16 fotosA las puertas del infiernoAgadez, en Níger, es hoy la puerta de entrada al desierto del Sáhara y enclave fundamental en la ruta migratoria a LibiaEl PaísAgadez (Níger) - 02 jul 2017 - 01:02CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceCalle del caso viejo de Agadez (Níger). La ciudad es hoy la puerta de entrada al desierto del Sáhara y enclave fundamental en la ruta migratoria a Libia. Durante siglos, Agadez ha sido un importante cruce de caminos y un bastión comercial la ruta de las caravanas del Sáhara.Alfons RodríguezAdam Souleyman (24 años) y Nasser Abou (28 años) consultan sus móviles en una casa de Agadez, Níger. Ambos fueron capturados como esclavos cuando atravesaban Libia en busca del sueño europeo. Esuvieron meses forzados a trabajar bajo un régimen de violencia. Ambos lograron escapar.Alfons RodríguezMercado de ganado de Agadez. Desde hace siglos, la ciudad ha sido un importante punto de abastecimiento para las caravanas tuaregs nómadas del Sáhara.Alfons RodríguezLa ruta que atraviesa el desierto hacia Libia es un camino repleto de peligros: milicias, bandidos, clima extremo, accidentes... Hoy en día la ruta principal permanece cerrada y controlada por las autoridades, pero los traficantes buscan multitud de alternativas, tantas como ofrece el inmenso desierto.Alfons RodríguezMohamed es el nombre ficticio del cabecilla de una de las principales organizaciones de traficantes de personas de Agadez. Posee varios todoterrenos y tiene a su cargo a decenas de trabajadores. Cada mes, su organización, traslada a cientos de inmigrantes a Libia. Cada inmigrante debe pagar unos 400 euros. Mohamed asegura que ni los controles militares ni los policiales detendrán el flujo migratorio.Alfons RodríguezMercado central de Agadez. Decenas de migrantes trabajan en él con la esperanza de poder ahorrar el dinero que les permita costearse el pasaje a Europa.Alfons RodríguezAchaman Agahli estuvo retenido en Libia durante más de dos meses. En ese período fue convertido en esclavo: trabajaba para un millonario libio en su finca sin percibir nada a cambio. Logró huir al cabo de unas semanas.Alfons RodríguezLos camiones sirven para transportar mercancía y personas a través de los distintos pueblos del desierto. En la imagen, uno de los camiones de transporte espera paso en un check point de la policía nigerina.Alfons RodríguezCasco viejo de Agadez. Esta ciudad ha sido durante siglos un importante cruce de caminos y un enclave comercial en la ruta de las caravanas del Sáhara. Su esplendor es pasado y, tras la rebelión tuareg y la guerra en Libia, perdió el interés de los turistas. Hoy, la ciudad, está en decadencia. El polvo, la arena y la basura pueblan sus calles.Alfons RodríguezKawal es de Níger. Trabajó en Europa durante un tiempo pero la crisis lo arratró a regresar a África. Conoce bien el desierto, por eso ahora se dedica al transporte ilegal de migrantes a través del Teneré, a pesar del riesgo y los peligros que comporta la actividad. Trabaja para traficantes propietarios de potentes todoterrenos que le encargan los envíos hasta la frontera. Una vez allí los traspasa a su enlace que los entrará en Libia. Fotografiado en su casa.Alfons RodríguezEstación de autobuses de Agadez. Aquí habitan de forma indefinida algunos emigrantes que esperan su momento para regresar a sus países de origen o continuar. Esperan el dinero que tendrá que enviar la familia para pagar el pasaje de vuelta o para llegar a Europa.Alfons RodríguezAbou Bacar Yaw, nacido en Gambia, fue apresado en Libia y retenido en un edificio abandonado. En pocos días se dio cuenta de que aquel lugar era un mercado de esclavos, donde se venían y subastaban inmigrantes subsaharianos. A Abou lo vendieron y estuvo trabajando como esclavo varios meses en la casa de una familia libia.Alfons RodríguezAnochece en la ciudad de Agadez mientras se acerca una tormenta de arena. El clima de la ciudad es extremo y esto es uno de los factores que marcan la hostilidad del terreno. Aun así es un gran oasis donde descansar para los que pretenden iniciar la travesía del desierto. Fue parada obligatoria para las antiguas caravanas del Sáhara y lo es para los emigrantes con destino final Europa.Alfons RodríguezAbou Bakar tiene 17 años, es de Guinea Conakry y lleva 4 meses en Agadez viviendo en un gueto mientras espera conseguir el dinero de su familia para continuar el viaje a Europa. Dice que no tiene miedo a Libia, solo quiere llegar a Europa.Alfons RodríguezCentro de acogida de emigrates de la OIM (Organización Internacional para las Migraciones de las NU). A este centro llegan y se van cada día grupos de migrantes que no consiguieron alcanzar Europa y son repatriados a sus países de origen. Suelen estar dos semanas mientras se les identifica y se les registra. En la imagen, unos emigrantes juegan al fútbol en el patio central del centro.Alfons RodríguezAdam Souleyman posa a la entrada del desierto que, hace ahora un año, atravesó rumbo a Libia. Allí fue capturado y convertido en esclavo. Cada dia tenía que trabajar en una finca, mientras era golpeado con un cable. Logró escapar al cabo de varios meses.Alfons Rodríguez