15 fotosEl balón es la esperanzaUn educador de un humilde barrio de la capital de Tanzania creó una academia de fútbol que, además, intenta con escasos recursos dar formación en idiomas a los niños DAR ES SALAAM - 15 ene 2016 - 09:14CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceHamis Kinyenga, de 15 años. Su sueño es convertirse en un jugador profesional y aprovechar la oportunidad que la academia le brinda para aprender otros idiomas.Robert BonetFadhil Ahmed, de 17 años forma parte del Baobab Team.Robert BonetTodas las tardes de lunes a viernes, los chicos del barrio acuden puntualmente al entrenamiento.Robert BonetOmary Juma, 17 años. Los chicos depositan en el fútbol la esperanza que la pobreza y la falta de oportunidades les intentan arrebatar.Robert BonetJames Obeid, 16 años. Sólo un tercio de los y las adolescentes consigue matricularse en la educación secundaria en Tanzania.Robert BonetAlgunos de los chicos entrenan con zapatillas de deporte y otros, descalzos. La falta de equipación deportiva es una de las grandes carencias de la academia.Robert BonetAsad Maulid, 17 años, es el portero del equipo del Baobab.Robert BonetSajo, 18 años. Llega el anochecer y solo entonces, y sin más remedio, los chicos dejan de entrenar.Robert BonetEl orfanato de Kurasini es el escenario de los entrenamientos del equipo. Los niños escuchan atentamente las indicaciones del entrenador, el señor Timamy, uno de los pilares del proyecto.Robert BonetJackson Kiemba, de 10 años, es uno de los jugadores más noveles de la academia que abarca de los 10 a los 20 años.Robert BonetJackson Mapunda, 11 años.Robert BonetLa academia no sólo es fútbol, sino también un espacio de socialización y crecimiento en colectivo.Robert BonetDenis Thadei, de 17 años, deposita en el balón la esperanza de un futuro mejor como jugador de fútbol.Robert BonetMaulid Maulid, 14 años. La sonrisa de los niños es uno de los rasgos característicos del Baobab Team.Robert BonetAl acabar el entrenamiento, el señor Timamy reúne a los chavales y les habla de cómo mejorar y crecer, pero no sólo en el fútbol, también en la vida.Robert Bonet