10 fotosLas mujeres sembradas de Agro ArteEstas son las protagonistas de un colectivo que con la acción Cuerpos Gramaticales, recuerda a las víctimas del conflicto colombianoEl País02 ene 2018 - 08:40CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceBetty Puerto, defensora de derechos humanos: La construcción de la paz y la defesa de los derechos humanos y la vida me costó el exilio. Me sumé a Cuerpos Gramaticales en un acto simbólico, comunicando de otra manera, haciendo un discurso político de memoria desde lo simbólico y por las personas que estamos en exilio, en refugio y migración forzada. También es por nuestros compañeros muertos, desaparecidos, por las comunidades agredidas y por la construcción de la paz y la memoria, para contarle al mundo que necesitamos que ponga sus ojos en Colombia, que acompañe los dos procesos de paz y nos acompañe como víctimas.Laura SinisterraBibiana Lopera, periodista y artista: Estoy en el exilio porque en Colombia fui sindicada de terrorismo y rebelión por ser parte del grupo musical Pasajeros. Llevo 12 años fuera de mi país y aún no lo entiendo. Para mí, la siembra significa la reconciliación con los dolores y la transformación de la rabia en esperanza de que no haya más artistas en el exilio, ni más refugiados deambulando por el mundo. También es una reivindicación de mi propio nombre, de Bibiana Lopera como persona, porque quedó desdibujada del grupo y soy una mujer que quedó sola en el exilio. Sembrarme me da la fuerza para volver a tener una raíz.Laura SinisterraNatalia Rodríguez, estudiante obligada a migrar: No soy exiliada, soy migrada voluntaria que, por amenazas contra mi seguridad, fui obligada a abandonarlo todo por un tiempo, tiempo que estoy aprovechando para formarme y después regresar a mi país para seguir aportando desde mis saberes a la gente que me necesita. Me siembro por toda Colombia, sobre todo por las mujeres y la madre tierra, porque nuestra fertilidad ha sido y sigue siendo violentada por el sistema y por el Estado en una guerra que no es nuestra. Esto significa para mí, mi lucha, que tiene raíces firmes, no se va a acabar hasta que la dignidad se vuelva costumbre.Laura SinisterraAlba Loaiza, exiliada y esposa de un defensor de derechos humanos: Los atentados y amenazas en contra de mi esposo y mi hermano, defensores de derechos humanos, nos obligaron a exiliarnos en Lugo junto a nuestras tres hijas. El exilio es el desarraigo total, te sientes sin patria y nunca estás allá, pero tampoco aquí. En el exilio pierdes todo tu pasado y lo único que recuerdas es dolor; pierdes tus raíces que, aunque las tienes en tu corazón, se te niega el derecho a sentir ese contacto físico tan necesario como saber a tu familia cerca, abrazarla o besarla y, sin eso, pierdes todo. La siembra es una representación del dolor, a la vez que una esperanza, una semilla de que vamos a tener una paz verdadera en nuestra Colombia.Laura SinisterraJuliana Otálvaro, estudiante: La siembra para mí significa la fortaleza, el renacer de todas aquellas personas que han sido desterradas, enterradas, desaparecidas injustamente y silenciadas, y a quienes quiero dar voz a través de este acto.Laura SinisterraNorah Alexandra Torres, miembro del movimiento estudiantil colombiano: He salido de mi país por amenazas siendo estudiante universitaria y haciendo parte del movimiento estudiantil colombiano. Me he unido a Cuerpos Gramaticales porque quiero sembrar y sentir que también fui parte de la semilla de un movimiento tan importante y reivindicativo como el estudiantil, porque quiero reconocer su fuerza y su valentía como parte del movimiento social en Colombia, porque no queremos más jóvenes en el exilio.Sandra Julieta España, hija de un defensor de derechos humanos: Salí del país con mis padres por la violencia. Pedimos asilo en Suiza, se denegó y vinimos a España porque no queríamos volver, vinimos ilegales y por mucho tiempo estuvimos así. La siembra significa la unión y solidarizarme con todas las personas que han pasado dificultades mucho mayores a las mías. Por sentirme en unión con todas esas muertes, secuestros, desapariciones y dar mensaje de esperanza de que podemos cambiar y que sí que vamos a cambiar.Bibiana PinedaLaura Magnolia Hoyos, hija de una activista: Diversas amenazas, por ser hija de la activista María Esperanza Ramírez, me obligaron a abandonar mi país y la mitad de mi familia, amores y afectos. Sembrarme significa dejar muestra y reivindicar que estamos en el exilio por nuestras muertas, por nuestros muertos, por nuestros jóvenes y por el colectivo LGTBI al que pertenezco y que también se viene viendo amenazado en medio del conflicto.Laura SinisterraDiana Gamboa, artista exiliada: Me siembro porque creo que los seres humanos debemos volver a la naturaleza, al principio, a la humanidad y no dejarnos exterminar por un sistema que no es humano, sino capitalista. Tenemos que volver a sembrarnos para volver a nacer. Dejé mi tierra por mejores oportunidades, pero por más que corra, el problema está en todo el mundo, hay que acabar con el pulpo de la guerra que nos lleva de la mano y que nos está acabando a todos. Creo en la vida, en los humanos y en que debemos regresar a lo básico, cuando saludábamos, dábamos las gracias, decíamos lo siento, etc., porque es ahí donde se comienza a construir la paz.Laura SinisterraMercedes Rodríguez, defensora de derechos humanos: Mi refugio es por persecución política, porque en Colombia no hay derecho a la oposición. Para no ser exterminados, todos tienen que pensar en rojo o en azul, nadie se puede salir de ese esquema; por tanto, nunca ha sido viable un proyecto de país cuando no hay derecho al discernimiento. Por ello me vi obligada a abandonar el país. La siembra es algo muy simbólico, muy profundo: tenemos que empezar a cambiar nuestra actitud, dejar de pensar que la guerra es nuestro hábitat natural y creer que hay otras formas posibles de vivir, con derecho al debate, a pensar diferente, a una vida digna. Lo único que se está pidiendo con los Acuerdos de Paz de La Habana es que se cumpla el estado social de derecho de la Constitución del 1991, no hay ninguna otra cosa, ninguna revolución más allá aparte del derecho a la participación que siempre ha sido negada, pues son muchísimos los muertos, los desaparecidos, los desplazados por discernir de la opinión oficial. Y lo triste es que esto no cambia, porque se siguen asesinando las voces populares.Bibiana Pineda