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No hay incendio que apague la lucha de los shipibos Gran parte de la comunidad de Cantagallo en Lima se calcinó el pasado noviembre. Sus habitantes, indígenas, ya sufrían la carencia de servicios básicos como agua, saneamiento o luz. Muchos se han quedado, además, sin vivienda, pero no han cesado de reivindicar instalaciones para su barrio Los restos de una casa en el sector tres de la comunidad de Cantagallo, tras el incendio. Unas 300 familias perdieron su vivienda, y los artistas y artesanos se quedaron sin sus talleres. Audrey Córdova Una mujer limpia una olla en medio de los escombros. Una de las reivindicaciones de los vecinos, incluso antes del incidente, era tener acceso a agua potable, saneamiento y luz en la zona. Audrey Córdova El indencio en el barrio y la solidaridad ciudadana que se ha desatado después, han hecho que las autoridades atiendan a las peticiones que venían haciendo los vecinos. Audrey Córdova Una mujer barre los escombros que queradon de su casa en Cantagallo. Audrey Córdova Los habitantes de la comunidad organizaron la limpieza del lugar. Audrey Córdova La ayuda de los voluntarios y las donaciones han permitido que las familias puedan empezar a reconstruir sus casas. Audrey Córdova Los víveres y el agua llegaron gracias a las aportaciones de particulares, según los afectados. Audrey Córdova Las familias de Cantagallo recibieron atención de médicos voluntarios. Entre los afectados, había un bebé de quince días. Audrey Córdova La reconstrucción puede ser, según los líderes de la comunidad, una oportunidad para que la Municipalidad les de una solución habitacional así como servicios públicos básicos. Audrey Córdova