Javier Fernández: “No quiero un candidato de unidad, quiero un PSOE unido”

El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, cree que la unidad del partido no está reñida con que pueda haber más de un candidato para liderar a los socialistas en el congreso del partido, aún sin fecha fija, pero que se prevé para antes del verano. "Yo creo que no va a haber uno. A mí no me importa que haya varios candidatos... Yo no quiero un candidato de unidad, yo quiero un partido unido", ha expresado este martes en una entrevista en Onda Cero.

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El responsable de la dirección interina socialista ha recalcado que "eso se puede conseguir con cuatro candidatos", antes de poner como ejemplo que del congreso en el que fue elegido José Luis Rodríguez Zapatero "hubo cuatro [aspirantes a la secretaría general] y salió un partido unido". El último presidente del Gobierno del PSOE se impuso en julio de 2000 a José Bono por nueve votos en un proceso al que también concurrieron Matilde Fernández y Rosa Díez. "Habrá un debate, espero que de ideas y no sé con cuántos candidatos", ha apuntado Fernández.

Distintos líderes territoriales y referentes del partido se han pronunciado los últimos días respecto a la posibilidad de que haya o no varios aspirantes en liza. Por el momento, nadie se ha postulado formalmente, aunque tanto la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, como Pedro Sánchez, último secretario general, han medido fuerzas en varios actos. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, dijo este lunes que "los liderazgos personales pasan". "El debate interno enriquece si somos capaces de poner las ideas por encima de los personalismos", razonó. El portavoz en el Parlamento Europeo, Ramón Jáuregui, afirmó que le gustaría que hubiera un solo candidato en el congreso. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, mostró su deseo el viernes de que el congreso del PSOE "no se cierre en falso" y sea "convergente".

La petición de primarias y un congreso inmediato que demandan las diferentes plataformas de militantes que se están organizando por toda España —este lunes le llegó el turno a la de Castilla y León, a cuya presentación acudieron unas 300 personas en Valladolid— no es, subraya Fernández, un inconveniente para él. "Pedir primarias es como pedir que amanezca: las va a haber", ha aseverado. Otra cuestión es que la fecha del congreso no le parece que sea "una cuestión tan determinante" como reclaman los partidarios de que los militantes voten lo antes posible.

"El PSOE tiene una cultura, una tradición, un proyecto que se tendrá que liderar. No al revés", entiende Fernández, que insiste en que respecto a la conferencia política de 2013 ha habido una serie de novedades que afectan a los socialistas de forma directa. Por ejemplo, entonces Podemos "no había emergido y buscaba la hegemonía en la izquierda". "Esas cosas habrá que hablarlas, como el Brexit. [...] Tampoco nos vamos a inventar ahora la socialdemocracia. Lo que ocurre es que este congreso no es extraordinario, es ordinario, porque el anterior se hizo hace cinco años", ha continuado. En las plataformas de afiliados abundan quienes defienden precisamente que el congreso que se debe celebrar es extraordinario tras la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general en el turbulento comité federal del pasado 1 de octubre.

La mala relación que Fernández mantiene con Podemos —en buena parte, por su experiencia como presidente de Asturias en el Parlamento regional— ha vuelto a quedar de manifiesto. "La podemización es cuando una organización recurre a las consignas, a las simplificaciones, a las frases hechas", ha señalado. Nada más asumir la tarea de dirigir la gestora Fernández afirmó que creía que el PSOE se había "podemizado". "Este es un partido con casi 140 años. Es distinto de una organización que acaba de aparecer y está convirtiendo la indignación en política", dijo en su primera semana al frente de la gestora.