Estudios de Magisterio
Cada informe PISA que, una vez tras otra, coloca a nuestro sistema educativo a la cola de los países desarrollados viene seguido de un sinfín de críticas del grupo político que se sienta enfrente del que gobierna en ese momento. Resulta irónico sabiendo que ambos grupos han venido turnándose el mando e imponiendo con ello su plan de estudios cada cuatro años desde hace 40. No obstante, el problema es mucho más profundo: la carrera de Magisterio es en España, respetando y lamentándolo por la minoría que entra por vocación, una carrera con facilidad de acceso y consecución del título. Es necesario un cambio desde la base que haga que quien complete esta carrera sea alguien extraordinariamente preparado.— Pablo Fernández Díaz.
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