James, la autodestrucción de un ídolo
La abrupta salida del Olympiakos complica el futuro del diez colombiano y amenaza su lugar en la selección a meses del inicio de las eliminatorias sudamericanas
Llegada la madurez, el otrora precoz prodigio colombiano no deja de dar tumbos. James Rodríguez, el diez de una selección en deuda de reinventarse, sorprendió este jueves al anunciar que no seguirá jugando en el Olympiakos griego menos de un año después de su llegada, y antes de que acabe la temporada. No llegó a revelar las razones de su salida, que cayó como una bomba en su país. A pesar de las palabras amables de lado y lado, la prensa colombiana no tardó en convertirse en un hervidero de rumores sobre un supuesto encontronazo con el nuevo técnico del club justo cuando estaba por definir su renovación.
A James nunca se le puede dar por muerto. A lo largo de su carrera, el juvenil goleador del Mundial de Brasil en 2014 se ha sacado de la manga más de una resurrección inesperada, pero a sus 31 años también acumula contratos que se han quedado truncos por una u otra razón. Es la tercera ocasión consecutiva desde su salida definitiva del Real Madrid en 2020 en la que el diez abandona anticipadamente su club. Del Everton, ante la llegada de Rafa Benítez, que ya había sido su tormento en el Madrid, se fue un año antes de acabar su contrato para fichar por el Al-Rayyan de la exótica liga catarí. Parecía un ocaso prematuro e indigno para una zurda que se paseó por Porto, Mónaco, Madrid y Bayern de Múnich, más aún después de que Colombia naufragó en las eliminatorias a Qatar 2022. Pero James rescindió el pasado septiembre para recabar en la Superliga griega.
Con el Olympiakos volvió a dar señales de ser un futbolista de élite. Disputó 23 partidos, marcó cinco goles y dio seis asistencias en una temporada turbulenta para el club del Pireo. El francés José Anigo, con el que se rumoran los desencuentros, fue su tercer técnico tras la reciente salida del español José Miguel González. El vigente campeón, eliminado de la Copa de Grecia, marcha tercero en la liga por detrás del AEK Atenas y el Panathinaikos. Para James, que recibe una atención abrumadora en su país, su aventura en Atenas no tuvo final feliz. La noticia se debate apasionadamente, como cada uno de los pasos de una trayectoria llena de cabos sueltos.
“Cada vez se cierra más las puertas”, señala Juan Felipe Cadavid, periodista deportivo de Caracol Radio. “Siento que las posibilidades de verlo en equipos de ligas grandes o que peleen por el título son cada vez menores”. A la continuidad que se le reclama en su equipo a una figura de selección no ayudan las lesiones —leves pero constantes— que lo aquejan desde hace años, principalmente en el sóleo. “Es imposible decretar que un talento diferencial como el de James se haya extinguido, pero tanto la edad, como su condición física son condicionantes al momento de fichar por clubes de gran relevancia internacional”, apunta Sarah Castro, periodista que cubre a la selección desde 2013 y ha dirigido As Colombia.
“No creo que esté comprometido el mercado de James, él sigue teniendo ofertas”, matiza Nicolás Samper, cronista deportivo de RCN Radio. “Se ha especulado que en Turquía lo quiere el Besiktas, se habla también del fútbol de Brasil, que es muy competitivo. Lo que pasa es que es complicado que un jugador no haya durado en un club. Sus últimos pasos en diferentes equipos han sido muy cortos”, subraya. James es ahora agente libre, un obstáculo menos para cualquier club que desee ficharlo. Pero para seguir en Europa tendría que esperar al menos hasta el segundo semestre, y esa inactividad abre otros interrogantes frente a la selección de Colombia, que ha sido su refugio.
Después de la eliminación rumbo a Qatar 2022, cuando James dejó de ser indiscutido, la Federación Colombiana de Fútbol decidió encargarle enderezar el rumbo al argentino Néstor Lorenzo, que había sido asistente de José Néstor Perkerman en Brasil y Rusia. Cuando asumió, tendió la mano a los ‘históricos’, al punto que ni siquiera ha prescindido de Radamel Falcao García a sus 37 años. Pero convocar a un James inactivo sería difícil de justificar mientras el calendario apremia. La próxima fecha FIFA es en junio y las eliminatorias sudamericanas arrancan en septiembre. Su talento diferencial y el peso de su figura en la historia del fútbol colombiano lo han convertido en un jugador relevante para Lorenzo, destaca Sarah Castro. “Es imposible escribir el futuro sin reconocer la historia, pero los argumentos del entrenador escasearán para citar a un futbolista sin equipo, sin entrenamiento, sin ritmo de competencia”, vislumbra.
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