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Nuna warmi: espíritu de mujer contra el sistema patriarcal La primera marcha nacional contra el feminicidio en Ecuador, llevada a cabo el 26 de noviembre, fue una celebración reivindicativa que juntó a miles de personas que denunciaron la violencia de género y los asesinatos de mujeres a nivel nacional “Las víctimas, las muertas y desaparecidas son crímenes de Estado
y de la misoginia”. Este fue uno de los cantos que se pronunció durante la primera marcha nacional contra el feminicidio en Ecuador. En la fotografía, la hermana de Valentina sostiene una fotografía de la niña de 11 años asesinada hace unos meses en Quito. El cuerpo sin vida de Valentina, que fue una destacada flautista del Conservatorio Nacional de Música, apareció en el patio de su escuela el 23 de junio de 2016, en lo que su madre Ruth Montenegro denuncia como un caso de feminicidio. En la parte posterior de la imagen, Ruth sujeta una pancarta de la marcha Vivas nos queremos, ni una menos. “¡Aleeeerta, aleeeerta, alerta, alerta que camina, mujeres feministas por América Latina. Y tiemblan, y tiemblan, y tiemblan los machistas, que toda Abya Yala va ser feminista!” Las calles de Quito se pintaron de violeta y de amarillo al son de los cantos y del caminar de miles de personas que denunciaron la violencia de género impregnada en la cotidianidad ecuatoriana. Según las organizadoras de la manifestación, esta congregó a alrededor de 5.000 personas. En la manifestación del 26 de noviembre de 2016 confluyeron en la capital ecuatoriana diversos colectivos que denunciaron el continuo goteo de asesinatos de mujeres a manos de hombres que se producen en el país. En la imagen, una joven ataviada con el pañuelo de Vivas nos queremos, ni una menos, asiste a la marcha en Quito. “Contra la violencia machista, ¡autodefensa feminista!” Bajo el nublado cielo andino, mujeres ecuatorianas abarrotaron la Avenida 10 de Agosto de Quito para dejar claro su mensaje contra la violencia de género. “Las posibilidades laborales y productivas para las mujeres afroecuatorianas todavía son limitadas y teñidas de prácticas discriminatorias y violentas. Nos encontramos enfrentando dinámicas de migración, lo que afecta el desarrollo de nuestras comunidades, el tejido social y nuestra fortaleza identitaria. La violencia que sufrimos las mujeres afroecuatorianas todavía es cotidiana. Nos siguen matando. La homogenización de la cultura ha desvalorizado la nuestra y estamos perdiendo nuestras tradiciones y nuestros conocimientos tradicionales”. En la fotografía, Irma Bautista Nazareno integrante de la Coordinadora Nacional de Mujeres Negras (CONAMUNE), clama contra la violencia machista. La protesta contó con la participación de varias bandas musicales que dotaron a la marcha de una reivindicativa banda sonora. En la fotografía, integrantes de la “Concha Batucada”, grupo lesbo-feminista de música protesta. “Tú me quieres virgen, tú me quieres santa, ¿sabes una cosa? Tú me tienes harta”. Las mujeres alzaron su voz y sus tambores en Quito para visibilizar el machismo existente en la sociedad ecuatoriana. En Ecuador seis de cada diez mujeres ha sufrido algún tipo de violencia de género y una de cada cuatro ha experimentado violencia sexual a lo largo de su vida, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (2012). Los pueblos indígenas también fueron parte de la acción. Mujeres y hombres de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) marcharon por el centro de Quito para expresar su rechazo hacia la discriminación que sufren las mujeres en el país y en sus comunidades. Acompañados de los colores del arcoíris reivindicaron sus luchas como pueblos y nacionalidades, la vida de las mujeres indígenas en la ruralidad pero también el derecho a la diferencia y a una ciudadanía plurinacional. “Fue el esposo, fue el patrón, fue el Estado, asesino y represor”. En otro de los cánticos proferidos durante la manifestación, las mujeres mostraron su rechazo al papel del Estado en la lucha contra la violencia machista y los feminicidios en Ecuador. "En una sociedad tan patriarcal y heteronormada como la nuestra, la violencia es un símbolo tan enraizado que es necesario salir a la calle y exigir el espacio público como un espacio de protección. Marchar y reivindicar el espacio público es muy importante en esta ciudad especialmente cuando estamos hablando de la muerte y desaparición de mujeres”. Miranda Mideros es mujer y militante feminista dentro de un grupo de sindicatos de migrantes trabajadoras del hogar y del cuidado en Barcelona. Miranda fue una de las portadoras de fuego que limpió las calles de Quito durante la marcha. Comenta que fue un honor para ella llevar y mantener el fuego, quemar el palo santo, el copal y demás hojas como símbolo de limpieza y sanación de nuestra sociedad. En la fotografía, Amanda (izquierda) y Sisa (derecha) se encuentran para continuar con este ritual. Juntas compartieron la labor de sanar y limpiar “de la violencia, la tristeza y el sufrimiento” a los participantes de la marcha. La manifestación en Quito también contó con participación de colectivos de mujeres migrantes. En la imagen, una mujer sostiene una gran bandera de Palestina mientras expresa su derecho a hacer uso del velo islámico. Otras mujeres formaron parte de este grupo y se manifestaron a favor de la erradicación de la violencia en contra de mujeres y niñas refugiadas en el Ecuador. El 26 de noviembre fue una jornada de reivindicación y alegría en el que las mujeres ecuatorianas mostraron su capacidad creativa para protestar mediante expresiones diversas. En la imagen, una representación teatral que muestra a las mujeres como meras marionetas al servicio de los hombres. Este performance fue impulsado por estudiantes de la Universidad Central del Ecuador. La marcha recorrió las calles más céntricas de Quito, alcanzando su punto final en la Avenida 24 de Mayo ya entrada la noche, donde se celebró un festival de música. En la fotografía, una mujer sostiene un cartel que alerta sobre las fatídicas consecuencias del machismo. Desde que en agosto de 2014 entrara en vigor el Código Orgánico Integral Penal en Ecuador, que por primera vez tipificó el femicidio como un delito en sí mismo, se han registrado en el país 152 casos de asesinato o tentativas del mismo por motivo de género, según datos del Consejo de la Judicatura. “Ni víctimas, ni pasivas, ¡mujeres combativas!” Con motivo de la celebración del 25 de noviembre, Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la marcha Vivas nos queremos, ni una menos de Ecuador se unió a la convocatoria a nivel latinoamericano para poner freno a los recientes casos de feminicidio ocurridos en países como Argentina y Colombia.