Hablamos con Greta Fernández, la protagonista del videoclip de C. Tangana

No podría calcular en qué momento exacto empezó a interesarse por la interpretación, pero Greta Fernández ya coqueteaba con Shakespeare cuando era una cría. "Recuerdo a mi papá haciendo Hamlet, yo debía ser muy pequeña, pero aquella obra me impactó y quería verla todas las veces posibles". Porque Greta es hija del actor catalán Eduard Fernández, al que le debe este primer encontronazo con la actuación y cuyo apellido asume sin presiones. "Es absurdo pensar que debería ser al contrario. Nunca me han dado ningún papel por ser su hija. He tenido una relación con el cine desde pequeña muy bonita gracias a él, y tengo la mirada que tengo hacia el cine porque él me ha enseñado a verlo así, y eso se lo agradeceré siempre".

Con su imagen enigmática y ese cierto aire despreocupado, Greta podría ser una musa indie, una de las protegidas de Sofia Coppola. Su nombre siempre aparece asociado a la fábula de artista emergente y multidisciplinar, aunque preferiría que se ahorraran las presentaciones. "Creo que a veces se crea una idea de la persona que no es real", confiesa. Ha hecho sus pinitos como modelo, pero no entra en sus planes dedicarse a ello de forma profesional. También se siente cómoda como fotógrafa ­—en su cuenta de Instagram tiene más de 45 mil seguidores pendientes de sus andazas—, pero no duda en confesar que le faltan herramientas. Tranquilos, tampoco contempla empezar una carrera como DJ, aunque maneja un cuidado hilo musical en el que tienen cabida Damien Rice, Antony and the Johnsons, The Tallest Man on Earth, Serrat o The xx.

Si de algo no tiene dudas es de su desarrollo como actriz. "Creo que hay algo mágico en contar historias y en cómo se cuentan. Me gusta poder aportar un granito a este proceso, contando también, sin poder evitarlo, cosas de mi". Hay un poco de ella en Amanda T, la obra de teatro dirigida por Àlex Mañas, sobre el caso de ciber acoso que sufrió una alumna canadiense. "Aún no he interpretado suficientes papeles, pero hasta ahora es el más grande y con el que he podido trabajar y jugar más. Me quedo con ella, porque tenía ganas de interpretar a esta niña-adulta con la que a veces me siento identificada. Era un personaje muy inestable y complejo". A la catalana le gustan los retos y esta es la primera vez que se estrena en el teatro, donde comparte función con el actor Xavi Sáez. "Me lo han puesto muy fácil y han confiado mucho en mí. No es fácil encontrar tanto respeto y confianza siendo más joven que los demás".

Porque sí, Greta es joven, y a menudo se escuda en ello para justificar sus respuestas. Dice que como actriz aún le queda mucho por estudiar. "A veces la intuición te lleva a lugares bonitos, pero una vez allí te faltan las herramientas del juego. O confianza". Sin embargo, también podría presumir de ser la chica del último videoclip del artista C. Tangana, Persiguiéndonos, en el que conduce con la misma inocencia un coche de choque como uno recién robado. Por soñar le gustaría trabajar con Sorrentino o Haneke, aunque de momento podremos verla en Embers, un filme de ciencia ficción dirigido por Claire Carré, sobre un mundo desmemoriado.