Colombia rectifica, y ahora sí condena la violación de derechos humanos en Nicaragua

Tras dos semanas de especulaciones alrededor de por qué Colombia se ausentó en la sesión de la OEA en la que se iba a votar una resolución de condena al régimen de Nicaragua, el canciller colombiano, Álvaro Leyva, ha roto su silencio. En su primera entrevista desde que fue nombrado en el cargo, Leyva ha condenado la violación de los derechos humanos en el país centroamericano y ha ratificado que existe una gestión para la liberación de presos políticos.

En la entrevista, exclusiva con Daniel Coronell, para la W RADIO, el ministro ha aclarado que Colombia no es un país aliado ni respalda al régimen de Daniel Ortega. “El Estado tiene que manifestarse y el presidente Petro, representado por la Cancillería, debe manifestar claramente que de ninguna manera estamos con el señor Ortega, una cosa es una acción humanitaria y otra cosa es una confusión”, dijo Leyva. “Hay un problema de carácter humanitario que hay que resolver así desaparezca el señor Ortega”, agregó el canciller, que anunció que Colombia firmará en los próximos días una resolución de condena a Nicaragua. “Todo tiene un límite, llega un momento en que la buena voluntad se agota. Aun firmando una resolución, dejamos la preocupación por los que están detenidos, ¿nos vamos a cruzar de brazos dejando que esa gente padezca, sufra?”, cuestionó.

La ausencia deliberada de Colombia en la sesión de la OEA llevó a que la oposición política al Gobierno de Gustavo Petro tuviera muy pronto un motivo para cuestionarle. Desde la derecha se promueve una moción de censura contra el canciller, a un mes de su llegada al cargo. La cancillería, hasta hoy, apenas había emitido un comunicado en el que decía que el país no había acudido a la citada reunión por razones estratégicas y humanitarias, no ideológicas. “La ventana de oportunidad para una acción humanitaria de envergadura en Nicaragua coincidió con la votación de ese día”, señalaba el documento, sin dar más detalles. “El nuevo Gobierno de Colombia promueve y defiende los derechos humanos tanto en el país como en el exterior”, agregaba la comunicación firmada por el canciller Leyva.

Las razones sobre las que se especulaba desde entonces, terminaron siendo replicadas desde Managua por el periódico nicaragüense El Confidencial. Según la publicación, la negociación que proponía Colombia ―y que tenía que ver con su silencio― implicaba reconocer el fallo de La Haya a cambio de la liberación de presos políticos. El periodista Daniel Coronell había revelado que Bogotá intentaba negociar con Managua la aplicación de la sentencia, del pasado abril, para que les permita a los pescadores raizales de San Andrés seguir trabajando en esas aguas que La Haya concedió a Nicaragua desde 2012.

“¿Tiene que ver con el derecho a la pesca de las comunidades raizales de San Andrés en aguas que la Corte de La Haya declaró nicaragüenses?”, le preguntó Coronell al canciller, que ha insistido en que la apuesta diplomática de Colombia también pasa por la “paz total”, el corazón de la política de Gustavo Petro. “Fue una razón absolutamente humanitaria. Este Gobierno, desde el comienzo, habla de la paz total incluso más allá de las fronteras. Cosas de orden público no se pueden tratar a las patadas, metiendo a los enemigos a la cárcel. Vengo defendiendo los derechos humanos desde 1984, que no se piense que estamos mezclando una actitud llena de principios con el caso del litigio en La Haya”, respondió el canciller, que desde que tomó posesión ha sido una de las figuras que ha liderado el acercamiento con la guerrilla del ELN, para allanar el camino hacia una nueva negociación de paz.

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