8 fotosGuerra a campo abierto contra al mosquitoEn localidades como Ifakara (Tanzania), la mayor parte de la vida se hace al aire libre, donde las mosquiteras poco pueden hacerJulia GrossTanzania - 07 mar 2017 - 08:23CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEn África, cada dos minutos muere un niño de malaria. Los agentes patógenos se pueden reproducir en unas 30 variedades de mosquitos anófeles y llegar a la sangre a través de una picadura. El tanzano valle del Kilombero, que rodea Ifakara, es una de las zonas de África más gravemente afectadas por la enfermedad. Aunque hoy las cosas han cambiado y prácticamente todo el mundo duerme bajo una mosquitera.Eliza PowellUn colaborador del Instituto de Salud de Ifakara (Tanzania) identifica la especie y el sexo de los mosquitos que han atrapado en la ciudad.Eliza PowellEn la ciudad de Ifakara, en el interior de Tanzania, las cabañas son demasiado pequeñas para tanta actividad. Aquí la gente es pobre. En la mayoría de las casas caben una, o, a lo sumo, dos camas. Y, salvo dormir, todo se hace en el exterior. Y en el exterior es donde están los mosquitos, ese peligro mortal. Eliza PowellLos mosquitos empiezan su actividad al atardecer y la prolongan hasta la salida del sol. Los datos recopilados muestran con qué habilidad se han adaptado al ser humano. En Ifakara (Tanzania), su presencia alcanza un punto álgido entre las ocho y las nueve de la noche. Según las encuestas, la mayoría de los habitantes de la ciudad se van a la cama —donde están protegidos de las picaduras— entre las nueve y las 10. A las cinco de la mañana, la hora a la que mucha gente se levanta, los insectos aún están allí para atacar.Eliza PowellJohn Paliga, del Instituto de Salud de Ifakara (Tanzania) experimenta con alfombrillas de sisal impregnadas en insecticida que mantienen alejados a los mosquitos. También se han instalado recipientes de cerámica vacíos que los mosquitos utilizan gustosos como refugio diurno. Estas vasijas se han tratado con piriproxifén, y los insectos que se posan en ellas lo transportan sin darse cuenta hasta los puntos de puesta de los huevos, donde la sustancia impide que las larvas se conviertan en ejemplares adultos. Eliza PowellColaboradores voluntarios de Ifakara (Tanzania) toman nota de las actividades de su familia entre la puesta del sol y el amanecer.Eliza PowellFredros Okumu, del instituto tanzano contra la malaria IHI, en “Mosquito City”, donde se puede estudiar el comportamiento de los mosquitos en condiciones lo más parecidas posible a la realidad. Eliza PowellLa investigadora Nancy Matowo hace una demostración del funcionamiento de la Mosquito Landing Box. Un ventilador situado dentro de la caja de madera esparce un reclamo, mientras que el disco plateado de la tapa sirve para redirigir el olor. Al entrar en la caja, los mosquitos reciben una descarga eléctrica y mueren.Eliza Powell