Tras la revolución cubana, homosexuales, lesbiana y transgénero fueron perseguidos y obligados a trabajos forzosos. Pese a los avances, hoy siguen luchando contra la discriminación que sufren
Las personas transgénero en la isla aún afrontan las consecuencias de la discriminación en temas laborales. Muchas se han visto empujadas, por la falta de oportunidades, a la prostitución.Varios chicos transformistas descansan durante un ensayo de la compañía de baile Assen Dance.Juan Felipe Sánchez es traductor e intérprete del Centro Nacional de Educación Sexual, Cenesex. Además, es transformista y un firme activista del colectivo LGBTI cubano.
Varios chicos de la red Trans Cuba durante unas jornadas de sensibilización del movimiento gay en La Habana, donde la tolerancia hacia los homosexuales y bisexuales ha aumentado bastante en los últimos años.En 2016, en La Habana se celebró la IX Jornada contra la Homofobia y la Transfobia. Al final del evento se celebraron, a modo de protesta, bodas simbólicas, pues los enlaces entre personas del mismo sexo no son legales en el país. Dos mujeres transexuales esperan para comprar el pan en una pequeña tienda de la avenida del Prado, en La Habana. “Somos diferentes, y la gente rechaza todo lo raro. Antes nos llegaban a repudiar en la calle y ahora ya hay cierta tolerancia. Al menos no nos insultan o agreden de manera violenta. A mi me abrieron la cabeza a pedradas en pleno parque de la Fraternidad”, asegura Laila.Tropikana y Ernesto en uno de los bares estatales cubanos. Hace una década era impensable que les atendieran sin escuchar algún reproche o que les negasen el acceso directamente.Dos chicas transgénero esperan un taxi enfrente del Centro Gallego en la ciudad cubana, hoy Teatro Nacional. La situación de las personas LGBTI se ha vuelto más visible desde la despenalización de las relaciones entre personas del mismo sexo, en 1979. Aunque los prejuicios sociales han logrado mantener a esta comunidad en la exclusión y el rechazo durante décadas.Amaury y Guillermo se ganan la vida como transformistas. Ambos reconocen que el apoyo de su familia ha sido fundamental, sobre todo en la etapa de infancia y adolescencia.Juan Felipe trabaja para el Centro Nacional de Educación Sexual como traductor e intérprete, pero además es uno de los transformistas más reputados en la capital.Juan Felipe durante uno de sus espectáculos en La Habana. Su nombre artístico es Ángela Nefer. El transformismo es una de las opciones laborales más rentables para la comunidad LGBTI de la isla.Liset Imbert, asesora jurídica del Centro Nacional de Educación Sexual asegura que, si bien las leyes actuales son necesarias, aún no son suficientes para garantizar los derechos laborales y ciudadanos de personas homosexuales y transgénero.
