Refugiados hacen cola para recibir una bolsa con fruta repartida por voluntarios británicos. Los trabajos para garantizar el mínimo en las condiciones de vida en el campamento de Calais no alcanzan a abastecer el 30% de su población.Mario GonzálezUn niño sujeta la chaqueta de su padre mientras éste se lava las manos en uno de los puntos de agua.Quienes duermen en los contenedores no tienen permitido cocinar, ni calentar agua, por razones de seguridad y no pueden ducharse puesto que no hay conexión de agua, por razones de costo.Mario GonzálezLa mayoría de los migrantes viviendo en cabañas improvisadas, casas rodantes y tiendas donde el frio, el viento y el agua se cuelan.Mario GonzálezUna niña observa la calle, a un costado del centro de mujeres y niños, donde los hombres tienen prohibida la entrada.Mario GonzálezContenedores del centro nocturno en el momento de su construcción para albergar a personas.Mario GonzálezUna valla bordea el centro nocturno donde los refugiados deben ingresar por identificación de sus huellas dactilaresMario GonzálezDe los 45 millones de euros que el Reino Unido entregó en agosto del año pasado para enfrentar la crisis migratoria en Calais, sólo 10 se utilizaron para mejoras humanitarias, el resto fue destinado al reforzamiento de las medidas de seguridad. En la imagen, refugiados recuperan la ayuda humanitaria entregada por voluntarios. Mario GonzálezLos refugiados se manifiestan por Youssef. Un sudanés atropellado por un camión.Mario GonzálezUn refugiado intenta ponerse a resguardo del gas lacrimógeno.Mario GonzálezRefugiados son interceptados por la policía en las inmediaciones del puerto de Calais.Mario González
