11 fotosLas indígenas de nuestro mundoDesde el valle del Omo de Etiopía a las tierras guaraníes de Brasil, las mujeres indígenas comparten un rasgo común el ahinco con el que defienden sus derechos 02 nov 2017 - 07:38CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceMujer ayoreo-totobiegosode, Paraguay. Sus familiares, aislados, se encuentran amenazados porque su bosque en el Chaco está siendo deforestado de forma desenfrenada. Stephen Corry, el director de Survival, explica: "Las mujeres indígenas son uno de los grupos más vulnerables del mundo, y a menudo son elegidas despiadadamente como objetivo para la explotación. No exageramos cuando decimos que miles de ellas sufren violaciones y prostitución a manos de quienes se apropian de sus tierras, que las consideran personas primitivas y atrasadas. La tragedia es que dentro de sus propias sociedades suelen gozar de una igualdad y libertad que muchos envidiarían en Occidente". Survival InternationalUna joven guaraní con su rostro pintado de rojo, Brasil. Los guaraníes cazaban libremente en su hogar y plantaban yuca y maíz en sus huertos. Sin embargo, durante el último siglo casi todo su bosque les ha sido robado y transformado en inmensas y secas parcelas de haciendas ganaderas, campos de soja y plantaciones de la prominente caña de azúcar. Sufren una violencia atroz a manos de los pistoleros que contratan los poderosos terratenientes que ocupan sus tierras, y registran una de las tasas de suicidios más altas del mundo.Survival InternationalDamiana Cavanha es una inspiradora mujer guaraní-kaiowá brasileña, lideresa de la comunidad de Apy Ka’y. Hace más de una década, los terratenientes ganaderos intimidaron a Damiana y a su familia y les expulsaron de sus tierras ancestrales. Desde entonces, su comunidad ha vivido en condiciones degradantes junto a una carretera. Su marido y tres de sus hijos murieron atropellados. Damiana ha liderado valientes y peligrosas “retomadas”, reocupaciones de una diminuta parte de la que fuera su tierra ancestral, jugándose con ello la vida. “Hemos decidido luchar y morir por nuestra tierra”, afirma Damiana. Survival InternationalMujer bosquimana, Botsuana. Los bosquimanos son el pueblo originario del sur de África. Entre 1997 y 2002 casi todos fueron expulsados de sus hogares, en la reserva de caza del Kalahari Central, tras descubrirse la riqueza en diamantes del subsuelo de su tierra. Les llevaron a campos de reasentamiento que ellos llaman “campos de la muerte”, donde no solo se les niegan sus medios de vida, sino que son humillados por actitudes racistas endémicas y sufren pésimas condiciones de salud. Muchos han regresado a la reserva a pesar de las presiones constantes del Gobierno. Ahora son acusados de furtivos porque cazan para alimentar a sus familias y se enfrentan a arrestos, palizas y torturas mientras se fomenta la caza mayor (o caza de trofeos) entre los que pagan por ella. Mientras, en la reserva se desarrolla la minería de diamantes. “Que nos llamen primitivos. Que nos llamen gente de la Edad de Piedra. Nuestro modo de vida nos viene bien. Hemos visto el desarrollo y no nos gusta”, asevera una mujer bosquimana”. Survival InternationalMujer awá junto a su bebé en la selva amazónica, Brasil. En las sociedades industriales muchas mujeres todavía luchan para que se las trate igual que a los hombres. Sin embargo, para las mujeres de la tribu más amenazada de la Tierra, los awás, la igualdad es una realidad. La vida para estas mujeres transcurre en pacífica simbiosis con la selva. Acogen a las crías huérfanas de los animales que cazan y las amamantan como si fueran parte de la familia. Una vez que una cría es acogida, ya nunca se la comerán. Ahora los awás necesitan apoyo para evitar la destrucción de sus tierras, que los amenaza con la extinción. Survival InternationalLeonor Zalabata es una reconocida lideresa arhuaco que ha trabajado sin descanso en la defensa de los derechos de los 102 pueblos indígenas de Colombia. Ha colaborado con el Grupo de Trabajo para los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas y con el Foro Permanente para Cuestiones Indígenas de la ONU. “La Sierra Nevada de Santa Marta (…) es el corazón del mundo”, dice. “Aquí es donde nuestros espíritus descansan y permanecen”. Para su pueblo, cuando una niña nace, "decimos que la montaña ríe y los pájaros lloran”. Survival InternationalMujeres y niños yanomamis en uno de sus jardines amazónicos, Brasil. Los yanomamis viven de forma comunitaria en casas de gran tamaño denominadas yanos o shabonos. Sus comunidades se caracterizan por ser igualitarias y por no reconocer la figura de un líder o jefe: cada vez que tienen que tomar una decisión, lo hacen por consenso. Entre las sociedades cazadoras-recolectoras, la igualdad entre sexos es lo habitual.Survival InternationalNiña penan de Borneo, Malasia. Hace unos años, un informe de organizaciones de derechos humanos de Malasia dio a conocer el entorno de violencia que afrontan las mujeres indígenas en Borneo. Constataba que ha habido repetidos casos de violaciones y abusos sexuales contra mujeres indígenas penan por parte de los madereros que destruyen sus bosques. El informe critica al Gobierno de Malasia por otorgar lucrativas concesiones madereras en territorio penan a “empresas privadas íntimamente vinculadas al Ejecutivo estatal”, lo que tiene como resultado “la usurpación, destrucción, desplazamiento y empobrecimiento” y un “entorno de violencia” que deja a las mujeres y niñas penan en un estado “altamente vulnerable”. Robin Hanbury-Tenison (Survival International)Joven dongria kondh de Odisha, India. Ser una mujer dongria kondh de las colinas de Niyamgiri en el estado de Odisha, en la India, es estar íntimamente conectada con tu tierra. Llevan milenios viviendo prósperamente en las frondosas colinas boscosas, con sus arroyos perennes y los gigantescos árboles de yaca. Se llaman a sí mismas jharnia, que significa “protectoras de los arroyos”. Los dongria-kondhs luchan desde hace años contra la minería en Niyamgiri. “No entregaremos a nadie nuestros bosques”, dice una de ellas. “Todas las mujeres están dispuestas a ir a la cárcel por esto. E incluso si amenazas con matarnos, seguiremos viviendo aquí pacíficamente”. Survival InternationalNiñas jarawas con ropa que les dan los foráneos en las islas Andamán, India. Los jarawas son una tribu recientemente contactada y, por tanto, muy vulnerable a enfermedades que propagan los extranjeros frente a las que no tienen inmunidad. Se enfrentan a una catástrofe si sus tierras no son protegidas. Actualmente, diversos operadores turísticos comercializan infames “safaris humanos” para que los viajeros puedan ver a los jarawas, a quienes tratan como si fueran animales de un safari. Niñas jarawas han sido obligadas a bailar para los turistas. Survival tiene activo un boicot turístico a las islas Andamán para acabar con la explotación turística de los jarawas (https://www.survival.es/recogidasdefirmas/boicot-andaman). Survival InternationalLas mujeres zo'és de la Amazonia brasileña suelen llevar a sus hijos en portabebés que tejen con fibras de palma o algodón que cultivan en sus huertos. Todos son iguales en la sociedad zo’é. Los zo’és son polígamos, y tanto las mujeres como los hombres pueden tener más de un compañero/a. Es bastante común que una mujer con varias hijas se case con diferentes hombres, algunos de los cuales podrían casarse más tarde con éstas. Las mujeres indígenas no están “atrasadas” ni son “primitivas”; tienen sociedades complejas y en evolución que florecen cuando se las deja perseguir las formas de vida diversas y autosuficientes que han desarrollado a lo largo de los siglos. A pesar de su sufrimiento, la resistencia de muchas mujeres indígenas sigue aumentando en la actualidad. Survival International