Mameth sostiene en sus manos los certificados que aseguran que tanto ella como su hija son supervivientes y están sanas. Ambas vencieron al ébola. Sin embargo, su bebé está ahora sufriendo algunas de las terribles secuelas de este virus. Como muchos otros niños que sobrevivieron, la hija de Mameth está quedándose sorda.
Ser niño en Sierra Leona nunca ha sido una tarea fácil. Según UNICEF, se trata del país con mayor mortalidad infantil de todo el mundo (1). Uno de cada cinco niños muere antes de cumplir los 5 años. Pobreza, malnutrición, explotación infantil, violencia doméstica, falta de educación, mutilación genital femenina, matrimonios forzados y múltiples enfermedades infecciosas como la malaria, fiebre tifoidea o la fiebre de Lassa son endémicas en Sierra Leona.