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EL PAÍS TV estrena ‘El rincón de los inmortales’

Las brillantes combinaciones de ajedrez que convirtieron en inmortales a sus autores

Leontxo García
Niños aprendiendo a jugar al ajedrez.
Niños aprendiendo a jugar al ajedrez. Carlos Rosillo

El ajedrez hechiza a los aficionados, pero no sólo por el juego en sí: 15 siglos de historia, personajes fascinantes, conexiones de gran interés con diversas ramas de la ciencia y el arte, perfecta adaptación a Internet… Todo ello se fusiona en El Rincón de los Inmortales, un nuevo espacio en La Pasión del Ajedrez, la sección que EL PAÍS inauguró el 12 de febrero, un día después de que el Parlamento español apoyase por unanimidad la introducción del ajedrez como asignatura.

En ese rincón sólo entrarán, desde hoy, las combinaciones más brillantes, que convirtieron en inmortales a sus autores. Leontxo García elegirá una por semana y la explicará en un vídeo para que cualquier aficionado pueda disfrutarla, sea cual sea su nivel técnico, glosando además la personalidad de los jugadores y el contexto histórico.

El criterio para elegir la combinación que se publicará cada semana es cronológico, empezando a mediados del siglo XIX, cuando el ajedrez dio un salto importante en cuanto a calidad técnica. Aunque el espíritu romántico impregnó también el deporte mental, de modo que la creación de belleza era casi tan importante como la victoria, ya no se trataba de buscar el jaque mate a cualquier precio, sino que la estrategia y los planes a medio y largo plazo empezaron a ser los hilos conductores de las grandes luchas.

El ajedrez hecho arte,
con independencia de que también sea un deporte, una ciencia
o un simple juego

La colección de joyas se inaugura con el polifacético francés Pierre Charles Saint-Amant, creador de una partida excelsa en 1843. Descendiente de una familia noble empobrecida por la Revolución Francesa, Saint-Amant se buscó la vida, con éxito. Fue secretario del Gobernador de la Guayana Francesa, actor y periodista antes de hacerse rico vendiendo vino en París, donde frecuentaba el famoso Café de la Régence, lugar de reunión de los intelectuales más prominentes de la época. Muy cerca había un club de ajedrez donde Saint-Amant disputó un duelo con el británico Howard Staunton, considerado como el mejor jugador del mundo en ese momento. A ese encuentro corresponde esa partida inmortal.

Es el ajedrez hecho arte, con independencia de que también sea un deporte, una ciencia o un simple juego. Las grandes partidas, como las que servirán de materia prima para El Rincón de los Inmortales, hacen vibrar al aficionado con sentimientos similares a los de un melómano cuando escucha La Novena Sinfonía de Beethoven. Ya lo dijo Siegbert Tarrasch, uno de los mejores jugadores del mundo hace cien años: "El ajedrez, como el amor y la música, hace felices a quienes lo practican".

El tablero mural con el que se ha grabado el vídeo ha sido cedido a EL PAÍS por la Federación Madrileña de Ajedrez, que ha firmado un convenio con la Comunidad de Madrid para la formación de docentes en ajedrez.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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