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El apoyo a Fico Gutiérrez agrieta el liderazgo de César Gaviria en el Partido Liberal

Un grupo de liberales reta al expresidente a dejar la dirección del partido si el exalcalde de Medellín pierde las elecciones

Elecciones apoyo a Gustavo Petro
El Congreso Nacional Liberal Progresista, en apoyo de la candidatura de Gustavo Petro, en Bogotá, el 17 de mayo de 2022.Cortesía

La enorme polarización que marca la campaña electoral colombiana amenaza con resquebrajarlo todo. Incluso el Partido Liberal, que no tiene candidato para las presidenciales, sufre el terremoto que genera la dicotomía que divide al país entre Gustavo Petro y Fico Gutiérrez. La decisión de César Gaviria, presidente de la formación, de entregar su apoyo y el de los liberales al candidato de la derecha sentó como una puñalada a varios sectores del partido. La tensión ha ido en aumento y, con las urnas a poco más de una semana, un grupo minoritario de liberales que apoyan al líder de izquierdas han elevado el tono contra Gaviria: “Si el pueblo colombiano elige a Gustavo Petro como su presidente tenga la grandeza de devolverle las llaves del partido al pueblo, porque usted ya no es nuestro líder y no nos representa”.

César Gaviria enfrenta una rebelión entre buena parte de sus filas. El otro expresidente vivo del Partido Liberal que se mantiene activo en política, Ernesto Samper, sucesor del propio Gaviria entre 1994 y 1998, también lo ha desafiado abiertamente. Le ha pedido al mandatario que si Gutiérrez pierde las elecciones, y Petro las gana con el apoyo de lo que él considera las bases liberales, abandone la jefatura del partido y “se los devuelva para que lo reconstruyan”. En la visión de Samper, la reunión esta semana de los liberales progresistas (aunque aún minoritaria) con el Pacto Histórico es una fecha emblemática que marca el comienzo del “deslinde entre el ala derechista y neoliberal del Partido Liberal y la tendencia socialista y solidaria que quiere la paz y la integración regional”.

El pulso de expresidentes que ha lanzado Samper ha tenido ecos. El senador liberal Luis Fernando Velasco, uno de los primeros disidentes que optó por sumarse al Pacto Histórico, la variopinta coalición de izquierdas, antes incluso de que el partido fijara su posición, fue uno de los más críticos contra César Gaviria en el encuentro. “Si gana el candidato de los conservadores y del Centro Democrático, nosotros entenderemos que su liderazgo volvió al partido uno reaccionario y de derecha y consecuentes, buscaremos otros espacios”, le lanzó. “Pero si el pueblo colombiano elige a Gustavo Petro como su presidente, tenga la grandeza de devolverle la llave del partido al pueblo”, añadió.

El apoyo de Gaviria a Fico llegó en un momento inesperado. El líder liberal, que decidió no jugar de la baza de presentar un candidato a las presidenciales, se dejó querer durante unos meses por los dos candidatos con más opciones de ocupar la Casa de Nariño. Todo hacía suponer que no se decantaría hasta una eventual segunda vuelta, lo que elevaba el precio de un apoyo que es buscado por todos. El Partido Liberal forma con el Conservador el núcleo duro de la política tradicional colombiana. Aunque en las últimas dos décadas han perdido fuerza por la formación de nuevas siglas, el lanzamiento de candidaturas independientes y el aumento de las coaliciones, ambos partidos son la base política de todos los demás.

Tanto Petro como Fico buscaron el apoyo de los liberales. La decisión de Gaviria cayó como un misil en la campaña del Pacto Histórico y empoderó la del exalcalde de Medellín, que encontró un camino seguro que transitar hacia el ansiado centroderecha, del que lo separa el apoyo cerrado que le dio el uribismo. Hace cuatro años, el apoyo del Partido Liberal en la segunda vuelta fue al actual presidente Iván Duque, el candidato del Centro Democrático de Álvaro Uribe.

Las voces contra esa decisión del expresidente surgieron dentro del partido desde el primer momento. El congresista liberal Juan Carlos Losada, que antes de celebrarse las primarias ofreció su respaldo al precandidato del centro Alejandro Gaviria, anunció por redes sociales que no seguiría la decisión del partido. “Tropezar dos veces con la misma piedra es inaceptable. (...) La candidatura de Gutiérrez representa un modelo de sociedad que pretende dejar incólumes las razones de fondo que desataron el estallido social; también significa un modelo político de representación que debe hacer parte del pasado y que la ciudadanía ya ha sabido rechazar, con toda contundencia, en las calles y en las urnas”.

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Gaviria hizo oídos sordos a las críticas. Después de oficializar el respaldo a Gutiérrez, incluso salió el fin de semana a acompañarlo en eventos de plaza pública para agitar el tradicional trapo rojo. Y lo hizo precisamente en el Eje Cafetero, donde el expresidente juega de local, pues es oriundo de Pereira, unas de las tres capitales de la zona junto a Manizales y Armenia. Es además uno de los lugares donde Gutiérrez cuenta con mayor acogida. En las encuestas, el candidato de la derecha ha aparecido como el mejor posicionado en el bloque de Antioquia y el Eje Cafetero, la única región en la que encabeza los sondeos.

El resultado electoral marcará también el futuro del Partido Liberal. Habrá que ver si la polarización que ahora tensa las costuras de la formación acaba por resquebrajar el todopoderoso liderazgo de Gaviria o la crisis es producto de la tensión del momento. Gaviria también va a las urnas, aunque su nombre no esté en ningún sitio.

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