El mandato de Bruselas sobre ajustes y reforma laboral entra en campaña

El próximo Gobierno tendrá que ahondar en la reforma laboral y afrontar más ajustes para cumplir con la reducción del déficit y no malograr la incipiente recuperación. Así lo pide la Comisión Europea en un informe sobre España tras el rescate bancario, adelantado el lunes por EL PAÍS, que no ha extrañado a los partidos. Cada uno tiene su receta y aunque no hay unanimidad sí existe un cierto hilo común entre las formaciones de izquierda al proponer la derogación de la reforma laboral, lo que no comparte del todo Ciudadanos. La izquierda se alinea con Bruselas en el reproche al PP por bajar los impuestos.

El Gobierno actual se queda con la parte favorable del informe de la Comisión Europea, titulado Informe de Vigilancia posPrograma de España, que no es pequeña ya que aprueba la mayor parte de sus actuaciones. Así, el presidente del Ejecutivo y del PP, Mariano Rajoy, dio por sentado que si gana las elecciones “no se bajará del tren de las reformas porque sería peligroso para España”. A la hora de concretar, los partidos políticos no coinciden en el contenido de esas reformas. Los socialistas parten de la base de que España necesitará renegociar plazos y condiciones para cumplir los criterios de déficit, lo que resultará imposible con los Presupuestos aprobados para 2016. Esa incredulidad ya la mostró la Comisión Europea.

En absoluto está de acuerdo el PSOE en ahondar en la reforma laboral, puesto que su intención es derogarla y sustituirla por otra legislación a través de un nuevo Estatuto de los Trabajadores, como explica el coordinador del programa económico, Jordi Sevilla. Para ese mandato o sugerencia de la Comisión Europea, que no se cuente tampoco con Podemos e IU. Ciudadanos, por su parte, no es tan drástico y aprovecharía partes de la reforma laboral aunque con incorporaciones como el contrato único, tan dcnostado por el resto de los partidos.

En el diagnóstico de la Comisión sobre la gravísima situación del empleo en España coincide Luis Garicano, coordinador del programa económico de Ciudadanos. La dualidad del mercado laboral es un problema de primer orden.

En el reequilibrio de ingresos y gastos, todos, menos el PP, abogan por una reforma fiscal pero también muy diferente. Ciudadanos y el PP, en contra del criterio de Bruselas, apuestan por una rebaja de impuestos, lo que supone una temeridad para el PSOE, Podemos e IU. Los socialistas creen que España no está para una rebaja generalizada de impuestos, sino para una reforma que grave el patrimonio y sociedades y luche contra el fraude. La subida de impuestos es mucho más intensa en el programa de los partidos de Pablo Iglesias y Alberto Garzón.

No así en Ciudadanos, que estructura el IRPF en cuatro tramos con una reducción en todos ellos de la presión fiscal. La política fiscal será uno de los caballos de batalla de la próxima legislatura. Reducir el déficit, rebajar impuestos y conservar el Estado de bienestar es, en estos momentos, incompatible. Así lo ven el PSOE, Podemos e Izquierda Unida-Unidad Popular.

La Comisión Europea pide cumplir el déficit a toda costa y el compromiso de los partidos españoles es hacerlo aunque con otro ritmo.

La flexibilidad del calendario la defienden ya PSOE, Ciudadanos y Podemos. No obstante, en la Comisión Europea se tiene muy en cuenta que la presión fiscal en España está por debajo de la media europea.

Más allá de las reformas, el principal quebradero de cabeza para Bruselas respecto a España son las cuentas públicas: el Ejecutivo comunitario considera que España no cumplirá con el déficit ni en 2015 ni en 2016, precisamente por la rebaja de impuestos. El Gobierno de España defiende en Bruselas que ha conseguido crear empleo con bajo crecimiento, pero la respuesta comunitaria es que la dualidad entre contratos fijos y temporales es desmesurada.