12 fotosPrincess ha ayudado a 200 mujeres a salir de la prostituciónElla fue víctima de trata y explotada sexualmente. Esta nigeriana ya ha ayudado a 200 mujeres a salir de este infiernoQuintina Valero23 ene 2017 - 08:19CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlacePrincess, víctima de trata, en un café en Asti (Italia). Aterrizó en Turín en 1999, engañada con la promesa de un empleo de cocinera en Italia. A su llegada, los traficantes le pidieron 45.000 euros de deuda por su viaje, forzándola a la prostitución. Tras ocho meses de trabajo en las calles de Turín consiguió pagar su deuda con la ayuda de un cura y de Alberto Messino, un italiano que se convertiría en su socio y marido. Princess denunció a su 'madame' y decidió ayudar a otras chicas que llegaban procedentes de Nigeria. Alberto Messino creó en 1999 la ONG PIAM Onlus (http://www.piamonlus.org/), con el objetivo de ayudar a migrantes víctimas de trata. Princess y Alberto han logrado ayudar a alrededor de 200 mujeres a salir de la explotación sexual y la prostitución desde entonces. Se estima que unas 30.000 mujeres nigerianas han sido víctimas de trata en el país desde los años ochenta.Quintina ValeroLoveth, de 21 años de edad, en un albergue para víctimas de trata en Italia. Fue forzada a prostituirse durante cuatro años en Libia después de haber sido violada. Tan solo tenía 17 años cuando se marchó de Nigeria, pues le habían ofrecido un trabajo para cuidar niños en Europa. “Antes de llegar a Libia dos chicos me forzaron para quitarme la virginidad y una vez allí, en Libia, me llevaron a una casa donde me obligaron a tener sexo con muchos hombres”, cuenta.Quintina ValeroEse, víctima de trata, mira las fotos de la familia que dejó atrás, en Nigeria. Estas mujeres tienen que pagar deudas a los mafiosos que oscilan entre 45.000 y 60.000 euros por organizarles el viaje a Europa. A ellas les dicen que serán unos 15.000 euros. Antes de dejar su país son sometidas a un ritual de vudú llamado yuyu donde les hacen jurar que pagarán lo acordado. Esta técnica se utiliza como forma de coacción para asegurar el silencio por parte de las chicas, que temen que algo grave les sucederá a ellas o a su familia si los delatan a la policía. Las ceremonias son organizadas por un pastor y la 'madame', que es una mujer conocida por la familia o los amigos y que en muchos casos ha sido también víctima. Todos las engañan con falsas promesas de trabajo en Europa. El informe 'La trata de mujeres y niñas nigerianas: esclavitud entre fronteras y prejuicios', de la ONG Women's Link Worldwide, de 2014, detalla esta realidad.Quintina ValeroSuccess ha denunciado a sus traficantes ante las autoridades italianas después de ser obligada a ejercer la prostitución durante tres años en este país. Cada mes tenía que pagar 200 euros a su 'madame' por asegurarle un lugar en la carretera, 250 euros por el alquiler de una habitación en una casa compartida, y 50 euros por la comida. Por otros gastos como electricidad, gas y agua, otros 300 euros. El resto de sus ingresos los destinaba a devolver su deuda de 50.000 euros. Cuando denunció había pagado 45.000 en tres años y medio. En diciembre de 2013 enfermó y después de llamar a una ambulancia que la llevó al hospital, le comunicaron que estaba embarazada de cuatro meses. En ese momento decidió que no quería estar en la calle nunca más. Fue entonces cuando supo por primera vez de Princess y de PIAM Onlus, la organización que la ha incluido en un programa de protección.Quintina ValeroPrincess entrega condones a una nigeriana que trabaja en la carretera. Aunque la prostitución es legal en Italia, la explotación sexual organizada no. Las chicas tienen que pagar entre 200 y 250 euros a los criminales para asegurarse un espacio en la calle. Para Princess es importante que conozcan sus derechos y tengan acceso a otras oportunidades laborales. Ella les informa de los programas de protección que ofrece PIAM Onlus en el caso de decidir abandonar la prostitución. Se estima que un 85% de las víctimas proceden de la ciudad de Benin, en el Estado de Edo, al sur de Nigeria, uno de los más pobres del país. En la mayoría de los casos estas mujeres no conocen el trabajo que les espera en Europa y piensan que estarán dedicadas a labores domésticas o en restaurantes. El crimen organizado ha sabido explotar muy bien esta región conocida por su pobreza, discriminación y la falta de oportunidades para la gente joven.Quintina ValeroGift, nigeriana, es acompañada por Princess y su hija María al refugio de víctimas de trata. Compartirá apartamento con Patience y otras tres chicas entre las que se encuentra el mediador social, que suele ser otra mujer explotada pero que ha sido formada por PIAM Onlus para cuidarlas y asegurarse de que no contactarán con los traficantes. El lazo psicológico que mantienen con ellas es muy fuerte, ya que muchas terminan considerándolos como su única familia. Una vez que las mujeres llegan a su destino, el lugar donde serán explotadas, realizan una llamada a los miembros de PIAM Onlus, que se encargan de sacarlas de allí inmediatamente y ofrecerles alojamiento. Este fue el caso de Gift una vez que llegó a Sicilia. En cuanto fue informada de su trabajo como prostituta consiguió escaparse, denunciando a su 'madame' y a varios traficantes. Todavía hoy recibe amenazas, al igual que su familia en Nigeria. Gift comparte casa con Patience (con traje rojo) y con otra nigeriana de 30 años que fue vendida por un amigo.Quintina ValeroBlessing, de 20 años, en el hospital de Asti (Italia). En abril de 2015, la policía italiana interceptó el barco de migrantes en el que ella viajaba procedente de Libia. Después de ser rescatados, la Cruz Roja la trasladó al campo de refugiados de Villa Qualina, en Asti. La primera asistencia que reciben los refugiados es comida y alojamiento. Después son atendidos en el hospital, donde les hacen una revisión médica y pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual. Después se les facilita un psicólogo y un abogado. Blessing, de familia humilde en Benin, llegó a Libia en 2013. Una amiga de su hermano le ofreció un puesto de trabajo en Europa y le financió su viaje desde Kano a Libia atravesando el peligroso desierto de Agadez. Una vez en Libia, Blessing fue forzada a la prostitución durante dos años, durante los cuales fue duramente golpeada cuando se resistía o si volvía sin haber recaudado el dinero necesario.Quintina ValeroSandra, nigeriana de 21 años, baña a su hijo Destiny, de tres, en el apartamento que comparte con otras chicas de su país e igualmente víctimas de trata. Sandra dejó su ciudad natal Benin cuando tenía 18 años y estaba embarazada de dos meses. De origen muy pobre, una señora le prometió trabajo como dependienta de supermercado en una ciudad europea. A su llegada a Italia, esta señora la llevó a un bosque donde le dio ropa nueva y le informó que tenía que ejercer como prostituta para pagar su deuda. Sandra se opuso y afortunadamente encontró a una persona que la ayudó a escapar y contactar con la policía.Quintina ValeroPrecious, Gift y Loveth reciben formación en un restaurante italiano. Las tres chicas han entrado en el programa de SPRAR (Sistema de Protección para Refugiados), implantado por el gobierno italiano en 2002 para apoyar la integración de migrantes. Estos servicios ofrecen alojamiento, comida, educación y formación para el empleo. Finalizados los cursos, optan a un contrato de seis meses en una empresa cuyo salario será pagado por PIAM Onlus. Además, en Italia el artículo 18 de la Ley de Inmigración ofrece un permiso de residencia temporal para aquellas víctimas de trata que delatan a los delincuentes organizados.Quintina ValeroFatou, víctima de trata y procedente de Gambia, llegó a Italia en el verano de 2014 tras cruzar en barco desde Libia. Muchas de estas mujeres se embarcan en un viaje peligroso, cruzando el desierto y países en guerra, como Libia en ese momento, o aún peor, enfrentándose a la posibilidad de morir en el Mediterráneo. El 90% de traficadas que llegan a Italia proceden de Nigeria, pero en el último año ha habido un incremento de gambianas. En mayo de 2014, Fatou embarcó junto a 93 personas rumbo a Italia en dos barcas. Una de ellas se hundió y murieron todos los ocupantes. Rescatada del mar por la policía italiana, permaneció en un campo de refugiados en Palermo antes de trasladarse a Asti, donde conocería a Princess y Alberto.Quintina ValeroPrincess, junto a su familia y amigos nigerianos en la misa de Pentecostés. La mayoría de nigerianos son cristianos, aunque todavía se practican rituales de magia negra o vudú que son utilizados por los traficantes como arma de presión. Todos los domingos se reúnen en una habitación adyacente a la iglesia para celebrar sus ceremonias y rezar. Princess ha ayudado a crear una fuerte comunidad nigeriana en Italia, donde las mujeres se ayudan mutuamente a superar su traumática experiencia. Las ceremonias del domingo son un lugar de encuentro para ellas y su familia con el resto de la comunidad. Quintina ValeroGift, Loveth y Precious celebran la Navidad en Asti (Italia). Loveth, de 21 años, fue forzada a prostituirse durante cuatro años en Libia antes de que sus traficantes la enviaran a Italia. Acaba de conseguir una visa de permanencia en Italia de cinco años. Ahora continúa su trabajo de cocinera con unas monjas y sigue sus estudios de italiano. Gift, de 20 años, está en trámites de conseguir su visa y realiza cursos de formación. Vive con su novio y está esperando un niño. Precious huyó de Nigeria, donde estaba siendo interrogada por militantes que la atacaron con machetes. Ha conseguido una visa humanitaria de dos años de residencia en Italia y está trabajando en una pastelería. Quintina Valero