10 fotosLa lluvia puede salvar a Ciudad de MéxicoAprovechar las precipitaciones puede aliviar la sobreexplotación de los acuíferos y a los vecinos sin acceso a agua corrienteCarlos CarabañaCiudad de México - 31 may 2016 - 11:43CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceVista de Santo Tomás Ajusco. Esta población tiene unos 9.000 habitantes. Situada unos 3.000 metros de altura, cerca del 70% de su población está catalogada con riesgo de alta marginalidad. Gran parte de ellos no tiene acceso a agua corriente. Ahí vive Ventura López con su familia. Carlos CarabañaMaclovio, el marido de Ventura López, y dos de sus hijos. Según el día, Maclovio, es obrero o vendedor de tamales. Su mujer es ama de casa. En su casa entran unos 4.000 pesos mensuales, o cerca de 200 euros. Tienen cuatro hijos. Tuvieron que ahorrar durante unos meses para pagar la instalación de su sistema de captación de agua de lluvia. Carlos CarabañaTécnicos de la empresa Isla Urbana explican a María Hernández el funcionamiento del sistema de captación. Gracias a estos dispositivos que aprovechan la temporada de lluvias, las viviendas tienen seis meses de agua asegurados. Su precio es de 7.000 pesos, pero a los usuarios solo les cobran 1.000. El resto lo pone una ONG, una fundación o las autoridades. Carlos CarabañaMaría Hernández con su colección de cubos. Cuando llueve, esta vecina de Santo Tomás Ajusco saca sus decenas de tambos y deja que se llenen para utilizar el agua después. Como la mayoría de sus vecinos, no tiene acceso al agua corriente. Hoy han venido a instalarle su sistema de captación. Carlos CarabañaUn niño juega durante el proceso de instalación. La empresa Isla Urbana tarda unas cinco horas en realizar el proceso. Del tejado conectan una tubería a un primer recipiente, que se queda con 150 litros de la primera lluvia, que limpia el techo. Todo lo demás va a la cisterna, donde se acumula. En total, el agua pasa por cuatro filtros antes de ser usada. Carlos CarabañaInstaladores de Isla Urbana preparan los materiales. El sistema se ha ido perfeccionado con el tiempo. Si al principio tenían una tasa de abandono de un 50%, ahora solo el 4% de las familias que lo instala deja de usarlo. Esto lo han logrado adaptándolo a la realidad mexicana. Un ejemplo de cambio ha sido poner los filtros y demás elementos a manipular al alcance de una persona que puede medir sobre metro y medio.Carlos CarabañaUna calle de Santo Tomás Ajusco. Este pueblo pertenece técnicamente a la Ciudad de México, a la delegación Tlalpan. Como puede verse, tiene aspecto de cualquier cosa menos de urbe. Son viviendas de autoconstrucción y una parte importante de las carreteras son de tierra. Carlos Carabañaistema de captación de agua de lluvia en la escuela secundaria Francisco Bocanegra, situada en la marginada colonia Tenorios en Iztapalapa, donde no hay agua corriente. Antes de que instalasen este sistema la escuela se abastecía con camiones, unos tres a la semana. El director cuenta que era habitual que los vecinos las asaltasen. Carlos CarabañaVista de la colonia Tenorios. Ubicada en Iztapalapa, está catalogada como de alta marginalidad. En el techo pueden verse los depósitos de agua que bombean al edificio. En la Ciudad de México, el 60% de los edificios tienen una cisterna para el abastecimiento.Carlos CarabañaFuentes en la escuela Revolución Roja. Aunque las autoridades aseguran que el 98% del agua de la ciudad es potable, prácticamente nadie bebe directamente del grifo. Este proyecto de la Universidad de Iztapalapa usa filtros de luz ultravioleta para potabilizar el líquido. Esto supone un ahorro para los padres y los niños pueden beber el agua que necesiten. Carlos Carabaña