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Huida ‘in extremis’ El fotógrafo Kevin Frayer documentó durante el otoño de 2017 el éxodo de la minoría musulmana rohingya desde Myanmar, donde están sufriendo un genocidio, al vecino Bangladesh Una mujer lava el cadáver de un niño rohingya antes de su entierro el pasado 29 de septiembre de 2017 en Cox's Bazar, Bangladesh. El menor falleció ahogado porque el barco en el que viajaba junto a docenas de pasajeros zozobró durante la travesía entre Myanmar y Bangladesh. Más de 650.000 refugiados rohingya han llegado a este último país para huir de una ofensiva del ejército de Myanmar que las Naciones Unidas ha calificado como "un ejemplo de libro de limpieza étnica". Kevin Frayer (Getty Images) Los refugiados musulmanes rohingya se agolpan en un canal mientras huyen desde la frontera de Myanmar hacia Bangladesh, en el río Naf, el 1 de noviembre de 2017, cerca de Anjuman Para, en Cox's Bazar, Bangladesh. Se espera que la población de refugiados se incremente aún más y que miles de musulmanes rohingya sigan el peligroso viaje a pie hacia la frontera, o que paguen a los contrabandistas para estos los lleven por vía fluvial en botes de madera. Se sabe que cientos de personas han muerto tratando de escapar. Kevin Frayer (Getty Images) Imagen del campamento de refugiados rohingya Balukhali el 30 de octubre de 2017 cerca de Cox's Bazar, Bangladesh. El Ejército de Salvación Arakan Rohingya (ARSA, según sus siglas en inglés) lanzó incursiones sobre las fuerzas de seguridad birmanas el pasado 25 de agosto, lo que desató amplias operaciones de contrainsurgencia sobre la mayoría musulmana en el norte del estado de Rajine que condujo a la violencia generalizada e incendios y el éxodo a Bangladesh. Los supervivientes narran horrendas acusaciones de aldeas quemadas, mujeres violadas y decenas de muertos en las operaciones del ejército y las multitudes budistas de Myanmar. Kevin Frayer (Getty Images) Un refugiado musulmán rohingya realiza el llamado a la oración en una nueva mezquita en construcción en el campamento de refugiados de Balukhali el 30 de octubre de 2017 cerca de Cox's Bazar, Bangladesh.
En los campamentos improvisados que proliferan en Bangladesh, los rohingya se enfrentan a la desnutrición, el cólera y otras enfermedades. Las organizaciones de ayuda luchan por mantener su asistencia pese a que los refugiados y sus necesidades no paran de aumentar. Se estima que un 60% son niños que llegan solos. Kevin Frayer (Getty Images) Mujers rohingya recién llegadas a Cox's Bazar hacen cola para recibir ayuda humanitaria el pasado 30 de octubre de 2017. Bangladesh, cuya aceptación de los refugiados ha sido elogiada por los funcionarios humanitarios, ha instado a la creación de una "zona de seguridad" reconocida internacionalmente donde los refugiados puedan regresar.
Kevin Frayer (Getty Images) Varias familias rohingya recién llegadas a Bangladesh caminan hacia los asentamientos para refugiados en Shah Porir Dwip el pasado 29 de octubre de 2017. Los líderes mundiales todavía están debatiendo cómo enfrentarse a Myanmar y a su líder de facto, Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz que defendió la democracia, pero que ahora parece incapaz o no dispuesta a detener la brutal represión del ejército. Kevin Frayer (Getty Images) Varios niños musulmanes rohingya descansan en una escuela local que se utiliza como refugio temporal para los recién llegados, el 27 de octubre de 2017, en el campamento de Kutupalong, en Cox's Bazar, Bangladesh.
Durante una reciente visita a Myanmar, el Secretario de Estado de los EE. UU., Rex Tillerson, pidió una investigación "fidedigna" sobre las violaciones de los derechos humanos contra los rohingya, pero dijo que aconsejaría que no se apliquen sanciones totales al país. Kevin Frayer (Getty Images) Dos refugiadas musulmanas rohingya descansan el 27 de octubre de 2017 en el campo de refugiados de Kutapalong ,en Cox's Bazar, Bangladesh.
Los insurgentes musulmanes rohingya, por su parte, han asegurado que no tienen otra opción que combatir contra lo que han denominado como terrorismo patrocinado por el Estado birmano para defender a su comunidad, y han exigido ser consultados sobre todas las decisiones que afecten a su futuro. Kevin Frayer (Getty Images) Un refugiado rohingya lleva un bebé en brazos después de llegar en barco a la orilla bangladesí del río Naf, en Shah Porir Dwip, después de huir de su aldea en Myanmar, el 1 de octubre de 2017. Desde las redadas de agosto, el pequeño grupo insurgente ha lanzado pocos ataques hasta este viernes, cuando sus combatientes tendieron una emboscada a un camión del Ejército birmano, hiriendo a varios miembros de las fuerzas de seguridad. Kevin Frayer (Getty Images) Una familia de refugiados rohingya camina de noche por el agua después de llegar en barco a la orilla bangladesí del río Naf. "ARSA no tiene otra opción que combatir el 'terrorismo patrocinado por el estado birmano' contra la población rohingya con el propósito de defender, rescatar y proteger a la comunidad rohingya", ha asegurado el grupo en un comunicado firmado por Ata Ulá, el líder de uno de los principales grupos insurgentes rohingya. Kevin Frayer (Getty Images) Una mujer refugiada rohingya descansa, exhausta, en la playa después de llegar en barco a la orilla bangladesí del río Naf, en Shah Porir Dwip, después de huir de su aldea en Myanmar.
Zaw Htay, un portavoz del Gobierno birmano, ha asegurado que los insurgentes tratan de retrasar la repatriación de los refugiados de Bangladesh bajo un plan en el que ambos gobiernos han estado trabajando. "ARSA tiene como objetivo asustar a aquellos que están considerando regresar, para mostrar que la región no es pacífica", ha señalado Zaw Htay. Kevin Frayer (Getty Images) Una mujer refugiada rohingya descansa, exhausta, en la playa después de llegar en barco a la orilla bangladesí del río Naf, en Shah Porir Dwip, después de huir de su aldea en Myanmar. Kevin Frayer (Getty Images) Una niña refugiada rohingya sostiene un bebé en el Campamento de Refugiados Palong Khali, el 1 de octubre de 2017, en Cox's Bazar, Bangladesh. Birmania y Bangladesh han estado discutiendo un plan de repatriación de refugiados, pero es probable que la creciente inseguridad en Birmania genere más dudas sobre la velocidad en la que podría suceder. Kevin Frayer (Getty Images) Una mujer refugiada Rohingya, derrumbada por el cansancio, busca a familiares después de llegar en barco a la orilla bangladesí del río Naf, en Shah Porir Dwip. Kevin Frayer (Getty Images) Un niño refugiado musulmán rohingya es llevado en una canasta después de cruzar la frontera de Myanmar a Bangladesh cerca del río Naf el 2 de noviembre de 2017. Kevin Frayer (Getty Images) Un anciano rohingya musulmán es transportado por un hombre más joven después de cruzar la frontera de Myanmar a Bangladesh, cerca del río Naf, el 2 de noviembre de 2017 en Cox's Bazar, Bangladesh. Kevin Frayer (Getty Images)