El PSOE, a la caza del desencantado
Los socialistas lanzan la precampaña europea con la vista puesta en la calle Valenciano, a los manifestantes: “No basta con indignarse, hay que votar”
El pasado día 22, una gran manifestación de protesta reunió en Madrid a decenas de miles de ciudadanos provenientes de distintas partes de España y afectados por distintos problemas. Fue una especie de resumen de la crisis: desahuciados, profesores, médicos y familias afectados por los recortes en servicios públicos, agricultores, jubilados, desempleados... La dirección del PSOE no envió representación a esa marcha de la dignidad —ni fueron invitados ni los socialistas podían compartir algunas de las posiciones recogidas en el comunicado—, pero sí defendió la legitimidad de la protesta y tomó buena nota. De esa manifestación como de tantas otras que se han sucedido en los últimos años, al tiempo que las encuestas arrojaban un creciente desafecto ciudadano hacia los grandes partidos políticos.
Pasado, presente
El pasado del PSOE —Felipe González y Alfonso Guerra fueron presentados como “hacedores de la democracia”; José Luis Rodríguez Zapatero, aplaudido por su “lucha por las mujeres”— se mezcló ayer con el presente y quizá el futuro del partido. Desde el atril, Elena Valenciano saludó a Eduardo Madina y Patxi López, que suenan para las primarias. Antes dijo a Rubalcaba: “Gracias por cumplir tu palabra y hacerte cargo del partido en un momento difícil. Gracias por no haberte dejado quebrar”.
Ahora, los socialistas ven una triple oportunidad en las elecciones europeas de mayo: recuperar para su causa a muchos exvotantes del PSOE desencantados, atraer a parte de esa ciudadanía que reniega de los partidos y, a partir de ahí, tomar fuelle para intentar volver al poder en España en 2015. Todo eso se respiraba este domingo en el mitin de lanzamiento de la precampaña de las europeas que el PSOE organizó en Madrid y en el que la candidata, Elena Valenciano, arropada por 2.000 simpatizantes y la plana mayor del partido, deslizó un mensaje a los manifestantes: “No basta con indignarse, hay que votar y ganar. El voto es a lo que más miedo le tienen los poderosos”.
Al mitin acudieron los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y el exvicepresidente Alfonso Guerra, además del secretario general del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el alemán Martin Schulz, candidato común de los socialdemócratas europeos. Y fue Schulz quien arrancó los aplausos más sonoros con un ejercicio de autocrítica: tras recordar que la crisis ha traído “sacrificios para los ciudadanos y miles de millones para los bancos”, aludió a las culpas propias: “Los socialistas pagaron caras las responsabilidades asumidas durante nuestra tarea de gobierno. La gente no se sintió protegida. ¿Confía la gente en nosotros para protegerles? ¿Los votantes nos abandonaron o fuimos nosotros quienes abandonamos a los votantes?”, preguntó a “todos los socialistas europeos” y al auditorio. “Solo si somos capaces de compartir el dolor de los que sufren recuperaremos su confianza y mereceremos ganar”, dijo. Luego, como Valenciano, pidió a los desencantados que vuelvan ya: “Si sientes que la izquierda ha perdido sus referencias en los últimos años, es el momento de volver a casa, a la familia socialista”.
Valenciano, que lleva semanas en precampaña aunque oficialmente se lanzaba este domingo, subrayó que “nunca como ahora hizo tanta falta que ganen los socialdemócratas”, porque la UE se juega “todo lo conseguido en 50 años”. “La igualdad, la libertad, la prosperidad” e incluso “la paz”. Para recuperar todo eso, cuyo desmontaje los socialistas atribuyen al poder de la derecha en la UE, la candidata y vicesecretaria general del PSOE prometió ser “valiente” y levantar “muchas banderas”: el empleo juvenil, la libertad de las mujeres —y su seguridad frente a la violencia machista— y la lucha por los derechos laborales. Tanto ella como Schulz se comprometieron a impulsar desde Bruselas varias directivas: entre ellas, una mayor regulación del sistema bancario y medidas contra el fraude fiscal. “Es simple: el país en el que se generen los beneficios de las multinacionales es el país en el que se tienen que pagar los impuestos”, defendió el socialista alemán. La española apostó por una directiva que prohíba las amnistías fiscales en los países.
Valenciano y Rubalcaba ironizaron sobre la falta de candidato en el PP. “¿Cómo van a pedir a la gente que les vote, si su candidato está debajo de la cama y no quiere salir?”, preguntó el secretario general. “No es que Rajoy no quiera poner un candidato, es que nadie quiere poner la cara por Rajoy”, dijo Valenciano. Todos recordaron al primer presidente de la democracia, Adolfo Suárez, fallecido el domingo anterior. Rubalcaba le agradeció que no guardase “una sola gota de rencor” por los ataques furibundos que recibió cuando era presidente.
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