Los museos agonizan en Barranquilla
Una tormenta perfecta ha ocasionado que estén cerrados los cuatro más importantes espacios artísticos de la principal ciudad del Caribe colombiano
La ciudad que ha estado acostumbrada a mostrar sus maravillas ya no cuenta con tres de sus más grandes escenarios culturales. Los presupuestos inciertos, ingresos degradados, y la falta de apoyo distrital han ocasionado el cierre del Teatro Amira de la Rosa, el Museo del Caribe, y el Museo de Arte Moderno de Barranquilla (MAMB), los principales centros artísticos de La Arenosa.
En los años 80, mientras la ciudad vivía un declive, la Cámara de Comercio de Barranquilla comenzó a darle más protagonismo al arte. En junio de 1982 el Banco de la República inauguró el único teatro y complejo cultural, Amira de la Rosa. El edificio hoy se encuentra abandonado y tiene una estructura inestable que requiere de intervención urgente. El teatro, que lleva el nombre de la autora del himno de la ciudad, la poeta Amira Arrieta McGregor de De la Rosa, fue por más de 30 años el escenario de presentaciones musicales, danzas, y conciertos. Pero en 2015 comenzó a presentar fisuras y desprendimientos.
El director de infraestructura del Banco de la República, Luis Francisco Álvarez Corredor, explica que un estudio técnico mostró que no contaba con un diseño sismorresistente y que algunos elementos estructurales estaban corroídos, lo que comprometía la estabilidad de la edificación. El Banco decidió cerrarlo en julio de 2016. Corredor afirma que el Banco avanza en un proyecto de modernización y reestructuración del Teatro, que esperan que en 2027 ya esté funcionando. “El proceso ha sido lento, pero ofrecerá la posibilidad de realizar actividades adicionales a las que se venían haciendo”, señala.
El museo icónico que cerró por falta de recursos
El Museo del Caribe, el único en Colombia dedicado a una región, cerró sus puertas antes de la pandemia y de forma indefinida. El edificio, ubicado en una zona de renovación del centro histórico de Barranquilla llamada Parque Cultural del Caribe, proponía al público un recorrido por la historia de la cultura caribeña en seis salas, una de estas dedicada a Gabriel García Márquez. Su apertura, en 2009, fue un acontecimiento fundamental en la búsqueda de una ciudad más interesada en la historia de su región. La exdirectora del museo, Carmen Arévalo, cuenta que cuando se inauguró el lugar, “el país quedó descrestado”. Se presentaba como un centro innovador e interactivo que permitía resaltar la cultura del Caribe.
Los problemas en la estructuración del proyecto y en la obtención de recursos económicos fueron difíciles de solucionar. Arévalo explica por teléfono que los ingresos eran inciertos. Las entidades que lo apoyaban financieramente no garantizaban un ingreso sostenible y su propuesta museológica multimedia exigía un mantenimiento riguroso de los equipos tecnológicos y la reposición de los que presentaban fallas. El museo cayó en un déficit que se volvió inmanejable. Cerró sus puertas en 2018 de forma provisional y en enero de 2020, cerró por segunda vez e indefinidamente.
El museo de arte moderno, también cerrado
El Museo de Arte Moderno de Barranquilla (MAMB), la apuesta para acercar el arte moderno y contemporáneo al público, se encuentra cerrado desde marzo de este año. El museo, fundado en 1996, funcionaba en un edificio en el centro histórico de la ciudad. Aunque el plan era instalarse de forma definitiva en el complejo del Parque Cultural, la obra está paralizada debido a que el escenario está bajo la responsabilidad de un privado, la Corporación Parque Cultural del Caribe, que afronta problemas económicos. La directora del museo, María Eugenia Castro, explica que el museo continúa ofreciendo actividades educativas, pero ha tenido que suspender las exposiciones por falta de una sede propia.
El museo más tradicional agoniza
Lo que queda del escenario más tradicional, el Museo Romántico, es deprimente. Fundado por el historiador Alfredo de la Espriella en los años 80 del siglo XX en una casona del tradicional barrio El Prado, se encuentra tan abandonado que ni siquiera tiene luz. La electricidad fue suspendida por falta de pago y posible embargo judicial.
El museo estuvo cerrado entre 2018 y abril de 2022, cuando logró reabrir con un horario especial, en el que no fuera necesario usar la electricidad. El plan es conseguir apoyos del Distrito, que amontona pedidos de ayuda de varios centros culturales que tienen los mismos problemas.
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