de la Corte Suprema de Justicia por no revelar que tenían nexos con grupos paramilitares. El entramado se destapó en 2017. Besaile fue capturado en octubre de ese año tras admitir que había entregado 2.000 millones de pesos al magistrado de la Sala Penal Gustavo Malo Fernández para que frenara una orden de captura que se iba a emitir en su contra.
En abril de este año, el exsenador de origen caribeño fue condenado a más de siete años de cárcel por parapolítica. La Sala Penal de la Corte Suprema concluyó que Besaile fue “fundamental” para poner en marcha el proyecto político-social que lanzaron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en Córdoba. El político tuvo lazos con Salvatore Mancuso, el exlíder paramilitar del Bloque Córdoba y hoy gestor para la paz total, “con la finalidad de controlar la administración pública regional y tener representación en el Congreso de la República”.
En enero de este año, Besaile volvió a ser noticia luego de que su hijo, Musa Besaile Flores, se reuniera en Córdoba con Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro. La reunión enredó la trama de las elecciones locales y regionales de 2023 y generó dudas sobre una posible alianza con clanes tradicionales en el Caribe. Tal alianza nunca se concretó y Nicolás Petro entró en su propio escándalo.
Ahora, tras esta nueva aceptación de cargos por delitos en su departamento natal, Musa Besaile padre espera otra condena que le sumará aún más años de cárcel. Mientras tanto, su hermano Johnny heredó su caudal político y es senador por el Partido de La U.
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