14 fotos200.000 miradas del pasadoLos indígenas del Valle del Omo de Etiopía están atrapados entre la tradición y la modernidadEl PaísEtiopía - 28 feb 2018 - 07:41CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceUn niño de la tribu Dassanach posa con los ojos cerrados ('endure', en su lengua) en el poblado que la tribu habita en Etiopía junto al río Omo, al otro lado de la ciudad de Omorate, cerca del Lago Turkana y la frontera con Kenia. Solo los niños más pequeños son incapaces de obedecer a la orden implícita que en sus diferentes lenguas y dialectos les pide que cierren los ojos. Los niños están situados en la periferia de la tradición y del control manipulador de la sociedad y de la cultura.Una joven dassanach posa con los ojos cerrados durante la realización del proyecto 'Ape dumma - Open your eyes' en el valle del río Omo, en la zona Debut Omo. La tribu dassanach, también conocida como marille o geleba, habita partes de Kenia, Sudan y Etiopía. La aculturación ha hecho que las mujeres daasanach incluyan entre sus adornos objetos tan peculiares como los tocados de chapas de botella.De base ganadera semi nómada, debido a la pérdida de gran parte de sus tierras, los dassanach han tenido que incluir una economía agrícola y asumir el proceso de sedentarización. En la imagen, una anciana dassanach posa con los ojos cerrados con un tocado en el que se aprecia la incorporación de elementos exóticos, como la correa de un reloj o un cortauñas que contrasta con el atuendo tradicional de piel de cabra.El proceso de transculturación ha derivado en una cada vez más frecuente presencia de objetos inverosímiles o absurdos en la decoración que las tribus adoptan para ser fotografiados. En la imagen, una niña del poblado Mursi de Marreke en el Parque Nacional de Mago, posa vestida con una manta de tejido sintético y un casco de obrero procedente de la cercana construcción de una planta azucarera.El proceso de aculturación y la emulación como modo de vida ha llevado a los mursi a adoptar tocados o vestimentas que nada tienen que ver con su tradición ni cultura. En la imagen, una mujer joven con el típico plato labial y el rostro pintado con arcilla blanca posa con un tocado compuesto por el arreo de una vaca. El contraste entre la tradición y el progreso se manifiesta claramente en los atuendos y decoraciones personales.En la imagen, una anciana mursi del poblado de Marreke posa con los ojos cerrados y un tocado improvisado mediante la combinación de unos collares de cuentas de plástico y el bocado de una res. Se aprecia el cosido del labio inferior, acción que el Gobierno etíope intenta suprimir.Una joven madre mursi posa con los ojos cerrados en el poblado de Marreke, en el Parque Nacional de Mago, con el arreo de una res a modo de tocado. Las escarificaciones que presenta en el brazo izquierdo, y que para los mursis suponen, como la perforación del labio, un distintivo de elevada belleza, están siendo suprimidas por el Gobierno etíope, como el cosido del labio inferior, conforme se aprecia en la imagen.Un pastor mursi, que perdió el brazo derecho durante la guerra civil, posa con los ojos cerrados (Kaare Kutumutto en lengua mursi) para el proyecto 'Ape dumma-Open your eyes'. En un proceso imparable de aculturación, las ropas tradicionales están siendo sustituidas por mantas y tejidos sintéticos que dan una falsa imagen de estandarización y uniformidad.Un hombre de la tribu Kara de Korcho, junto al río Omo, posa con los ojos cerrados ("Ape dumma" en su lengua), el cuerpo pintado con arcilla blanca y su más preciada posesión: un rifle Kalashnikov AK-47. El aumento de las armas y el alcohol entre las tribus se relaciona no solo con el incremento de los enfrentamientos intertribales, sino sobre todo con la eliminación de los sistemas tradicionales de supresión de conflictos.En una imagen culturalmente inusual pero cada vez más habitual, una niña de la tribu bodi del Parque Nacional de Mago posa con un Kalashnikov AK-47 y el arreo de reses como tocado improvisado. Las mujeres no poseen ni usan armas, pero cada vez es más frecuente que, a petición de los turistas, posen con ellas. Las tribus tienden a emular con cada grupo de visitantes aquello que creen que ha impresionado al grupo anterior y que por extensión les ha permitido ser fotografiados más veces y obtener más dinero por ello.Una anciana bodi de la aldea del Parque Nacional de Mago posa con los ojos cerrados ('Kabarek Mudda' en su lengua) con el tradicional adorno bodi del labio inferior y el aderezo de unos frutos silvestres como complemento inusual de los originales pendientes de cobre realizados con las vainas de la munición del AK-47. Algunas tribus han comenzado a representar decoraciones corporales y adornos más comunes entre las tribus más inaccesibles.Una joven bodi de la aldea del Parque Nacional de Mago posa con los ojos cerrados y la cara pintada rápidamente con arcilla blanca y roja, con un tocado improvisado con una cacerola y el arreo de reses. El proceso de tranculturación se manifiesta no solo en la presencia de objetos autóctonos entre las decoraciones y en los poblados, sino sobre todo en la emulación y creación de decoraciones fantásticas que satisfagan a los turistas.Asón, guía local del poblado Mursi de Marreke en el Parque Nacional de Mago, en el Valle del Omo, posa junto a su hermana en la cabaña familiar. Visten mantas de tejido sintético de origen chino que van sustituyendo paulatinamente a las ropas tradicionales. Como contraste y unión de nuestra metáfora visual, cada uno de ellos posa con los ojos abiertos y cerrados.Un joven bodi, hermano de Afsá, el líder local de la aldea boda del Parque Nacional de Mago, posa con uno de los elementos cada vez más presentes en la cultura tribal: el rifle de asalto AK-47 o su réplica china, el Fusil Tipo 56. Pese a los intentos del Gobierno de limitar la posesión de armas de las tribus, estas suelen ser el elemento más preciado por los jóvenes y los pastores que ven en el armamento la posibilidad de defensa contra las tribus vecinas y los cuatreros.