12 fotosEtiopía: una contrarreloj contra el hambreUno de los países con más rápido crecimiento del mundo padece sequías que están dejando a 10 millones de personas en grave situación alimentariaIgnacio MarinEtiopía - 06 dic 2016 - 07:31CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceComo consecuencia del cambio climático, las sequías en Etiopía se han vuelto más frecuentes y severas durante la última década. El país ha sufrido tres temporadas seguidas de cosechas fallidas desde mediados de 2014. La actual sequía en Etiopía, exacerbada por el fenómeno meteorológico El Niño, es la peor que ha sufrido en las últimas cinco décadas. Según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), más de 10 millones de personas necesitan ayuda alimentaria. La gravedad de la sequía está poniendo en peligro la vida de los más vulnerables: los niños. Según cifras de Unicef, al menos seis millones de niños en Etiopía se enfrentan a la escasez crítica de alimentos; además, calcula el que 450.000 necesitarán tratamiento contra la desnutrición aguda grave y 2,2 millones de menores y madres padecerán los efectos de la desnutrición aguda moderada. Personas afectadas por la falta de alimento hacen cola para recibir asistencia en un hospital y centro de nutrición. Ayan, de 39 años, es madre de seis niños. Tuvo que caminar durante más de seis horas desde su aldea hasta llegar al hospital cuando dos de sus hijos entraron en estado crítico por la falta de alimentos. “No tenía leche para darles. Tampoco comida. No puedes entender lo que siente una madre cuando ve a sus hijos tan enfermos".Un médico del hospital determina la gravedad de la desnutrición en un niño con el brazalete MUAC. Se trata de una cinta de plástico que se utiliza para medir el perímetro del brazo. Los resultados de la medición se dan en tres colores, dependiendo de su gravedad: verde (por encima de los 12,5 centímetros de circunferencia), indica que el niño está bien alimentado; amarillo (entre 11,5 y 12,5 centímetros), representa desnutrición moderada; rojo (menos de 11), indica desnutrición severa aguda que requiere de hospitalización urgente.Un niño de nueve meses que sufre desnutrición severa aguda duerme en una cuna del hospital.Más del 83% de la población etíope vive en zonas rurales. La mayoría de las familias dependen de su propia producción agrícola, lo que las hace extremadamente vulnerables a las sequías causadas por el cambio climático y a la desaparición paulatina de tierras fértiles.Para Ommar, esta no es la primera vez que la falta de lluvia amenaza con quitarle todo lo que tiene, pero reconoce que, a sus 50 años, nunca había vivido una sequía tan brutal. “He perdido todo mi ganado. No pude hacer nada”, relata.Según Unicef, la falta de alimentos amenaza a todas las esferas de la vida de un niño. La escasez de agua y comida implica desnutrición, pero también implica que haya escuelas vacías porque los niños se ven obligados a ocupar su tiempo en buscar agua o en ayudar a sus familias.Un enfermero pesa a un niño en el hospital. Según el informe El coste del hambre en África, elaborado por el Programa Mundial de Alimentos, casi la mitad de los niños de Etiopía sufren retraso en el crecimiento provocado por la falta de nutrientes durante los primeros cinco años de vida. El informe también destaca la relación entre dicho retraso en el crecimiento y problemas de rendimiento escolar. Una mujer sujeta a su hijo mientras le administra alimento a través de una sonda nasogástrica. Este tratamiento se realiza a pacientes gravemente desnutridos que son incapaces de tomar alimentos por la boca.El Plumpy Nut, alimento terapéutico contra la desnutrición, es una pasta alta en proteínas hecha a base de cacahuetes. Su facilidad de distribución, almacenamiento y uso hacen que sea un elemento clave para que las propias familias puedan tratar en casa la malnutrición de los niños.